[Deuteronomio 28:1-7]
18-05-2014 | Rev. Jaerock Lee
[Escritura]
Deuteronomio 28:1-7
[1] Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. [2] Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. [3] Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. [4] Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. [5] Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. [6] Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. [7] Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.
[Introducción]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
A través de los versos 1 y 2 hemos analizado las tres condiciones para recibir bendiciones.
Son las siguientes:
Primero: La palabra y los mandamientos de Dios.
Segundo: La obediencia verdadera.
Tercero: Una fe inmutable en la Palabra.
Si se tiene estas tres condiciones, se ha preparado el vaso para la bendición.
En ese vaso preparado, Dios el Padre derramará bendiciones en medida plena.
La primera bendición se encuentra descrita en el verso 3, dice: "Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo".
Esto significa que las bendiciones caen sobre la tierra en la que ustedes residen y el área en la que viven.
No importa cuán pobre sea el área en la que viven en un sentido material, las bendiciones los seguirán a donde sea que vayan.
Debido a que Dios camina con ustedes, su área de residencia se convertirá en una tierra de bendiciones, independientemente del entorno y ambiente físico.
Cuando yo fui a la India para dirigir una cruzada, lo más importante en esa tierra era la lluvia, y llovía lo suficiente. Durante la Cruzada en Israel, la lluvia descendió cuando yo oré por eso.
De la misma manera, si ustedes llegan hasta este tipo de dimensión del espíritu, las bendiciones descenderán sobre aquellos que estén con ustedes.
En el verso 4 leemos: "Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas".
Esto significa que las bendiciones descenderán sobre sus hijos, su lugar de trabajo y negocio, y sobre todas sus posesiones.
Estas mismas bendiciones descendieron sobre Abraham, de quien Dios dijo que se convertiría una fuente de bendición.
Su hijo Isaac, quien nació cuando él tenía cien años, recibió bendiciones al igual que sus descendientes quienes han sido bendecidos generación tras generación.
En Génesis 26:4, Dios le dijo a Abraham: "Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente".
Dios prometió multiplicar la descendencia de Abraham.
La razón de esas bendiciones se encuentra en el verso 5, que dice: "por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes".
Esto también está grabado en Éxodo 20:6, que dice: "...y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos". Dios cumple Sus promesas.
Yo también recibí la misma promesa de parte de Dios.
Desde el momento que fui llamado como siervo de Dios, corté toda pasión por lo carnal y dediqué todo lo que tenía al reino de Dios.
Encomendé todo a Dios, incluyendo mis hijas, no solo mi tiempo y dinero.
¿Cuál ha sido el resultado respecto a mis tres hijas?
Todas han crecido de manera hermosa en el Señor y ahora lo sirven como pastoras.
Ellas jamás han sido forzadas a vivir de este modo. Debido a que tenían su propia fe y suma esperanza por el Cielo, llegaron a dedicar sus vidas para el Reino de Dios y las almas, y están cumpliendo diligentemente sus responsabilidades dadas por Dios como pastoras.
A ellas se les ha confiado grandes responsabilidades en la iglesia, y han contribuido grandemente al reino de Dios. También han glorificado a Dios en gran manera mediante la conducción de cruzadas en muchos países.
Esto me causa un gozo verdadero y gratitud ya que estoy consciente del Cielo y las recompensas eternas.
Esto no me corresponde a mí únicamente. Cualquiera de ustedes que ama a Dios, guarda Sus mandamientos y es fiel en Su reino puede ver la misma bendición sobre la vida de sus hijos.
A continuación, el verso 4 dice que es bendito el fruto de la tierra. Si ustedes obedecen la Palabra de Dios, las bendiciones descenderán sobre su lugar de trabajo y negocio.
En el mundo se dice que las cosas están empeorando.
Así que muchas personas dicen que es difícil vivir, en lugar de decir que todo está bien.
Por otro lado ustedes, hermanos y hermanas de esta iglesia, tienen fe al punto de no preocuparse o murmurar en contra de la realidad, sino que confían en el Dios Todopoderoso.
Muchos de ustedes han dicho que, al obedecer en medio de una situación difícil, sus diezmos aumentaron y tuvieron más situaciones para agradecer y recibir bendiciones por todo lado. Muchos dan testimonios así.
Ahora, en calidad de pastor, yo no tengo ningún otro trabajo o negocio. Pero antes de ser llamado como un siervo de Dios, había experimentado la bendición casi forzosa de parte de Dios.
Desde el momento que me sumergí en el espíritu, bendiciones distintas sobresalientes descendieron y en pocos meses pude pagar todas las deudas que obtuve durante mis siete años de enfermedad.
Desde entonces he sido nada más que fiel a la obra de Dios en mi labor como pastor; por eso, Dios ha cuidado de mí y de mi familia y me ha dado bendiciones sobreabundantes según eran necesarias para las obras de ayuda y la labor misionera.
Dios me ha estado dando tantas bendiciones que puedo decir valientemente que he sido el que ha recibido más bendiciones que cualquier pastor del mundo entero.
Por supuesto, he ofrecido la mayor parte de esas bendiciones al reino de Dios y las almas.
El verso 4 continúa diciendo: "Bendito ... el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas".
El caso de Jacob explica esto.
Jacob llegó a la casa de su tío Labán con sus manos vacías, y aun después de 20 años de servicio a su tío tenía las manos vacías.
Pero cuando se fue de ahí según la Providencia de Dios, se volvió próspero en extremo y tenía grandes rebaños, siervos y siervas, camellos y asnos.
Esto fue así porque Jacob obtuvo sabiduría gracias a la obra de Dios y logró poseer los mejores rebaños de entre todos los rebaños que él cuidaba.
Dios también evitó que sus posesiones disminuyeran.
Cuando Dios da bendiciones, no habrá pérdidas en las posesiones y se obtendrá cosechas abundantes.
Aquellos entre ustedes quienes son granjeros o que se dedican a la ganadería quizás han experimentado algo similar.
Cuando la epidemia contagiosa para los animales se extendió a través de toda la nación, Dios los protegió a ustedes y no sufrieron pérdida alguna.
Ustedes confiaron en Dios y cosecharon con fe en Él, de modo que Dios los bendijo para que obtuvieran mejores frutos.
Ustedes obtuvieron este tipo de bendición tan solo porque son parte del redil de Manmin y porque están en el espacio del pastor. ¡Cuántas bendiciones aún más sorprendentes recibirán si tienen el vaso adecuado para la bendición!
Ruego en el nombre del Señor que la bendición de Dios sea abundante en sus hijos, lugar de trabajo, negocios y en todas sus posesiones.
El verso 5 dice: "Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar". Esto significa que las posesiones de ustedes serán abundantes y que tendrán alimentos en sobreabundancia.
En Génesis 14:15 encontramos que cuando Abram escuchó que su pariente Lot estaba prisionero, él tomó a sus 318 criados, los nacidos en su casa, para rescatar a Lot y su familia.
Por haber salvado a su sobrino Lot, pudo haber ganado muchos bienes.
El rey de Sodoma estaba agradecido por el regreso de su pueblo de la cautividad, y le dijo a Abram: "Dame las personas, y toma para ti los bienes".
Pero Abram se negó rotundamente diciendo: "...que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram".
Hizo esto porque él anhelaba únicamente la bendición de parte de Dios.
Lo mismo me ocurrió cuando acepté al Señor.
Me estaba preparando para abrir una librería, pero mis hermanos y hermanas con severidad me disuadieron de hacerlo.
Más bien me dijeron que me ayudarían a administrar un bar.
Sin embargo, yo rechacé todas sus propuestas.
Lo hice porque pensé que Dios ciertamente me daría bendiciones, pero si recibía la ayuda de parte de mis hermanos, ¿cómo iba a glorificar a Dios? ¿Y cómo podía atreverme a decir que me enriquecí con la bendición de parte de Dios?
Al contrario, ellos habrían dicho: "Te enriqueciste gracias a que nosotros te ayudamos. Hoy tienes riquezas porque nosotros te permitimos administrar este bar".
Es por eso que yo me negué rotundamente a recibir ayuda.
Al final abrí una librería con tan solo un par de miles de wons, y con la bendición de parte de Dios pude pagar todas mis deudas y glorificarlo a Él.
Amados hermanos y hermanas:
Muy pocas veces he comprado ropa para mí o he ido a comer mi comida favorita en algún restaurante. Pero Dios siempre ha conocido mis necesidades y me las ha provisto a través de la gente.
De hecho, este tipo de bendición corresponde a la promesa que Él me hizo cuando me llamó como Su siervo.
Cuando estaba administrando la librería, Dios me dijo que dejara el negocio en manos de mi esposa y que yo le sirviera a Él. Dijo: "Si obedeces, tus recipientes de arroz jamás estarán vacíos y tu caja de efectivo siempre estará llena".
Esa fue una palabra no esperada en absoluto, pero yo obedecí con mi confianza en Su Palabra.
A partir de ese momento, gracias a la mano de Dios yo jamás he enfrentado una dificultad financiera en absoluto.
Anhelo que todos ustedes puedan experimentar las mismas manos de Dios.
Así como Dios proveyó maná y codornices para Su pueblo, y permitió que el agua brotara de una roca en el desierto, Él también les dará alimentos y ropa, y les proveerá todo lo necesario para que no tengan falta de nada.
El verso 6 declara: "Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir". Esto significa que las bendiciones llegarán a cualquier lugar en el que estén y que serán prosperados en todo.
La Biblia habla acerca de la gente que recibió bendiciones y fue prosperada por donde iba debido a que Dios estaba con ellos.
Abraham fue uno de ellos. Dios caminó con Abraham y también bendijo a la gente que seguía a Abraham.
En Génesis 12:3, Dios le promete a Abraham: "Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré...".
Este Abraham era considerado tan noble que el rey de cualquier reino lo honraba y no se atrevía a tratarlo mal, sin importar a dónde iba.
De este modo, la bendición desciende sobre ustedes por dondequiera que vayan, y la bendición alcanza a todos los que caminan con ustedes, a los que los bendicen, y a los que ustedes bendicen. Todo esto se refiere al significado del verso 6, que declara: "Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir".
Durante mi pasado ministerio pastoral, he escuchado estos testimonios continuamente.
La bendición de Dios que me ha sido otorgada también le ha sido dada a muchas personas.
A través de mis oraciones, sus problemas se han resuelto, sus enfermedades han sanado, bendiciones han descendido sobre sus negocios y trabajo, han llegado a tener la fe digna de salvación, y se han alejado de sus pecados.
Con estas experiencias han glorificado a Dios.