[Mateo 7: 11]
17-11-2013 | Rev. Jaerock Lee
[Pasaje]
[Mateo 7: 11]
"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?"
Hoy celebramos el feliz Domingo de Acción de Gracias.
¡Demos todas las gracias y gloria a Dios el Padre amoroso por habernos guardado, guiado y bendecido hasta hoy!
Tenemos varias festividades en el Señor a lo largo del año.
Celebramos el Domingo de Año Nuevo que es lleno de sueños, y también la Pascua que es llena de la esperanza de la resurrección.
En la Fiesta de la Cosecha, hacemos un examen interno en la primera mitad del año para ajustarnos los cinturones una vez más y recibir la fortaleza para correr la meta hasta el final del año.
Durante el aniversario de la iglesia, nos llenamos de gozo y felicidad al celebrar con un gran festival y muchos invitados.
En Navidad el cálido amor del Señor nos rodea como la blanca nieve que cubre el mundo entero.
En especial desde el año 2010, la Navidad ha sido un día aún más significativo para los miembros de Manmin.
Sin embargo, en este domingo de Acción de Gracias, nuestros corazones están llenos a plenitud con gratitud abundante, más que en cualquier otra festividad.
Esto se debe a que es un día para meditar en toda la gracia de Dios que hemos recibido, incluyendo las bendiciones recibidas en cada una de las celebraciones mencionadas.
Solo con ver los diversos frutos, vegetales y granos, podemos llevar una gran sonrisa en nuestros rostros.
La abundancia y los colores hermosos nos recuerdan la gracia sobreabundante del Padre y los frutos de bendición espiritual y material que hemos producido.
El pasaje bíblico de hoy en Mateo 7:11 dice: "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?"
Aun las personas malas dan cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el buen Dios desea darnos buenas cosas?
Este domingo de Acción de Gracias, hablaré acerca de la gracia de Dios derramada sobre nosotros en tres aspectos.
Por medio de este mensaje, anhelo que ustedes graben profundamente el amor de Dios quien nos da solo cosas buenas.
Ruego en el nombre del Señor que al hacerlo reciban mayor fortaleza para correr la carrera de la fe hasta que alcancen la mejor morada celestial en la Nueva Jerusalén.
[Mensaje principal]
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
En primer lugar, la gracia que Dios nos ha dado es aquella de mirarnos con ojos de amor.
En cierta ocasión escuché algo gracioso.
Una madre erizo estaba admirando a su bebé erizo.
Ella decía: "¡Oh, el pelaje de mi bebé es muy suave!" Aun a una edad muy tierna, las cerdas de un erizo nunca son suaves.
Sin embargo, a los ojos de la madre, las cerdas débiles de su bebé parecían más suaves y dóciles que el pelaje de cualquier otro animal.
Nosotros podemos reírnos por esto, pero de hecho, el corazón de los padres es similar a esta madre erizo.
Si su bebé comienza a hablar tan solo unos días antes que los demás bebés, piensan que es un niño excepcionalmente inteligente.
Si el hijo dice algo inesperadamente sabio, piensan que se trata de un genio. Si el niño comienza a tararear algunas melodías, los padres piensan que tiene gran talento musical.
Si hace bien cualquier cosa, los padres abrigan grandes expectativas, y si tiene algunas deficiencias, tratan de cubrirlas.
Ningún padre piensa que sus hijos se desviarán y serán infelices.
Solo piensan que sus hijos se convertirán en grandes personas, o que por lo menos vivirán vidas felices.
En todo caso, si pueden hacer algo para asegurarlo, invierten toda su dedicación y esfuerzos para verlo suceder.
El amor de Dios el Padre es similar a esto.
Claro está que, aunque los padres aman a sus hijos, no es un amor espiritual perfecto, y eso a veces hace a los niños infelices.
Si el niño no sigue el camino que los padres piensan que es el mejor, su amor también puede cambiar.
Por el contrario, el amor de Dios el Padre es perfecto e inmutable, y Él únicamente desea nuestra felicidad.
1 Corintios 13:7 dice que el amor 'todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta'.
Dios nos mira con este tipo de ojos.
Desde que Él comenzó el Cultivo de la humanidad, sabía todo lo que ocurriría en el futuro.
Él sabía que si creaba a Adán y le daba libre albedrío, Adán lo traicionaría. También sabía que muchos de los descendientes de Adán se levantarían contra Dios.
Aun así, Dios creyó que eventualmente habría muchos hijos verdaderos que lo amarían, y por esta razón Él no renunció al Cultivo de la humanidad.
Muchas personas nacen y mueren en este mundo, y Dios mira a cada una y la vida de cada individuo con mucho cuidado y atención.
Él amó a cada persona al punto de entregar a Su Hijo unigénito sobre la cruz.
Él todavía mira con ojos de amor a cada alma que vive en este mundo.
Él está mirando a cada uno de ustedes exactamente de la misma manera.
Él no mira con ojos de amor solamente a los individuos que están parados en la roca de la fe, o a aquellos que se han sumergido en el espíritu y Espíritu Completo.
Él mira con ojos de amor a cada persona sin importar si está en el 1.o, 2.o o inicio del 3.o nivel de fe.
Un refrán coreano dice que los diez dedos sentirán dolor si los muerdes. Como dice, todos ustedes quienes anhelan el amor de Dios están grabados en el corazón de Dios Padre.
La última parte de 2 Tesalonicenses 3:2 dice: "...porque no es de todos la fe".
No todos pueden tener fe solo porque escuchan el evangelio y aprenden la verdad.
Sin embargo, de entre toda la raza humana, ustedes, quienes están asistiendo a este servicio de adoración en particular, son los que han aceptado al Señor y han llegado a tener fe.
Mientras la gente del mundo busca los placeres y la lujuria, ustedes anhelan el espíritu y Espíritu Completo y se esfuerzan mucho, día y noche, para la gloria de Dios.
En calidad de pastor, cada uno de ustedes, creyentes, es muy precioso ante mis ojos.
Incluso cuando veo un miembro que no está cambiando después de mucho tiempo, o un miembro que está estancado en su soberbia y criterios propios, jamás he pensado que no tienen solución.
He pensado en maneras de darles más fuerzas y he esperado cada día que se acerquen al espíritu.
Si tienen tan solo un poco de bondad o fidelidad por el reino de Dios, recuerdo sus fortalezas e intercedo por ellos.
Si cambian y mejoran tan solo un poco, me siento feliz como si hubiera recibido un regalo.
Si yo, como un simple pastor, me siento de este modo, ¿cuánto amor tendrá el Padre para ustedes?
Incluso cuando ustedes se sienten avergonzados de sus propias deficiencias, Dios no se enfoca en ellas.
Él cree en ustedes y piensa que tienen muchas fortalezas y espera que alcancen la perfección.
Dado que tenemos esta gracia de Dios quien nos mira con ojos de amor, hemos podido alcanzar la medida de la fe que tenemos ahora.
Anhelo que ustedes agradezcan por la gracia del Padre quien nos ha estado mirando con amor.
Amados hermanos y hermanas:
En segundo lugar, la gracia que hemos recibido de Dios es la de proveernos manos de ayuda.
En Salmos 146:5 dice: "Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios".
Los incrédulos no tienen un lugar al cual ir ni una persona en la cual confiar.
Aunque tengan buen apoyo o riquezas, hay cosas en sus vidas que no se puede hacer con el poder humano.
También creen que ciertas personas estarán a su lado y las ayudarán sin importar la situación, pero ante circunstancias desesperadas estas personas les darán la espalda.
Por otro lado, aquellos que creemos en el Señor no tenemos preocupaciones.
La primera parte de Isaías 58:9, dice: "Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí".
Ante grandes o pequeños problemas, si pedimos en el nombre del Señor con fe, Dios el Todopoderoso nos ayudará.
Por tanto, incluso en situaciones en las que los incrédulos temerían, nosotros nos sentiremos confiados.
Aun en medio de situaciones terribles y depresivas, no perdemos la esperanza.
Aunque todos en este mundo nos den la espalda, Dios no nos abandonará. Si hay un problema que no se puede resolver con las fuerzas humanas, Él puede solucionar cualquier tipo de problema.
Tan solo en este año, muchos de ustedes han compartido testimonios de haber recibido respuestas de parte de Dios cuando han buscado Su gracia y poder para resolver las dificultades en la familia o lugar de trabajo.
Respecto a las cosas por las que no se puede hacer nada, Dios nos consuela y nos da paz, y nos da Sus manos de ayuda.
Lo mismo sucede con la santificación de su ser.
Alejar los pecados, tener el corazón que anhela el espíritu y abrir los labios tan solo para orar son cosas que no podemos hacer con nuestras fuerzas solamente.
Las podemos hacer solo con la gracia y fortaleza de Dios el Padre y con la ayuda del Espíritu Santo.
Ustedes quienes están llevando una vida de fe en esta iglesia están recibiendo ayuda aún más especial de parte de Dios.
Por lo general deben alcanzar un 100% de lo requerido para recibir una respuesta a cierto asunto, pero han recibido respuestas con solo alcanzar el 10% de lo requerido.
Si tan solo se esfuerzan por cumplir con ese 10%, podrán conocer y experimentar a Dios quien les ayuda.
En eventos especiales, festividades y seminarios, pueden recibir estas bendiciones aún más.
Podemos entender esto, por ejemplo, tan solo en la Reunión de oración de Daniel.
Incluso los que no pueden orar bien han recibido la fortaleza para orar si se han esforzado por orar creyendo que es una oportunidad especial para recibir la gracia.
Asimismo, los deseos de su corazón se cumplen y los problemas son solucionados. Por ende, reciben gozo y llenura del Espíritu de lo alto. Ustedes tienen muchos testimonios como este.
Muchos dicen que pueden hacer cosas que antes no lograban hacer.
Dios está con Sus hijos que lo anhelan; Él no los abandonará como huérfanos.
Cuando en realidad intentan orar con el corazón, Él les da fuerza. Cuando se sienten cansados en espíritu, Él extiende Sus manos consoladoras.
Cuando anhelan cambiar, Él les permite examinarse a sí mismos. Cuando intentan vivir de acuerdo a la Palabra, Él les da poder.
Anhelo que ustedes agradezcan por la gracia de Dios quien siempre les permite experimentar el poder del Dios que ayuda.
Amados hermanos y hermanas:
En tercer lugar, la gracia que hemos recibido de Dios es la de habernos sostenido cálidamente en Su seno.
Los niños pequeños no tienen nada que temer en este mundo si son sostenidos en el seno de su madre.
Si una oveja está en el seno del pastor, no temerá ni siquiera a los animales feroces.
Si los hijos de Dios están en el seno de Dios Padre, tampoco tienen nada que temer.
En Isaías 40:11 leemos: "Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas".
A pesar de las fuertes olas del mundo, cuando encomendamos toda preocupación al cuidado de Dios, podemos disfrutar del descanso de nuestra alma.
Yo creo que ustedes los creyentes han sentido el amor de Dios y han disfrutado de paz en Su seno en cada momento de sus vidas en este año.
A veces, sin embargo, algunos hijos no sienten profundamente Su amor y no pueden ir a Su seno.
Más bien sienten que Dios es temible y se esconden de Su rostro.
¿Por qué razón? Puede haber muchas razones, pero se debe principalmente a sus muros de pecado.
Dios es inmutablemente el Dios de amor, pero una vez que el hombre crea un muro de pecado, siente que Su amor está muy lejos de él.
A veces sienten que el peso del pecado es tan pesado que ni siquiera tienen las fuerzas para arrepentirse.
Aunque se arrepientan con los labios, la aflicción en el corazón no se aleja a menos que se arrepientan de corazón.
Tampoco logran llevar una vida cristiana feliz.
Solamente pueden vivir una vida de fe con temor, pensando: "¡No puedo hacer nada! Es tan difícil vivir de acuerdo a la Palabra. ¿Qué tal si enfrento persecuciones y pruebas por no guardar la Palabra? ¿Qué tal si voy al Infierno?"
Muchos de ustedes pensaban así en el pasado, pero por medio de la gracia en Navidad de 2010 y en la Pascua de este año, pudieron despojarse de sus pesadas cargas del pecado.
Ahora pueden confesar su gratitud y amor con paz.
Ahora sienten que Dios no es un juez temible, sino el Padre que los sostiene cálidamente y les da fortaleza.
No guardan la Palabra sintiéndose obligados porque han aprendido que deben hacerlo, sino que obedecen la Palabra de Dios con la alegría de poder agradarle.
Ahora no sienten que la Nueva Jerusalén está en algún lado muy lejano, sino que tienen la esperanza de que este es el lugar al que irán sin duda alguna y en realidad desean ir ahí para ver el rostro del Padre y estar en Su seno.
Anhelo que ustedes agradezcan por la gracia de Dios que los sostiene cálidamente en Su seno y les da felicidad en su vida de fe.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas:
La bendición de Dios otorgada a esta iglesia ha incrementado cada año, pero de manera especial en este año 2013.
Grandes muros de pecado fueron derribados el 31 de marzo; esperanza por el Cielo se otorgó por medio de la separación del espíritu; grandes señales y maravillas se manifestaron durante el Retiro de Verano; nueva esperanza y poder se otorgó mediante la oración de unción; la felicidad del Cielo se sintió durante el aniversario de la iglesia. Todos estos eventos fueron una secuencia continua de gracia, y no podemos decir cuál fue el mejor momento.
Pero de hecho, en el Cielo en el que entraremos luego se desplegarán continuamente horas felices que no podremos comparar con ninguno de estos eventos.
Los momentos más felices que pueden imaginarse en este mundo, e incluso momentos más felices, continuarán en el Cielo.
Este es el amor de Dios el Padre.
Es la felicidad que Dios desea dar a Sus hijos, es decir a aquellos que están asistiendo a este servicio de adoración ahora.
La gracia otorgada este año no se dio tan solo por la felicidad momentánea, sino para incrementar la medida de su fe.
Esta es la gracia que fue pensada para que ustedes eventualmente disfruten de lo mejor, que es la Nueva Jerusalén.
Por los últimos tres años, desde la Navidad de 2010, han estado corriendo diligentemente en su marcha de fe.
No solo los adultos sino también los estudiantes y niños han marchado hacia el espíritu y Espíritu Completo, con la mirada en la Nueva Jerusalén.
Yo también me he aferrado a Dios Padre, día y noche, con toda mi vida en los últimos tres años.
Al acercarnos al final del año 2013, ciertamente Dios permitirá que ustedes y yo cosechemos frutos abundantes.
Les pido que graben en su corazón toda la gracia que han recibido y que sigan marchando en su carrera de la fe hasta los próximos servicios de Navidad y Año Nuevo.
Ruego en el nombre del Señor que al hacerlo disfruten de las bendiciones que Dios tiene preparadas para ustedes cada mes y cada año, y que pronto se levanten como frutos del espíritu y Espíritu Completo.