[Génesis 7:11-12]
06-06-2014 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
Génesis 7:11-12
[11] El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, [12] y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches".
Amados hermanos y hermanas en Cristo
Este es el 110º. estudio de Génesis.
Ahora, Génesis 7:11 dice: "El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes...".
La Biblia nos dice claramente el día exacto cuando el juicio del gran diluvio sucedió.
Entonces, ¿cuándo se dio cuenta Noé, aun ligeramente, del momento en el cual el juicio del diluvio sucedería?
Noé tuvo una idea aproximada acerca de cuándo sucedería, si no la fecha exacta.
Además, Noé conocía muy bien su rol.
Es decir, él sabía que prácticamente toda la raza humana llegaría a la extinción debido al diluvio, y que la humanidad florecería nuevamente por medio de él.
Antes de que Noé conociera de esto, permaneció soltero.
Lo hizo para vivir una vida separada del mundo en el que los pecados se habían vuelto tan desenfrenados.
No obstante, después de conocer el plan de Dios, se casó y tuvo descendencia.
Es por ello que Noé tuvo a sus hijos después de tener 500 años de edad.
Por medio de este hecho, podemos deducir cuándo Noé llegó a saber lo que sería el juicio del diluvio.
En otras palabras, el período de tiempo que Dios le dio a Noé para prepararse para el juicio del diluvio no fue tan solo unas pocas décadas.
Dios le dio a Noé amplia cantidad de tiempo para preparar el arca para el juicio.
Este período de tiempo no fue solo para Noé sino también para las personas de aquel entonces para que pudieran aprovechar la oportunidad de la salvación.
Durante un largo período de tiempo, Noé soportó con paciencia e hizo todas las cosas conforme a la palabra de Dios.
Construyó el arca y preparó el alimento.
Advirtió a las personas acerca del juicio venidero del diluvio.
Pero solo los ocho miembros de la familia de Noé fueron salvados del juicio del diluvio.
Amados hermanos y hermanas:
Estos 'tiempos finales' son muy similares a los días del 'diluvio de Noé'.
Dios el Padre ya estableció la providencia para los 'tiempos finales' incluso antes de los tiempos.
Y Él se ha preparado para ello.
Permítanme brevemente explicarles los términos utilizados en este caso.
'Los tiempos finales' se refiere al 'tiempo cercano a la segunda venida del Señor'.
'Los últimos días' se refiere a 'la era cuando Jesús nació hasta que Él regrese nuevamente'.
Esto corresponde a la definición general del diccionario.
Además, 'el fin de la era' se refiere 'al momento que el Señor regrese de nuevo en el aire' y 'la generación del momento'.
Ya que Dios el Padre conoció de antemano qué tipo de iglesia y pastor se necesita para salvar muchas almas en los tiempos finales, Él ha preparado esto durante mucho tiempo.
Es igual a lo que Él le dijo a Noé; un estimado de cuándo el juicio del diluvio sucedería y que se preparara para ello.
En los tiempos finales, a pesar de que no sabemos el día y el momento exacto, Dios nos dice aproximadamente cuándo el Señor regresará.
Dios da un tiempo de preparación para que las novias se vistan y participen en el Banquete de las Bodas en el aire.
Al igual que Dios le dijo a Noé que construyera el arca, Él ha preparado el arca para salvar innumerables almas en los tiempos finales.
Dios nos dio la palabra, que es el arca espiritual, y también, la visión de la construcción del Gran Santuario.
La adoración espiritual de una novia o la construcción del Gran Santuario no se pueden hacer en un corto período de tiempo.
¿Si ustedes supieran con un año de anticipación cuándo el Señor regresará de nuevo, se podrían a adornarse a sí mismos como una novia en tan solo un año?
Aquellos que continuamente han adornado sus vidas podrán terminar a tiempo su preparación de ese año.
No obstante, para aquellos que han sido despreocupados en sus vidas de creyentes o para aquellos que recién han comenzado, el período de tiempo de un año no será suficiente.
Se encontrarán en apuros, pero el hecho es que el tiempo es insuficiente para que se preparen adecuadamente.
Lo mismo sucede con la preparación para la construcción del Gran Santuario.
La construcción en sí puede comenzar cuando se esté cerca de la segunda venida del Señor.
Sin embargo, la preparación para su construcción debería comenzar mucho antes.
Primeramente, necesitamos preparación espiritual.
Así como Noé necesitó un tiempo para ser reconocido como un hombre justo en su tiempo, ustedes necesitan un tiempo para ser calificados para construir el Gran Santuario.
Desde el comienzo de esta iglesia, Dios el Padre ha proclamado que Él construirá el Gran Santuario mediante las manos de sus hijos santificados.
Y cuando estas condiciones espirituales sean alcanzadas, Dios puede permitir la gran bendición financiera en la justicia.
Ahora, comenzando desde el pasado Domingo de Pascua, abril 20, el nivel de fe de ustedes comenzó a nivelarse con el espíritu, y por lo tanto ahora están cerca del momento de la bendición.
Durante los últimos cuatro años he estado bajo un duro entrenamiento espiritual y he llenado el 90% de la justicia en lugar de la congregación.
Como resultado, cientos de ustedes han entrado al espíritu.
Este proceso de estabilización del espíritu no se detendrá ni se hará más lento, pero de hecho, se acelerará.
La competencia en la buena fe, ha comenzado en medio de ustedes para avanzar al espíritu, el nivel más profundo del espíritu, y el espíritu completo.
Al igual que Noé creyó en la palabra de Dios el Padre e hizo las cosas de acuerdo a lo que Él dijo, yo les insto a que marchen solo por la fe y adornen sus vidas como las novias del Señor de acuerdo a la Palabra.
La fe es la esperanza de las cosas sin cambiar de parecer a pesar de que no pueda verlas o tocarlas.
Cuando la fe es reconocida por ser verdadera en la justicia, lo que ustedes esperan que se de en la realidad se convierte en la garantía.
Ruego en el nombre de nuestro Señor que puedan recordar este principio espiritual y guardar una fe inmutable.