[Apocalipsis 21: 10-11]
13-10-2013 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Apocalipsis 21: 10-11]
"Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal".
¡Aleluya! Amados hermanos y hermanas,
Hoy es un día feliz, lleno de gozo y de mucho significado, ya que hoy es el 31.o Aniversario de la Iglesia Central Manmin.
Démosle todas las gracias y gloria a Dios el Padre que nos ha guiado a todos los miembros de Manmin alrededor del mundo al igual que en la iglesia central.
También doy las gracias a las familias y parientes de los miembros de la iglesia, y todos los invitados de honor, incluyendo los miembros de la prensa de Corea y otros países.
Ruego en el nombre del Señor que ustedes sean llenos de gozo y felicidad en el Señor y que reciban bendiciones espirituales al igual que bendiciones materiales.
Hermanos y hermanas: Dios el Padre vino a mí hace 40 años.
Y Él me permitió establecer la Iglesia Central Manmin hace 31 años atrás.
Dios el Padre vino a mí en Su providencia y me estableció como pastor de 'Manmin', que significa 'todas las naciones'.
También me dio a entender y sentir el corazón, la voluntad y el gran amor de Dios el Padre.
También me hizo conocer la asombrosa providencia del cultivo de la humanidad y las cosas secretas del reino espiritual.
Así es como me di cuenta de que tenemos que desechar todas las formas del mal y ser santos para convertirnos en verdaderos hijos de Dios.
Pude llegar a comprender el corazón ardiente de Dios el Padre quien quiere que nos apoderemos de la Nueva Jerusalén por la fuerza.
También he llegado a sentir el corazón desesperado de Dios el Padre que quiere salvar aun hasta la última alma en este tiempo final, que está lleno de pecados, y en el que la segunda venida del Señor está cerca.
Por lo tanto, siempre he pensado acerca de las maneras de proclamar al Dios vivo a las numerosas almas de todo el mundo y predicar al Salvador, al Señor Jesús, y encontrar respuestas en el poder de Dios.
Con el poder de Dios, podemos mostrar a Dios el Creador vivo ante los ojos de las personas.
Cultivé el corazón del espíritu perfecto para ser un recipiente adecuado para recibir el poder, y eventualmente lo recibí de parte de Dios a través de un sinnúmero de oraciones y ayunos.
Yo recibí el poder de Dios incluso antes de la apertura de esta iglesia, y ese poder ha obrado continuamente entre los miembros de la iglesia y muchas almas alrededor del mundo por los últimos 31 años.
Ahora, ¿cuál es la razón por la que Dios el Padre me ha elegido y me ha guiado junto con la iglesia Manmin de esta manera a estos últimos tiempos?
Es porque quería tener un gran final para el cultivo de la humanidad a través de Sus verdaderos hijos que tienen las cualidades para estar con Él en la Nueva Jerusalén para siempre.
Para cumplir con este plan Dios me eligió a mí, a esta iglesia, a ustedes los miembros, ya que Él conoce a qué tipo de personas tiene que elegir y qué tipo de iglesia tiene que establecer.
Isaías 45:4 dice: "Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste".
Como está escrito, Dios quien conoce todas las cosas planeó y nos eligió antes de los tiempos.
El único propósito de hacer esto es llevar a tantas almas como sea posible a la gloriosa ciudad de la Nueva Jerusalén como se muestra en la lectura bíblica de hoy, y para compartir Su amor con ellos por la eternidad.
Para hacer esto posible, Dios el Padre ha sido persistente y ha obrado pacientemente.
Y debido a que he entendido el corazón de Dios el Padre, también he podido resistir a cualquier tipo de sacrificio, con el deseo de no perder ni una sola alma, y con el deseo de llevar absolutamente a toda alma hacia la gloria de la Nueva Jerusalén.
El fruto de este esfuerzo brota en gran medida como lo vemos hoy.
Cosas sin precedentes desde la creación del mundo, han tenido lugar a través de esta iglesia.
Hay muchos hombres de espíritu y espíritu completo que están surgiendo.
Las cosas profundas del reino espiritual que nadie puede imaginar están siendo desplegadas frente a nuestros ojos.
Obras del poder de Dios que están incluso escritas en la Biblia, e incluso obras mayores a estas han sido manifestadas.
Es tal como Juan 14:12 menciona: "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre".
Las obras de Dios que serán reveladas por medio de esta iglesia desde ahora, serán aún mayores y más asombrosas que las obras anteriores.
Seremos la iglesia que construirá el Santuario Canaán y el Gran Santuario. Estamos logrando la evangelización del mundo y habrá muchos más hombres de espíritu y espíritu completo. ¿No se sienten abrumados sólo de pensar en ello?
Esto no simplemente es nuestra imaginación o deseo. Sin duda cumpliremos con esto pronto.
Desde su apertura, nuestra iglesia ha recibido promesas de Dios que no podíamos ni siquiera imaginar o incluso tener la esperanza de lograr con la fuerza humana.
No obstante, todas estas promesas se han ido cumpliendo una tras otra durante estos últimos 31 años.
Al ver, oír acerca de esto, y experimentar esas cosas por los últimos 31 años, la medida de la fe ha ido en aumento.
Ahora, yo creo que hay muy pocos entre ustedes que dudan del hecho de que todas las promesas que Dios ha dado a esta iglesia serán cumplidas.
¿Acaso no han sido testigos de las capas de nubes por encima de ustedes con más de 10 km de espesor, que se separaron y abrieron de inmediato ante tus ojos?
Solo al ver este suceso, ¿cómo puede alguien seguir dudando más?
Todas las promesas que Dios el Padre nos ha dado ciertamente serán cumplidas.
Estas cosas han sido cumplidas hasta ahora, y pronto las cosas restantes también se harán realidad.
Todas estas cosas han sido y serán posibles porque hemos pagado el precio.
Por supuesto, fue posible porque tenemos la gracia que Dios nos ha dado a nosotros de manera gratuita.
Sin embargo, también hemos tenido que pagar el precio de acuerdo a la justicia.
Y para pagar este precio de la justicia, Dios me ha puesto como pastor de esta iglesia.
Es debido a que el Padre sabía que cumpliría con sus deseos, por medio de cualquier tipo de sacrificio y con dedicación.
Es así como Jesús revela el amor en la cruz en la providencia de Dios el Padre por medio de la obediencia completa a la voluntad de Dios.
En este día por el 31.o aniversario, examinemos el pasado en los tipos de gracia de Dios que hemos recibido para hacer de esta iglesia lo que es en la actualidad.
Hablaré en tres aspectos acerca del amor y la gracia dada por Dios el Padre, y acerca de la gracia de Dios dada a esta iglesia y a sus miembros por medio del sacrificio y dedicación de su pastor.
Ruego en el nombre del Señor que a través de este mensaje ustedes puedan darse cuenta de la grandiosa gracia de Dios y que retribuyan su gracia al levantarse como hermosos frutos de la Nueva Jerusalén.
[Mensaje] Amados hermanos y hermanas e invitados: la gracia que Dios nos ha dado, primeramente, es la gracia del arrepentimiento.
Solo traten de recordar el momento cuando por primera vez conocieron al Señor.
Yo creo que ustedes se arrepintieron con lágrimas por la gracia del Señor que salvó a pecadores como nosotros.
Saben muy bien que no fue hecho con nuestra propia voluntad, sino por la gracia de Dios Padre y del Señor y por la ayuda del Espíritu Santo.
Cuando construyen muros de pecados de varias clases mientras conducen sus vidas en Cristo, son capaces de arrepentirse de ellos y derribar esos muros de pecados; y esto tampoco fue hecho por su propia fuerza.
Ustedes recibieron la gracia de arrepentirse por medio de la gracia y el amor del Padre y la infinita misericordia y ayuda del Espíritu Santo en cada momento.
Aunque hayamos sido perdonados de nuestros pecados una vez por la sangre del Señor, nos hubiéramos convertido en esclavos del pecado y caído en el fango de los pecados una vez más, es decir, si no nos hubiera sido dada la gracia del arrepentimiento.
Debido a que Él sabe esto muy bien, Dios el Padre envió al Espíritu Santo a este mundo.
En las obras del Espíritu Santo, Él quería que nos arrepintamos y nos apartemos de nuestros pecados y que alcanzáramos completa salvación.
Podemos alcanzar salvación completa por medio de la sangre del Señor y la misericordia y ayuda del Espíritu Santo, el Consolador.
Sin embargo, la Biblia también menciona que existen pecados por los cuales ni siquiera podemos pedir perdón.
Estos son los pecados que conducen a la muerte.
Hay pecados por los cuales la gracia del arrepentimiento no se puede dar en la justicia, no importa cuánto se afanen en arrepentirse y cambiar.
La Biblia también nos dice cuán penoso es el dolor de estos pecados.
Judas Iscariote, luego de vender a Su maestro Jesús, se dio cuenta de su falta e intentó arrepentirse,
pero debido a que no pudo arrepentirse, finalmente se suicidó al no poder soportar el dolor de sus pecados.
Ahora, ¿si alguien está en esta situación, debemos abandonarlo?
Yo no puedo hacerlo.
Cuando yo veo a algunos miembros de nuestra iglesia que han estado en ese tipo de situaciones, no puedo abandonarlos.
Por ello me aferro a Dios y derramo lágrimas de mucho pesar en su nombre.
Y además yo tomo el dolor de sus pecados.
Incluso rindo mi vida.
No es porque piense de alguna manera que esto funcionará, sino que, en calidad de su pastor, es el único camino que puedo tomar. Por lo tanto, ni siquiera puedo pensar en mi propio cuerpo o el hecho de que mi vida pueda llegar a su fin.
Como resultado de tales afanes, Dios el Padre nos ha dado muchas oportunidades de arrepentimiento en esta iglesia.
Y ustedes son los beneficiados de dicha gracia.
Y sin embargo, sigo pidiendo la gracia del arrepentimiento.
Es por aquellas personas que aún no han recibido dicha gracia.
Además, es porque, aunque ustedes se aparten de su antigua manera de vivir y están yendo por el fluir del espíritu, hasta que estén parados en la roca de la fe y estén en el espíritu, necesitan la gracia del arrepentimiento una y otra vez.
Es mi anhelo que ninguno de ustedes pierda este tipo de arrepentimiento.
El segundo tipo de gracia dado por Dios el Padre a esta iglesia es la gracia del entendimiento.
Hermanos y hermanas: aunque ustedes se hayan arrepentido, ¿cuántas veces han cometido repetidamente los mismos pecados y se han arrepentido de nuevo?
Confiesan que no se debe hacer ciertas cosas por más tiempo, pero a medida que pasa el tiempo, vuelven a hacer lo mismo que en el pasado.
Es debido a que dicen que se arrepienten, pero en realidad no lo entienden en sus corazones.
Es decir que realmente no entienden desde el fondo de su corazón lo sucios que son los pecados, y cuánto esos pecados causan que Dios tenga dolores y sufrimientos.
Por ello repetidamente causan pecados.
He visto estos casos muchas veces durante mi ministerio en los últimos 31 años.
Ellos dicen que se arrepintieron, entonces los perdono y les animo a que mejoren, pero nuevamente se acercan donde mí para arrepentirse.
Y sin embargo, yo seguí perdonarlos y apoyándolos.
Seguí viéndolos con ojos de la fe, creyendo que en realidad lo entenderían con sus corazones, se arrepentirían y verdaderamente se apartarían del pecado, y se despojarían de sus pecados y la maldad de sus corazones.
Y seguí enseñándoles en mis sermones una y otra vez.
Por medio de los sermones, seminarios y reuniones de grupo, e incluso personalmente, seguí enseñándoles constantemente.
A pesar de que tuve que pensar, ¿hay alguna posibilidad con esta alma? Seguí orando por ella con lágrimas y esperando que pudiera cambiar.
Como resultado, esas almas llegaron a entender en sus corazones, una por una.
Viendo las lágrimas y el sacrificio del pastor, llegaron a entender el corazón del Padre, el Señor, y el corazón desesperado del pastor.
Y llegaron a entender por qué tuvieron que desechar los pecados y cuán sucios son estos pecados.
También pudieron entender cómo desechar los pecados, y cómo entrar a un nivel más profundo del espíritu paso a paso.
Hasta ese entonces, ellos no entendían lo que es la circuncisión del corazón y cómo podían circuncidar su corazón, a pesar de que escucharon de estas cosas muchas veces.
Sin embargo, llegaron a entender desde el fondo de su corazón la palabra de vida que representan estos mensajes y lo preciosos que son esta iglesia y el pastor.
Además llegaron a tener esperanza por la Nueva Jerusalén.
En tercer lugar, la gracia de Dios el Padre dada a esta iglesia es la gracia facultativa.
Él nos faculta para despojarnos del pecado y cambiar mediante Su gracia.
Aunque recibamos la gracia del arrepentimiento y del entendimiento y obtengamos la esperanza por la Nueva Jerusalén, no podemos cambiar en un instante.
Necesitamos la fortaleza para despojarnos de los pecados después de recibir la gracia del entendimiento.
A partir de ese momento en adelante es crucial entrar a lo espiritual.
Con el fin de no tropezar de nuevo, es decir, no volver a su pasado de nuevo, necesitan la fuerza y el poder para deshacerse de los pecados y cambiar.
No obstante, ustedes no pueden simplemente tener la fortaleza y el poder por sí solos.
Tal como Filipenses 4:13 que dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", debemos recibir la gracia de Aquel que nos fortalece.
Y esta gracia facultativa, la gracia que nos fortalece para desechar los pecados y cambiar por nuestra propia cuenta, nos ha sido entregada.
Ahora ustedes dicen que pueden hacer las cosas que en el pasado pensaron que no podrían nunca lograr, y que están desechando los pecados que parecía que nunca podrían desechar.
Incluso aquellas almas que ni siquiera tenían fuerzas para levantarse, se levantaron una vez más y están corriendo hacia el espíritu y espíritu completo de manera vigorosa.
Y esta gracia no es otorgada solo a algún tipo especial de individuo.
Cuando predico la Palabra de Dios en cada conferencia, reunión de grupo y sermón, gasto todas mis energías para que ustedes puedan ser suplidos con la fortaleza y el poder para desechar todos los pecados.
Trato de dar fortaleza y ánimo para que las almas cansadas no se queden relegadas y no miren nuevamente hacia atrás al mundo, o se desanimen y se den por vencidos pensando que no pueden lograrlo.
Incluso cuando oro a solas en la montaña, les veo en la pantalla del televisor y los abrigo y oro por cada uno de ustedes con un corazón sincero.
Si yo siento que están cansados, oro por ustedes ardientemente y si siento que están desanimados, oro por ustedes con desesperación en el corazón.
Todos estos esfuerzos han hecho que ustedes se paren en la roca de la fe y entren a lo espiritual.
Dios está derramando Su gracia para que puedan estar facultados para correr la carrera de santificar su propia vida.
[Conclusión] Amados hermanos y hermanas e invitados, en este 31.o aniversario hemos examinado la gracia de Dios dada en esta iglesia en tres aspectos.
¿Hay alguno entre ustedes que no ha recibido ninguna de estas clases de gracia?
De hecho, todos ustedes han recibido alguno de estos tipos de gracia.
Y es natural que una persona desee retribuir la gracia que ha recibido.
La razón por la que Dios les ha dado esta gracia es para darles bendiciones adicionales cuando ustedes quieran pagar por la gracia recibida.
Es para darles la Nueva Jerusalén.
Ustedes saben muy bien cuán hermosa y gloriosa en la Nueva Jerusalén.
Incluso podrán sentir una pequeña porción de su belleza a través de las presentaciones de la celebración en el servicio de la noche.
Dios nos ha dado la gracia para darnos tal gloria y bendiciones.
Es algo natural para nosotros querer pagar la gracia que hemos recibido, pero Dios nos está dando grandes bendiciones cuando retribuimos la gracia.
Es la gloria de la Nueva Jerusalén en el reino celestial.
La lectura bíblica de hoy dice que la Nueva Jerusalén es una ciudad santa.
Y ya que es una ciudad santa, solo aquellos que son santos podrán entrar en ella.
Solo aquellos que poseen las cualidades de la santidad podrán morar en la gloria de la Nueva Jerusalén por la eternidad.
Es tal como dice: "...teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal".
La Nueva Jerusalén está llena de la gloria de Dios, y brilla con luces brillantes de piedras preciosas que no se pueden describirse con palabras.
No podemos ni siquiera empezar a imaginar su belleza.
Él le está dando esta gracia que no puede ser explicada con palabras, para permitirles ingresar a este lugar, en el cual está esperando ansiosamente por ustedes.
¡Cuán lleno de amor y gracia está nuestro Padre Dios!
Debemos conocer el amor y la gracia de Dios el Padre y convertirnos en sus deliciosos frutos.
Ustedes se han esforzado mucho en estos 31 años.
Pero en comparación con la gracia, el trabajo y el esfuerzo de Dios el Padre , ¿cómo podemos decir que hemos trabajado mucho?
Durante el resto de nuestros días, hasta que el Señor vuelva, tenemos que seguir marchando sin cesar.
Tenemos que seguir adelante hasta que la voluntad de Dios y Su providencia se cumplan en esta Tierra.
Ruego en el nombre de nuestro Señor que, cuando llegue ese día, ustedes podrán pararse delante del Señor, nuestro novio, y darle gozo, agradecimiento, y alabanza.