• Profecía (2)

    [Amós 3: 7]

    29-06-2014 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Amós 3: 7]
      "Ciertamente el Señor Dios no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas".


      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Desde hoy, les explicaré acerca del cumplimiento de las profecías que hice desde la apertura de la iglesia.

      ¡Dios lo sabe todo!

      Él conoce no solo el pasado y el presente, sino también el futuro.

      Podemos conocer acerca de las cosas del futuro si es que Dios nos permite conocer acerca de ellas.

      No obstante, Dios no le dice simplemente a alguien al azar acerca de las cosas que vendrán.

      Él nos permite conocer los asuntos del futuro solo a través de aquellos que están bien delante de Dios.

      El pasaje de hoy dice: "Ciertamente el Señor Dios no hace nada sin revelar Su secreto a Sus siervos los profetas".

      Nos dice que Él revelará Sus secretos a Sus siervos los profetas.

      En Génesis 18:17 leemos: "Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?".

      Abraham era perfecto a los ojos de Dios, al punto que Él lo llamó 'amigo de Dios'.

      Además de Abraham, Dios le reveló cosas futuras a aquellas personas que estaban bien delante de Dios en la Biblia.

      Dios cumple Sus obras revelando incluso las cosas por venir a través de los hombres de Dios que son rectos ante Sus ojos.

      Desde la apertura de esta iglesia hasta este momento, Dios el Padre nos ha permitido conocer por adelantado muchas cosas importantes en Corea del Sur y de la situación del mundo.

      Por supuesto, incluyen cosas acerca de la iglesia y los miembros.

      Dios me ha revelado tantas cosas que no puedo decirles todas ellas.

      Ahora, demos un vistazo a algunas de las profecías que he proclamado con las que quizás están familiarizados.

      El video de la revista Manmin del 13 de junio les muestra la profecía acerca de la Declaración del 29 de junio, la profecía sobre la Declaración de Paz y Prosperidad entre Corea del Sur y Corea del Norte en el año 2000 y la nueva visita de Kim Jong II, la profecía sobre el pandemónium que se daría en el 2010, junto con evidencias claras.

      La profecía que yo proclamé, no podía darse por especulaciones o anticipaciones.

      La Declaración del 29 de junio fue realmente algo dramáticamente inesperado, y había una intriga detrás del telón. Mientras todos decían que Kim Jong II haría una visita recíproca a Corea del Sur, yo de manera valiente dije que él no vendría. Una palabra que utilicé en el altar fue usada por la prensa muchas veces durante el año siguiente. Estas profecías no podrían haberse realizado mediante la mera habilidad de una persona.

      Entonces, ¿quién hizo esto? Dios el Padre fue quien las reveló.

      Muchas personas dijeron que se temblaron a través de las profecías, y espero que ustedes continúen sintiendo lo mismo al escuchar este mensaje.

      No se olviden de esto, y guárdenlo en sus corazones como fe.

      Es mi anhelo que guarden en su corazón que Dios está vivo, es Todopoderoso y Omnisciente; para que puedan poseer fe verdadera.

      Ahora permítanme explicarles acerca de la Copa Mundial del 2002.

      El mundial de ese año se realizó en Corea, pero con el nivel de habilidad del equipo coreano, nadie esperaba que llegara a las semifinales.

      Justo antes de la Copa Mundial 2002, Corea del Sur estaba en el puesto No. 41 de la tabla de la FIFA.

      Después de llegar a las semifinales, subimos al puesto No. 20.

      Por otro lado, todos los demás países que jugaban en contra de nosotros estaban en posiciones mucho más altas.

      Especialmente Portugal estaba en el último partido de grupo. Italia estaba en los octavos de final y España en los cuartos de final. Todos estos equipos estaban entre los diez primeros de la FIFA.

      Aun así, derrotamos a países tan fuertes y llegamos a las semifinales.

      Aunque no podíamos garantizar que pasaríamos los partidos de grupo, ¿quién podría haber dicho con certeza que llegaríamos a las semifinales?

      Pero antes de que comenzara la Copa Mundial, Dios me hizo saber el resultado del equipo de Corea del Sur y lo compartí con algunos a mi alrededor.

      Asimismo, compartí algunas pistas con los miembros de la iglesia para que pudieran saber los resultados.

      Corea del Sur jugó contra los Estados Unidos el 10 de junio de 2002. Fue un juego muy importante para nosotros para pasar los partidos de grupo.

      Ese día, yo invité a mi casa de oración Galilea a nuestra delegación misionera que acababa de dirigir una cruzada internacional. Así que les permití llevar un televisor, y todos vimos el partido.

      Si íbamos a perder, no habría permitido que llevaran el televisor a mi casa de oración para ver juntos el partido.

      En ese momento, antes de que comenzara el partido, dije: "No podemos ganar".

      Dije que no podríamos ganar, pero no dije que perderíamos.

      ¿Habría permitido que llevaran un televisor y que viéramos un partido que perderíamos junto a la delegación misionera para perder tiempo precioso?

      Así que, ya que no íbamos a ganar ni perder, ¿cuál iba a ser el resultado?

      Veamos lo que dije en el altar en ese momento.

      [video]

      Antes del juego dije que no podríamos ganar, y luego vimos el partido.

      Estábamos perdiendo, uno a cero.

      Así que dije: "Meteremos un gol".

      Ya que no ganaríamos, ni perderíamos, tenía que ser un empate.

      Y dado que EE. UU. ya había metido un gol, habría un empate si metíamos un gol.

      Yo dije: "No podemos ganar".

      Y teníamos buenas posibilidades para anotar goles,

      pero el pateador no lo lograba.

      También hubo un penal, pero tampoco lo logró.

      De repente, con un cabezazo, metieron un gol dramático.

      Así que el resultado llegó a ser de uno a uno.

      Me sentí muy agradecido al Padre.

      Le dije a los de la delegación misionera que el Espíritu Santo ya me había dado la respuesta.

      Todo ocurrió como lo había dicho antes del partido. Sin embargo, ¿qué podía yo anhelar? Por supuesto que deseaba que gane Corea. Yo los apoyaría con mi corazón, pero Dios ya me había dado la respuesta.

      Asimismo, Dios ya me ha dado las respuestas de los resultados finales, y las voy a explicar cuando terminan los partidos. No habrá sido divertido si los diera antes.

      Corea del Sur pasó los partidos de grupo, de lo que nadie estaba seguro, y en realidad nadie esperaba que llegáramos a los cuartos de final.

      Esto se debía a que teníamos que derrotar a Italia, que es un equipo muy fuerte.

      Pero ese domingo, antes de nuestro partido con Italia, durante el servicio dije: "Oremos para que gane Corea".

      [video]

      La semana anterior les pedí que oren por el equipo de nuestro país para que pueda ganar en la Copa Mundial. Claro está que esta semana también debemos orar.

      Si son suficientemente sensibles, podrán conocer los resultados con anterioridad.

      Dios el Padre me ha hecho conocer los resultados con anticipación, y si me hubiera dicho que vamos a perder, ¿cómo podría pedirles en el altar que oren para que gane nuestro país?

      Si me conocen tan solo un poco, sabrán que jamás hago algo así.

      Es decir, jamás les pediré que hagan lo opuesto a la palabra que Dios ha hablado.

      Si Dios hubiera dicho que perderíamos, nunca podría decir: "Oremos para que ganen".

      Por lo tanto, con solo escuchar esto, ya saben los resultados.

      Les dije: "Oremos para que podamos ganar" durante los partidos de grupo, lo que significa que avanzaríamos hasta los octavos de final. Durante los octavos de final les pedí que oremos para poder ganar, aunque nuestro oponente era la fuerte Italia.

      ¿Y qué pasó en los cuartos de final?

      Jugamos contra España, actual campeón de la FIFA, y fue un sábado. En ese tiempo, el equipo de evangelismo salía a las calles cada sábado para predicar.

      Pero yo les dije que descansen aquel día.

      Les dije que se tomaran el día libre y que apoyaran a nuestro país.

      ¿Les diría alguna vez que detengan una obra de Dios, el evangelismo, por un evento del mundo?

      Claro está que ese día la nación entera iba a festejar, así que habría provocado vergüenza al nombre de Dios si predicábamos ese día.

      Pero la razón más importante era que yo deseaba que todos compartieran el gozo de apoyar a nuestro equipo ya que sabía que ganaríamos en los cuartos de final.

      [video]

      Tenemos un partido de cuartos de final con España en Kwanju.

      Anhelo que el equipo de evangelismo se tome el día libre.

      Pueden deshonrar a Dios si predican hoy.

      A la gente no le va a agradar. Así que pueden tomarse el día libre para apoyar a nuestro equipo.

      Por favor apoyen para que ganemos, como lo hemos hecho hasta ahora.

      Anhelo que se alegren hoy (22, día que jugamos contra España).

      Claro está que están felices porque han asistido a la vigilia entera del viernes, pero estén felices en la tarde también.

      ¿Por qué deben aplaudir? ¿Por qué?

      Porque el Padre me ha hecho saber que ganaremos. Les dije que apoyemos para ganar, y ya que el partido será en la tarde, les dije que estén felices también en la tarde.

      Si Dios me hubiera dicho que perderíamos, yo no podría decirles estas cosas.

      Ustedes entendieron lo que quise decir, así que aplaudieron también.

      Así que Corea avanzó hasta las semifinales, que es el resultado que nadie esperaba (excepto yo).

      Pero hubo algunos entre ustedes que malinterpretaron mis palabras con sus propios pensamientos.

      Así que dije lo siguiente antes de las rondas de octavos y cuartos de final.

      [video]

      El 30 de junio, el último día de la Copa Mundial, predicaré un mensaje.

      Entonces algunos de ustedes tendrán que arrepentirse.

      Si miran los resultados, algunos sentirán que deben arrepentirse al comprender que están viviendo una vida en la fe con demasiados pensamientos carnales.

      [video]

      La próxima semana, algunos de ustedes tendrán que arrepentirse, y esta semana algunos también se arrepentirán.

      Entenderán todo cuando lo explique el domingo 30, en quince días.

      Entenderán por qué debo dar explicaciones ese día, y con cuánta precisión se ha cumplido la palabra de Dios.

      En ese tiempo dije que habría algunos que tendrían que arrepentirse, y les dije por qué debía explicarlo todo el último día de la Copa Mundial, el domingo 30.

      Los que eran sensibles en lo espiritual o muy inteligentes sabrían los resultados al escuchar todas esas palabras.

      Jugamos contra España el sábado 22. Si hubiéramos perdido ese partido, habríamos tenido los resultados finales al siguiente día, el domingo 23.

      Entonces yo habría explicado todo acerca de la Copa Mundial ese domingo 23.

      Si Corea del Sur hubiera perdido el 22, habría sido acorde explicar las profecías de parte de Dios el domingo 23.

      Pero yo les dije que explicaría todo, no el 23 sino el 30.

      Esto significaba que no tendríamos los resultados finales hasta el 23, sino que jugaríamos otro partido después de eso.

      Así que significa que Corea iba a ganar en los cuartos de final del 22, y que avanzaría hasta las semifinales que se jugarían el 25.

      Por ende, cuando yo dije que explicaría todo el 30, implicaba que perderíamos en las semifinales.

      ¿Por qué?

      Corea del Sur tenía el partido semifinal contra Alemania el martes 25.

      Si ganábamos contra Alemania y avanzábamos a la final, el partido final se habría realizado la tarde del domingo 30.

      Así que los resultados se conocerían en la noche del domingo.

      Si Corea del Sur iba a avanzar hasta la final, yo no habría dicho que explicaría todo el domingo 30, sino al siguiente domingo.

      Les dije que explicaría con cuánta precisión se cumplió la profecía de Dios después de los resultados finales, y no era posible explicarlos durante el día de ese domingo, antes de que se dieran los resultados finales.

      Así que, cuando dije que explicaría todo el 30, ¿significaba que Corea llegaría a los finales, o no?

      Obviamente significaba que no llegaríamos a la final.

      No llegaríamos a la final, pero jugarían por un tercer lugar el sábado 29. Por esta razón les dije que explicaría las palabras de Dios el domingo 30, después de haberse decidido el cuarto lugar.

      Así que, mis palabras contenían los resultados tanto de los cuartos de final como de la semifinal.

      Y debido a que sabía que perderíamos el partido que definiría el tercer lugar, no le dije al equipo de evangelismo que se tomara el día libre.

      Tampoco dije algo como: "Alégrense por nuestro país", ni "cobren ánimo".

      No les dije si ganaríamos o perderíamos, o hasta qué nivel llegaríamos, pero les di muchas pistas para que conocieran el resultado.

      Ahora escuchen la explicación completa que les di el domingo 30.

      [video]

      Les dije que explicaría todo el 30 de junio, el último día, respecto a la Copa Mundial, cuántas veces ganaría Corea, y cuántas veces perdería.

      Les dije que incluso leería el original y les explicaría cada palabra, y entonces sabrían por qué estoy explicando esto en este día en particular.

      ¿Entienden ustedes por qué les estoy explicando esto hoy?

      Creo que lo han sabido en base a los resultados de ayer.

      No podría haberlos explicado la semana anterior. ¿Por qué?

      No podía explicarlo antes porque íbamos a ganar.

      Pero dado que perderíamos en la semifinal, lo estoy explicando hoy.

      ¿Por qué? El equipo de Corea del Sur tuvo sus resultados finales ayer.

      Terminamos en cuarto lugar.

      Es por eso que les estoy explicando todo hoy.

      Si estuviéramos yendo a la final, no podría explicarles la profecía hoy. Tendría que hacerlo la próxima semana.

      ¿Por qué? Porque el partido final está aún por jugarse.

      No terminará hasta que se acabe el servicio de la tarde de hoy.

      El partido será a las ocho de la noche. Pero nuestro servicio es a las tres de la tarde.

      Así que tendría que explicarles la próxima semana, ya que debo hacerlo después de los resultados finales.

      Como dije, hay una razón por la que explico la profecía hoy, y ustedes sabrán por qué.

      Es porque los resultados finales se obtuvieron ayer, y por eso los explico hoy.

      No les dije hasta qué nivel llegaría Corea del Sur, pero les di pistas cada semana.

      Les di pistas sobre si ganaríamos o perderíamos.

      Les di pistas durante la vigilia entera del viernes y en los servicios dominicales.

      Les di claves cuando ganamos, y también cuando perdimos.

      Solamente a una persona, el anciano Jung Soo Choe, que es mi chofer, le dije que quedaríamos en cuarto lugar.

      Le dije un par de veces que quedaríamos en cuarto lugar. Y sucedió tal como se lo había dicho.

      Ayer, el anciano Choe me dijo,

      que para él ya no fue divertido porque ya sabía si ganaríamos o perderíamos. Porque sabía que perderíamos.

      Dado que le había dicho que quedaríamos en cuarto lugar, para él ya no fue divertido.

      Si ustedes hubieran sabido con exactitud, tampoco se habrían divertido.

      Deben divertirse mientras ven los partidos.

      Es por eso que solamente les di pistas.

      ¿Qué tipo de pistas les di?

      ¿Qué les dije justo antes de los octavos de final?

      Les dije que apoyáramos para ganar.

      Les dije que apoyáramos para que ganara nuestro país.

      Así también en los cuartos de final, les dije que apoyáramos para que ganara nuestro país.

      Si Dios hubiera dicho que perderíamos, jamás les habría dicho que apoyen para la victoria.

      ¿Por qué? Si Dios hubiera dicho que perderíamos, ¿cómo podía yo irme en contra de Él y decirles que se alegren?

      Dado que Dios ya había dicho que ganaríamos, les dije que se alegraran para ganar.

      Es por eso que les dije así.

      Si íbamos a perder, como dijo Dios Padre, no les dije que se alegraran.

      Así que les dije que se alegraran para las rondas de octavos y cuartos de final. Pero llegar a las semifinales era difícil, porque para nosotros ya fue un éxito llegar a los octavos de final.

      Pero al llegar a los octavos de final, se levantaron las esperanzas para los cuartos de final mientras algunos decían que era algo imposible.

      Además, al pasar a los cuartos de final, hubo respuestas mezcladas. Algunos decían que ganaríamos en las semifinales, mientras otros decían que era imposible. Pienso que lo recuerdan.

      ¿Pero qué les dije yo?

      Les dije que nos alegremos para ganar, y que vieran los partidos con alegría.

      También di instrucciones a los estudiantes para que vieran el partido durante el tiempo de alabanza y adoración de los sábados.

      Y durante la Reunión de oración de Daniel, también les dije que vieran el partido.

      Les dije que lo hicieran hasta llegar a las semifinales.

      Y les di todas las pistas. ¡Apoyen para la victoria!

      ¡Vean el partido con alegría! Les dije en los Servicios de adoración.

      Pero para las semifinales, ¿qué les dije?

      ¿Mencioné algo acerca de las semifinales ese último domingo en alguno de los Servicios de adoración?

      Jamás mencioné nada.

      No les dije: "Apoyen la victoria".

      No dije: "Vean el partido con alegría".

      Tampoco dije: "No habrá Reunión de oración de Daniel, ni Alabanza y Adoración del martes"... o algo similar. ¿Por qué? Porque sabía que perderíamos.

      Dios el Padre ya me lo había dicho. Perderíamos y quedaríamos en cuarto lugar. Perderíamos las semifinales y el partido que decidiría el tercer lugar.

      Es por eso que jamás les dije una palabra.

      No les dije: "Vean el partido con alegría".

      Jamás mencioné nada acerca de las semifinales.

      Amados hermanos, hermanas y televidentes de GCN:

      La razón por la que estoy explicando la situación de ese entonces con tanto detalle es por temor a que exista alguien que quizás tiene dudas y argumentos.

      A finales de los años 80, hubo miembros de la iglesia que dudaban, así que dije que dejaría de profetizar y no proclamé ninguna profecía por algún tiempo.

      La profecía se otorga para que ustedes puedan obtener fe y vida, pero si en lugar de eso juzgan y tropiezan, no hay necesidad de la profecía.

      Mas la fe de ustedes ha alcanzado un nivel que nunca antes habían alcanzado.

      Por medio de estos mensajes sobre la profecía, anhelo que lleguen a tener mayor fe.

      Anhelo que ustedes crean que Dios está vivo y que es todopoderoso para que vivan según Su Palabra y posean fe verdadera que hace las cosas posibles.

      Al hacerlo, ruego en el nombre del Señor que lleguen a ser soldados espirituales y que den gloria al reino de Dios en gran manera.

      Amados hermanos y hermanas, a partir de ahora, permítanme explicarles acerca de la importancia de los eventos políticos de Corea del Sur y de personajes conocidos a nivel internacional.


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