• Bendición (2)

    [Deuteronomio 28:1-7]

    27-04-2014 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Deuteronomio 28:1-7]
      "Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.[2] Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.[3] Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.[4] Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.[5] Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.[6] Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.[7] Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti".


      [Introducción]

      Amados hermanos y hermanas,

      En Génesis 26, vemos que Isaac tuvo que irse a otro lugar debido a la escases de alimento en el lugar donde vivía.

      No obstante, a diferencia de lo que pensaba, Dios el Señor se le apareció y le dijo que no fuera a Egipto, sino que permaneciera en Gerar, donde los filisteos estaban viviendo.

      Dios le dijo: "Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré".

      Entonces Isaac obedeció a Dios.

      Sin embargo, debido a esto, Isaac fue puesto en una situación difícil.

      Su esposa casi le fue quitada de su lado.

      Por supuesto, fue debido a que Isaac dijo que ella era su hermana por utilizar sus pensamientos carnales.

      Tuvo miedo de que la gente de esa tierra lo matara para poder llevarse a su esposa, debido a que era una mujer hermosa, por esta razón él dijo que era su hermana.

      No obstante, mediante la obra de Dios, Isaac recibió nuevamente a su esposa y pudo vivir en esas tierras con seguridad bajo la protección del rey de los filisteos.

      Luego, en Génesis 26:12-13, leemos: "Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso".

      Esta es la bendición que Isaac recibió de parte de Dios luego de que su alma prosperó.

      Por medio de esta prueba, Isaac pudo cambiar su actitud, ya que él confiaba en su propia sabiduría.

      Cuando Isaac obedeció a Dios en una situación en la que no podía obedecer fácilmente, de hecho, él no recibió las bendiciones de inmediato.

      Al contrario, existían algunos problemas. Sin embargo, Isaac, no se quejó al respecto o se resintió por la situación.

      Él confió en Dios y recibió la solución, y se dio cuenta del hecho que estaba utilizando sus propios pensamientos.

      Por medio de este proceso, Isaac quebrantó sus propios pensamientos y su alma fue próspera. Entonces, Dios lo bendijo en gran manera.

      Esta es la bendición de Dios dada a aquellos que sus almas prosperan.

      Amados hermanos y hermanas, nuestra meta obviamente no es enriquecernos en este mundo.

      No obstante, aquellos que son amados por Dios podrán disfrutar de abundantes bendiciones sobre la Tierra.

      Por consiguiente, también debería recibir la bendición de ver prosperar su alma.

      Solo así podrá decir 'Sí' y 'Amén' a las palabras de Dios sin tener que utilizar sus propios pensamientos.

      La voz original obrará en tales personas para que las bendiciones puedan venir sobre ellas.

      Por medio de este mensaje, 'Bendición', ruego en el nombre del Señor que todos ustedes puedan recibir las obras de la voz original que trae bendiciones a sus vidas.


      [Mensaje]

      Amados hermanos y hermanas, continuando con la última sesión vamos a profundizar en lo que tenemos que hacer para recibir las bendiciones de Dios.

      Basados en el verso 1 y 2 de la lectura bíblica, estamos estudiando las tres condiciones para recibir bendiciones. La primera fue acerca de las palabras y los mandamientos de Dios.

      El verso 1 de la Biblia Amplificada dice: "Y sucederá que si obedeces diligentemente al Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos que yo te mando hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la Tierra".

      En este caso expliqué que escuchar diligentemente la voz de Jehová tu Dios, no solo significa escucharlo y almacenarlo como conocimiento.

      Es obedecer lo que escuchamos.

      Para poder hacer esto, primeramente debemos escuchar la palabra de Dios diligentemente.

      Debemos leerla, escuchar el mensaje y meditar.

      Lo más importante es aprender de la Palabra de Dios espiritualmente, mantenerla en nuestra mente y ponerla en práctica inmediatamente.

      Luego, debemos examinar los mandamientos.

      En el pasaje bíblico leemos: "...para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy".

      Como una condición para que nosotros podamos recibir bendiciones, Dios nos dice que debemos guardar Sus mandamientos.

      Los mandamientos son las cosas que Dios mismo nos ordenó que hiciéramos.

      Los Diez Mandamientos son el mejor ejemplo.

      Los mandamientos tienen la mayor fuerza entre todas las palabras de Dios.

      Podemos sentir la fuerza en la palabra misma: 'mandamiento'. Por lo tanto, no es algo sobre lo cual tenemos una opción. Es algo que simplemente debemos hacer.

      Por ejemplo, decir "Maneja con cuidado" y "abróchate el cinturón de seguridad mientras manejas", son dos acciones muy diferentes.

      'Maneja con cuidado' incluye muchas cosas, pero 'abrocharse el cinturón de seguridad al conducir' está directamente relacionado con la vida.

      Por esta razón es un mandato de la ley.

      Como en el ejemplo anterior, la mayoría de los mandamientos de Dios están directamente relacionados con la vida y la muerte, y la bendición y la maldición.

      No obstante, algunos creyentes encuentran los mandamientos de Dios gravosos.

      En otras palabras, se les hace difícil guardarlos.

      Pero como dije anteriormente, los mandamientos no son algo opcional para nosotros.

      Y si solo tenemos la voluntad de guardarlos, no son muy difíciles de guardarlos en realidad.

      Deuteronomio 30:11-14 dice: "[11] Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. [12] No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? [13] Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? [14] Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas".

      Cuando les dije que escuchen 'La Semilla de la Vida' diez veces, que leyeran 'El Romance de los Tres Reinos' dos veces y que leyeran la Biblia en voz alta, los que en realidad querían obedecer de corazón, deben haber sentido que no fue difícil obedecer.

      Por otra parte, aquellos que no tuvieron la disponibilidad de obedecer, deben haber sentido que era una gran carga.

      Usted debe haber dado muchas razones y excusas por las cuales no pudo obedecer.

      En 1 Juan 5:3 leemos: "Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos".

      Los mandamientos de Dios no serán una carga para aquellos que aman a Dios.

      Al contrario, sienten el amor de Dios el Padre que hay en los mandamientos, por lo que más bien se sienten alegres de guardar las palabras de Dios.

      Deuteronomio 10:13 dice: "...que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?" Tal como menciona, los mandamientos son entregados a nosotros para nuestra propia felicidad.

      Por lo tanto, si comprendemos el corazón de Dios, podremos obedecer voluntariamente y con gozo Sus mandamientos; los cuales nos dicen que hagamos ciertas cosas.

      Este tipo de personas son aquellas que preparan sus vasos para recibir las bendiciones en su totalidad.


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