• Estudio basado en Génesis (113)

    [Génesis 7:16~24]

    27-06-2014 | Rev. Jaerock Lee

    • [Escritura]

      Génesis 7:16~24
      [16] "Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.
      [17] Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
      [18] Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
      [19] Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
      [20] Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.
      [21] Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.
      [22] Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.
      [23] Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.
      [24] Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días".


      Amados hermanos y hermanas en Cristo:

      Este es el 113º. estudio de Génesis.

      En el estudio anterior les expliqué cómo cambió la corteza terrestre durante el diluvio.

      Debido a la presión del agua que cubría la Tierra, ocurrió el fenómeno del levantamiento tectónico y la subsidencia.

      Además, debido a la gravedad y a la corriente del agua que se extendía por la Tierra, aparecieron las capas sedimentarias en la corteza terrestre.

      Como resultado de ello, la topografía de la Tierra cambió drásticamente y fue muy diferente a los días antes del diluvio.

      ¿Qué pasó con los cadáveres de los incontables fallecidos y de los animales muertos?

      A partir de ahora, les diré qué sucedió con ellos.

      El lugar donde Adán se estableció después de que bajó a la Tierra era la tierra de Israel de la actualidad.

      Con este lugar como centro, los seres humanos florecieron y se fueron expandiendo en el territorio.

      La zona de Medio Oriente fue el hogar principal para los primeros seres humanos.

      Y algunos de ellos pronto se trasladaron a las zonas del norte de África, donde se encuentra Egipto.

      En otras palabras, las zonas del Medio Oriente y África del norte eran áreas con mucha población.

      Al pensar en el clima de estas zonas, ustedes pueden preguntarse: "¿Cómo pudo tanta gente vivir en un lugar como este?"

      El clima en toda la Tierra era en ese entonces muy diferente a lo que es en la actualidad.

      Incluso las regiones polares no eran tan frías como lo son en la actualidad, y el ecuador no era tan caliente como lo es ahora.

      Por consiguiente, las zonas de Medio Oriente y África del norte poseían una mejor condición climática para que las personas vivan, que su condición en la actualidad.

      Además, esas áreas estaban llenas de árboles y plantas.

      En pocas palabras, eran lugares adecuados para que una población abundante se desarrollara.

      Si se tiene en cuenta la infinidad de ganado que pertenecía a las personas, estas zonas deben haber tenido un gran número de cadáveres y esqueletos debido al juicio del diluvio.

      Estos innumerables cadáveres y esqueletos fueron enterrados debajo de la corteza a medida que se hacían cambios en la topografía.

      Durante el proceso de elevación y el hundimiento de la corteza terrestre, los cadáveres fueron enterrados entre las capas de la corteza terrestre.

      En un sentido carnal, simplemente estaban enterrados bajo el suelo, pero lo que realmente significa es el 'juicio de Dios' en un sentido espiritual.

      Números 16:31-33 explica cómo aquellos israelitas que se pusieron en contra de Moisés después del Éxodo fueron maldecidos y destruidos por Dios.

      Dice lo siguiente: "Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación".

      Del mismo modo, cuando Dios llevó a cabo el juicio del diluvio, Él primero hizo que las personas y animales se ahogaran en el agua y, a continuación, hizo que la tierra se abriera y que tragara sus cadáveres.

      No fue un simple entierro debido al cambio de la corteza terrestre; espiritualmente hablando, Él abrió la tierra, lo que significa espiritualmente 'hades', y los arrojó allí.

      Debido al vasto número de cadáveres de personas sepultadas y cadáveres de animales, el Medio Oriente ahora posee una gran cantidad de petróleo.

      De hecho, el 75% del depósito de petróleo del mundo puede encontrarse en la zona de Medio Oriente.

      Existen muchas hipótesis de cómo fue hecho el petróleo, pero el pensamiento generalmente más aceptado, es que surgió debido a la sedimentación de criaturas vivas.

      Junto con los cadáveres de los animales, también se depositaron una gran cantidad de plantas.

      Esto está de acuerdo con la Palabra de Dios y la Palabra Interpretada en la Biblia.

      Ya que una gran cantidad de petróleo se encuentra depositada en el Medio Oriente, ¿podríamos llamar a esta zona 'una tierra bendecida'?

      Es posible que sea bendecida en la actualidad, pero deben saber que nunca fue una bendición.

      Esta zona se ha convertido en el principal escenario de innumerables batallas y terrores de hoy en día, ¿no es así?

      Por causa del petróleo depositado, están sufriendo de varias invasiones por fuerzas extranjeras.

      Excepto por el beneficio que tiene en este momento, esta zona se ha convertido en una tierra de maldiciones y no una tierra de bendiciones.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:

      En Génesis 7:16 leemos: "Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta".

      Tal como se menciona, 'y Jehová le cerró la puerta', de alguna manera puede contener un sentimiento de empuje.

      Esto no significa que Dios el Padre forzó a Noé a entrar al arca.

      Tiene más bien un significado de que "Dios mismo gobierna todas las cosas, sostuvo y protegió a Noé, la familia de Noé y los animales que entraron en el arca".

      Gracias a esta orientación inequívoca y la protección de Dios Padre, Noé y su familia que entró en el arca, pudieron sobrevivir sin ninguna dificultad.

      Si Dios persistentemente nos sostiene y nos protege, podemos sentirnos como en casa en cualquier situación que enfrentemos.

      Incluso cuando enfrentemos el perfeccionamiento, Dios lo hará en medio de las bendiciones.

      Durante el transcurso del perfeccionamiento, las bendiciones siguieron llegando a la vida de Abraham.

      A pesar de que él enfrentó la prueba de perder a su esposa, como Dios el Padre gobierna, más bien él recibió la bendición.

      José también, durante su perfeccionamiento, recibió bendiciones; en todas las cosas era prosperado.

      Incluso cuando José fue vendido como esclavo, Génesis 39:3 dice: "Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano".

      Incluso cuando José fue acusado injustamente y encarcelado, Génesis 39:23 nos dice: "No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba".

      Ahora, ¿cómo pudieron Abraham o José recibir bendiciones incluso bajo el perfeccionamiento?

      Algunas personas no reciben bendiciones en absoluto, sino que enfrentan solo dificultades mientras están bajo el perfeccionamiento.

      La diferencia surge cuando se tiene un corazón que puede obedecer o no.

      Para poseer una fe como el oro puro y convertirnos en verdaderos hijos de Dios, dignos de entrar al Cielo, la Nueva Jerusalén, necesitamos ser perfeccionados.

      En el curso del perfeccionamiento, si pueden descubrirse a sí mismos, obedecer la palabra de Dios y cambiar, entonces recibirán bendiciones cuando se encuentren siendo perfeccionados.

      Dios lo permite porque es necesario.

      Si toman o aceptan el perfeccionamiento con gratitud, Dios los bendecirá.

      Sin embargo, en lugar de descubrirse y cambiar a sí mismos, algunas personas optan por quejarse y reclamar durante el transcurso del perfeccionamiento.

      Ellos reclaman en contra de las cosas que los rodean, se quejan de sus situaciones e incluso tienen rencor contra la iglesia y Dios.

      Además, cuando enfrentan pruebas y persecuciones debido a sus pecados, en vez de arrepentirse y apartarse de su pecado, intentan dar excusas.

      Si siguen manteniendo este tipo de corazón y actitud, jamás podrán recibir bendiciones durante el transcurso del perfeccionamiento.

      Por supuesto, cuando Dios les perfecciona por medio del dinero, lo más probable es que ustedes no reciban ninguna bendición financiera en absoluto.

      Incluso en este caso, si se regocijan y siempre dan gracias, Dios los alimentará, los vestirá y los guiará en todos los asuntos necesarios.

      Aun si no disfrutan de suficiente bendición financiera, Dios llenará sus necesidades mediante una cosa o la otra; por tanto, Dios finalmente los conducirá a la prosperidad.

      Por consiguiente, si hallan alguna dificultad en el transcurso del perfeccionamiento, les ruego que examinen sus vidas para saber si realmente están listos para obedecer o no.

      Los que están listos con una actitud de obediencia pueden encontrar la causa del perfeccionamiento y resolverlo.

      Por el contrario, aquellos que no están listos se les hace muy difícil encontrar la causa. Incluso si la descubren, no intentan cambiarla.

      Les pido por favor que se conviertan en personas completamente obedientes como Abraham, José y Noé.

      ¡Ruego en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que siempre se encuentren bajo la fuerte protección de Dios el Padre y que reciban bendiciones!

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:

      En los seiscientos años de vida de Noé, en el día diecisiete del segundo mes, la lluvia cayó sobre la Tierra durante cuarenta días y cuarenta noches.

      De ese modo el nivel del mar subió poco a poco.

      Al principio, el agua levantó el arca de Noé de la superficie de la Tierra.

      Mientras subía el nivel del mar, el arca comenzó a flotar.

      Eventualmente, el nivel subió lo suficiente como para cubrir las altas montañas.

      Pero luego, Génesis 7:20 dice que aún las montañas fueron cubiertas, y que el agua subió quince codos por encima de ellas.

      Quince codos equivale a 7,5 metros aproximadamente.

      Eso es precisamente la mitad de 30 codos, que era la altura del arca de Noé.

      Por consiguiente, el hecho de que las altas montañas hayan sido cubiertas y que el agua haya subido quince codos más, significa que el arca podía flotar sin impedimentos.

      Cuando una barca flota, la parte inferior está bajo el agua.

      Mientras mayor es su carga de gente o cargamento, más se hunde en el agua.

      El arca estaba totalmente cargada con animales y alimentos.

      Por consiguiente, si el nivel de agua subía en una mitad de la altura del arca, esta podía flotar libremente.

      Si no hubiera estado despejada el área bajo el arca, esta podía haber golpeado la cima de alguna alta montaña.

      Entonces el arca habría estado en alguna situación peligrosa, como un barco que choca contra un arrecife.

      Ahora, durante el juicio del gran diluvio, el agua subió quince codos por encima de las altas montañas.

      El resultado, tal como está escrito en Génesis 7:21-23, toda carne que se movía sobre la tierra, todas las aves, el ganado y las bestias, todo reptil que se arrastraba sobre la tierra y también el hombre, murió.

      Aunque las aves podían volar, no lograban encontrar un lugar para posar ya que las altas montañas estaban cubiertas por agua, así que caían al agua y morían.

      "Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió".

      Este fue un juicio total del que ningún hombre o animal que no entró al arca pudo escapar.

      Lo mismo ocurrirá con el Juicio del Gran Trono Blanco que pronto tomará lugar.

      En aquel día, toda la humanidad que ha existido desde el principio se levantará ante el juicio de Dios.

      (Elías, Enoc, Abraham y Moisés, estos cuatro son la excepción.

      Ellos son los superiores en rango espiritual, y apoyarán a Dios la Trinidad durante el juicio).

      Sin excepción, aquellos cuyo nombre no esté escrito en el Libro de la Vida recibirán la sentencia de muerte eterna, y caerán al lago de fuego y de azufre en el Infierno.

      Es tal como lo dice 2 Corintios 5:10, donde leemos: "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo".

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:

      Génesis 7:24 dice: "Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días".

      En los seiscientos años de vida de Noé, en el día diecisiete del segundo mes, la lluvia cayó sobre la Tierra durante cuarenta días y cuarenta noches.

      Así que, el agua permaneció en la tierra por 150 días, es decir, hasta el día 17 del séptimo mes.

      Cuando las altas montañas de la tierra fueron cubiertas por agua, la tierra se veía similar a su condición inicial.

      Génesis 1:2 dice "...el 'Espíritu de Dios' se movía sobre la faz de las aguas".

      Antes del trabajo de los seis días de la creación, toda la Tierra estaba sumergida en agua.

      La situación de la condición inicial de la Tierra se volvió a repetir durante el gran diluvio.

      El registro de que la Tierra entera estuvo bajo el agua por 150 días es veraz y un hecho.

      El diluvio de Noé no es un mito o leyenda. Fue un gran evento que tomó lugar en realidad.


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