Lectura de la Escritura: 1 Corintios 15:51-53
«He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.»

Ahora les hablaré sobre el “Cielo” por cuarta vez.

La vez pasada les hablé acerca de la vida de las almas que ya han entrado al Lugar de Espera del Cielo, las afueras del paraíso.

Les dije que los que logran perfeccionar su espíritu en la tierra en los tiempos del Nuevo Testamento entran en la Nueva Jerusalén sin quedarse en las afueras del Paraíso, que es el lugar de espera del cielo.

Esto se aplica después de la resurrección y ascensión al cielo de nuestro Señor y es diferente a los tiempos del Antiguo Testamento. En los tiempos del Antiguo Testamento, los de espíritu perfecto permanecían en el Sepulcro Superior, el anterior lugar de espera del cielo y entraron en la Nueva Jerusalén cuando después de su resurrección y ascensión al cielo, Jesús llevó a las afueras del Paraíso las almas que habían permanecido en el Sepulcro Superior.

1 Samuel 28 dice que el profeta Samuel, que está en una posición muy alta, permaneció en el Sepulcro Superior.

Cuando el espíritu de Samuel fue traído por una persona que conocía el camino al reino espiritual, él preguntó ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir?

En los tiempos del Antiguo Testamento la mayoría de los que lograron perfeccionar su espíritu permanecieron en el Sepulcro Superior y después entraron a la Nueva Jerusalén, pero un par de profetas, Enoc y Elías, fueron llevados al cielo vivos, entrando directamente en la Nueva Jerusalén sin quedarse en el Sepulcro Superior.

Y aquellos que lograron perfeccionar su espíritu en los tiempos del Nuevo Testamento permanecieron temporalmente en el Sepulcro Superior y allí se aplicaron al reino espiritual y luego entraron en la Nueva Jerusalén.

Les dije que algunas almas no pueden entrar en el Lugar de Espera del Cielo sino que sólo permanecen en el Sepulcro Superior para siempre.

Esto se aplica a las almas de aquellos que mueren en el útero de su madre y reciben la salvación.

Les diré por qué las almas de aquellos que mueren en la matriz no pueden entrar al cielo sino que se quedan en el Sepulcro Superior para siempre. Ellos no tienen un cuerpo físico completo en el vientre en la tierra, pero ¿Qué tipo de “forma espiritual” tendrán ellos?

También, les hablaré sobre las “formas espirituales” de las almas que permanecen en el Lugar de Espera del Cielo, sobre los “cuerpos resucitados” que las almas salvas tendremos cuando resucitemos y sobre los “cuerpos” celestiales que tendremos en el cielo después del Gran Juicio del Trono Blanco.

Muchas personas se esfuerzan para tener un cuerpo sano y robusto y las mujeres quieren tener la piel tan limpia y pura como una piedra preciosa blanca.

Algunos se preocupan sobre su estatura si son demasiado pequeños o demasiado altos, y otros sobre su peso si están demasiado gordos.

Cuando salgan de su cuerpo físico, comprenderán que no tienen porque preocuparse de eso.

Cuando se pongan el cuerpo resucitado y luego el cuerpo celestial por el poder de Dios, sentirán cuan grande es el amor de Dios que cambió su estructura y color de piel por algo más hermoso.

Por eso, Colosenses 3:2 nos dice: «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra» Yo les ruego a todos ustedes en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que no fijen su mente y ni busquen las cosas terrenales que son temporales y perecederas sino que busquen las cosas celestiales que son verdaderas y eternas.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Cuando un bebé es concebido, no le es dado espíritu hasta que haya completado cinco meses de embarazo. Se le da en el sexto mes de embarazo.

Si el bebé es abortado antes del sexto mes de embarazo, esto no tiene nada que ver con la edad, porque no le ha sido dado espíritu.

Los animales no tienen espíritu y cuando mueren, todo termina. De la misma manera, cuando un feto que no ha recibido espíritu, se muere, significa que todo terminó.

Solo Dios es el que tiene derecho de controlar la vida de la humanidad, así que si alguna persona le quita la vida a un feto, es un asesinato obvio.

Es un acto obvio de ponerse en contra de la autoridad de Dios ¿Cómo pueden decir que es un pecado pequeño?

Sin duda, la retribución vendrá y tendrán que pagar una gran penalidad por ello.

Así que, los creyentes en Dios nunca debemos asesinar los fetos de cinco meses de embarazo que aún no han recibido espíritu y tampoco aquellos que ya han recibido espíritu.

Les dije que Dios permite que la mayoría de los que han recibido espíritu y mueren pero sólo alguno puedan salvarse.

La razón por la que algunos fetos no pueden ser salvos es porque sus padres o antepasados se opusieron severamente a Dios y acumularon muchos males contra Dios y las malas naturalezas que restringen la salvación las heredaron los fetos.

Por ejemplo, algunos creyentes son tan malvados que hablan en contra de las obras del Espíritu Santo, juzgan y condenan y se oponen al Espíritu Santo y envidian e intentan matar a los que glorifican a Dios.

Cuando aquellas personas malvadas conciben un bebé, el bebé hereda todas las naturalezas malas de ellos y cuando el bebé muere en la matriz después del sexto mes de embarazo, no puede ser salvo.

Esto sucede muy excepcionalmente solo en algunos casos. La mayoría de las almas de los fetos que mueren en la matriz, se salvan.

El cerebro de los fetos que mueren en la matriz está en blanco porque ellos no han sido cultivados en absoluto, y cuando mueren, las almas que salen de los cuerpos no tienen forma humana porque los fetos no han cumplido el embarazo completo de 10 (diez) meses.

La forma de su alma se parece al espíritu que les dieron primero, y las almas son levantadas al Sepulcro Superior y permanecen allí hasta la última resurrección.

Cuando el tiempo de la última resurrección venga, los cuerpos de las almas se desarrollarán muy rápido y se detendrán en la forma de la edad de 33 (treinta y tres) años.

Así como los brotes de fríjol en un frasco son muy parecidos, las almas en el Sepulcro Superior se desarrollarán y parecerán iguales. Claro que cada individuo será diferente de acuerdo a su temperamento.

El cerebro de las almas está como un papel en blanco. Las almas se desarrollarán muy rápidamente hasta la edad de 33 (treinta y tres) años y se llenarán del conocimiento de la verdad.

Esto es bastante parecido al cuerpo y aprendizaje de Adán en el Jardín del Edén.

Cuando Dios sopló el aliento de vida en la nariz de Adán, Adán llegó a ser un ser viviente. Su cuerpo fue creado como el de un adulto, pero su alma estaba en blanco, como la de un bebé recién nacido.

Así que, Dios mismo le enseñó diversos conocimientos espirituales por un largo período.

Adán no tenía absolutamente ningún mal cuando fue creado, y vivió en ese estado en el Jardín del Edén, mientras que las almas que han sido salvas en la matriz y permanecen en el Sepulcro Superior tienen el cuerpo carnal con atributos pecaminosos.

Es por eso que según el orden y la posición espiritual, las almas son inferiores a Adán que vivió en el Jardín del Edén.

Y las lamas no pueden entrar al cielo sino que permanecen en el Sepulcro Superior porque se han salvado sin haber experimentado la cultivación humana de Dios.

Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

¿Cual es la forma de las almas que han experimentado la cultivación humana sobre la tierra y han recibido la salvación y que luego permanecen a las afueras del Paraíso, el Lugar de Espera del Cielo?

“La forma espiritual” se refiere a la forma que contiene el “espíritu”. Cada criatura en la tierra, incluyendo a los seres humanos, los animales, y las plantas tienen su propia forma. De la misma manera cada espíritu tiene su propio cuerpo que lo hace parecer diferente el uno del otro.

Cuando uno muere, su espíritu que se parece a su cuerpo sale de su cuerpo. Aquellos cuyos ojos espirituales están abiertos pueden verlo.

Cuando uno muere, el espíritu de un niño se parece a ese niño, el espíritu de un joven se parece al joven, el espíritu de un adulto se parece al adulto, y el espíritu de un anciano se parece al anciano.

Así que, podemos ver cuando cada individuo ha muerto por la forma de los cuerpos espirituales.

Pero las formas espirituales no tienen ninguna parte inválida, ni cicatriz, ni arruga o barba que nuestros cuerpos físicos tienen.

Algunas personas mueren por enfermedades, pero su forma espiritual está sana y hermosa. Cuando los ancianos mueren, su forma espiritual se parece a sus cuerpos físicos pero no están viejos o débiles en absoluto.

No importa cuando vivió, y no importa de qué raza era, la forma espiritual de cada alma que ha sido salva tendrá piel blanca y usará ropa blanca. La forma espiritual de cada alma resplandecerá luces de manera diferente según cuanto hayan cumplido la palabra de Dios y la santificación en la tierra.

Y la longitud del cabello de las mujeres será diferente de acuerdo a la medida que hayan cultivado su espíritu en la tierra.

El cabello les llegará hasta la cintura a las mujeres que han logrado perfeccionar su espíritu y han alcanzado el nivel más alto de fe, y a las mujeres que han alcanzado el cuarto nivel de fe al desechar toda clase de mal y santificarse pero que no lograron perfeccionar su espíritu, el cabello les llegará hasta la mitad de la espalda.

A la mayoría de mujeres que han recibido la salvación, el cabello les llegará hasta sus hombros.

Así, solo al ver la longitud de su cabello podemos suponer en que tipo de lugar de la morada celestial las almas pueden entrar.

A todos los hombres el cabello les llegará hasta el cuello.

Yo creo que ustedes han examinado y entendido las formas espirituales de las almas que permanecen en el Lugar de Espera del Cielo.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Las personas que permanecen en el Lugar de Espera del Cielo no tienen puesto el cuerpo incorruptible sino que existen como la combinación de alma y espíritu.

Así que, las almas que permanecen en el lugar de espera del cielo están esperando la última resurrección.

Solo cuando nuestro Señor Jesucristo aparezca en el aire, ellos podrán tener el “cuerpo resucitado” que es incorruptible y eterno.

1 Corintios 15:51-53 dice: «He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.»

Como dicen estos versos, cuando nuestro Señor venga otra vez, en el aire, las almas que han dormido en Cristo y que permanecen en el lugar de espera del cielo descenderán de allá primero y se unirán con los cuerpos incorruptibles y eternos que están resucitando de las tumbas.

Y aquellos que estén vivos en un momento serán transformados en un cuerpo incorruptible y eterno y serán arrebatados en el aire. Esto se llama el “Rapto.”

El cuerpo incorruptible y eterno que las almas salvas recibirán en la segunda venida de nuestro Señor se llama “el cuerpo resucitado.”

Con este cuerpo resucitado, asistiremos a los siete años del Banquete de Bodas y luego descenderemos a la tierra y pasaremos el milenio ahí.

¿En qué aspectos se diferencia el cuerpo resucitado de la forma espiritual que tendremos en el lugar de espera del cielo?

Primero, el cuerpo resucitado tiene la forma de 33 años de edad, que fue el tiempo que Jesús vivió en la tierra, y esta se aplica a todos aquí, a viejos y a jóvenes, a hombres o mujeres.

El sol está más luminoso al mediodía. De la misma manera, los 33 años de edad son la cúspide de la vida humana.

Una persona que tiene menos de 30 (treinta) años de edad es inexperta en muchas maneras y una persona que está por encima de los 40 (cuarenta) parece envejecida y debilitada, pero una persona que tiene 33 (treinta y tres) años es madura y hermosa.

Por eso Dios escogió y permitió a sus hijos salvos tener el cuerpo incorruptible y eterno en la forma de 33 (treinta y tres) años de edad.

La estatura de los hombres es de 1.80 (un metro ochenta) a 1.85 (un metro ochenta y cinco) y las mujeres son más bajas que los hombres por un palmo de la mano. La contextura no es ni flaca ni gorda. Todos estaremos en la mejor forma.

Esto concuerda con el amor de Dios que nos permite vivir en el eterno reino de los cielos, hermosos y jóvenes.

Este cuerpo resucitado tiene carne incorruptible y eterna y huesos, así que el cuerpo resucitado se puede tocar y respira, come y bebe.

El alimento que se come sale del cuerpo a través de la respiración y se hace nada. Así, el proceso de digestión y excreción ya no se necesita.

Este cuerpo resucitado es espiritual e incorruptible, así que trasciende las limitaciones del mundo físico y puede ir dondequiera y como quiera.

Los sentimientos que el cuerpo resucitado tiene en el espacio espiritual son totalmente diferentes a los de la forma espiritual.

Los sentimientos en el espacio espiritual no son fáciles de explicar. Podemos compararlos con la diferencia entre el sueño y la realidad.

Al soñar, ustedes sienten que la experiencia de su sueño es real, pero es completamente diferente lo que sienten cuando tocan algo y se trasladan a alguna parte en realidad.

Si comparamos los sentimientos que la forma espiritual que consiste de espíritu y alma tiene sólo en el espacio espiritual con los sueños, aún cuando no está completa, el cuerpo resucitado puede sentir el espacio espiritual como una realidad.

Así que, la forma espiritual no está completa sino sólo cuando tenemos el cuerpo resucitado podemos instalar el fundamento por lo cual podemos vivir en el espacio espiritual.

Fue nuestro Señor Jesús el que mostró la realidad del cuerpo resucitado. Él resucitó al tercer día de su entierro y se mostró a sus discípulos.

Juan 20:19 nos dice que cuando las puertas estaban cerradas donde estaban los discípulos, por temor a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y Lucas 24:42-43 dice: “Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos.”

Y Jesús dijo a sus discípulos en Lucas 24:39 “Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.”

Así, Jesús se reveló resucitado a sus discípulos, y de este modo plantó la certidumbre de la fe en la resurrección en sus corazones y les permitió conocer sobre el cuerpo resucitado.

Al principio María Magdalena y los discípulos no reconocieron al Señor que tenía el cuerpo resucitado. Eso se debió a las luces espirituales que salían de su cuerpo resucitado.

Nuestro Señor mostró la señal de los clavos en sus manos ante las dudas de Tomás. Eso no significa que la señal de los clavos permaneciera en su cuerpo resucitado. Él reveló su cuerpo físico a Tomás temporalmente para plantar la fe en su corazón.

Pero en ese momento todo su cuerpo no era el mismo cuerpo que Jesús tuvo durante su ministerio, por ejemplo el cuerpo con barba. Él solamente mostró la señal de los clavos en sus manos como una señal para confirmárseles como su maestro.

Aquellos cuyos ojos espirituales están abiertos ven las formas espirituales y el cuerpo físico de los profetas.

Las formas espirituales presentes de los profetas tienen la ropa blanca y resplandecen de manera diferente según la medida de sus luces. Con su poder Dios puede superponer sus formas espirituales con sus cuerpos físicos que tenían en la tierra.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Disfrutaremos de los siete años del Banquete de Bodas con nuestros cuerpos resucitados y luego vendremos a la tierra otra vez a vivir por mil años.

Después de esto cada uno de nosotros entraremos en nuestro propio lugar de morada decidido para nosotros según el Gran Juicio del Trono Blanco. Para esto tendremos el cuerpo celestial que es el cuerpo espiritual completo. El cuerpo celestial está por encima y es diferente del cuerpo resucitado.

Permítanme decirles la diferencia más grande entre los dos cuerpos. Las almas salvas recibirán diferente gloria, autoridad, y recompensa en el Gran Juicio del Trono Blanco según como hayan actuado y sembrado en la tierra. Así, los cuerpos celestiales que tendrán después del Gran Juicio revelarán no sólo su nivel de santificación sino la gloria y las recompensas y la gloria que Dios les dará.

Así que nosotros podremos saber muchas cosas sólo al ver el cuerpo celestial de cada individuo aparte de su ropa y decoraciones. Por ejemplo, podemos entender cuanto él amaba a Dios y vivía por su palabra, cuan fiel y devoto ha sido al reino de Dios.

Y podemos comprender a cual reino de los cielos pertenece su morada de residencia y que tipo de Gloria y recompensa ha recibido de Dios.

Para entender mejor esto, pensemos en la indumentaria oficial diferente que los graduados llevan según sus diferentes grados y en la vestimenta que llevan los jueces en la corte.

Ellos verdaderamente son jueces y doctores aún cuando no lleven la vestimenta oficial, pero si aparecen oficialmente vestidos, cualquiera puede entender que son doctores o jueces.

De la misma manera, la medida de santificación y recompensa para cada hombre ya se ha decidido después de la historia de la cultivación humana, así cada persona es reconocida y distinguida según la luz espiritual y el resplandor de su forma espiritual.

A través del Gran Juicio del Trono Blanco, sin embargo, Dios reconocerá y declarará oficialmente la gloria única, la autoridad y recompensa para cada persona. Así el cuerpo celestial de cada persona revelará todo de su gloria, autoridad y recompensa.

Cuando una persona se encuentre con otra que es más alto en su gloria, autoridad y recompensa; el primero le mostrará verdadero honor y se inclinará ante el último.

Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

¿Por qué entonces Dios no nos permite tener el cuerpo celestial en la segunda venida de nuestro Señor sino que nos permite llevar el cuerpo resucitado?

El reino de aire donde celebraremos los siete años del Banquete de Bodas es muy diferente del reino de los cielos donde viviremos por siempre jamás en el transcurso del tiempo y densidad del espacio, y de acuerdo a Dios nos permitirá llevar cuerpos diferentes y apropiados en cada espacio diferente.

Camparemos a las personas que viven en la región montañosa con aquellos que viven en las tierras bajas. Ellos se diferencian por la capacidad para respirar.

Hay menos oxígeno en la región montañosa que en cualquier otro lugar, así que el cuerpo de los residentes necesita aumentar su capacidad respiratoria para compensar tanto oxígeno como sea necesario.

No es fácil para la gente que viene de otros lugares adaptarse a estas condiciones pero puede hacerlo con el pasar del tiempo.

Algunos maratonistas van y practican en las tierras altas para aumentar su capacidad respiratoria.

Tal como la gente adapta su cuerpo según la situación en la cual viven, las almas tienen que llevar cuerpos espirituales apropiados y diferentes según el espacio espiritual donde viven. Así, Dios nos permite llevar cuerpos espirituales apropiados según el tiempo.

¿Para qué tipo de espacios espirituales Dios nos permite llevar diferentes cuerpos espirituales? Esto les será explicará la próxima vez con la estructura completa del reino espiritual.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy les he explicado sobre las formas espirituales de las almas salvas, el cuerpo resucitado que tendrán en la resurrección y los cuerpos celestiales que tendrán después del Gran Juicio del Trono Blanco.

No importa que clase de cuerpo espiritual él tenga, cada persona resplandece luces espirituales diferentes desde el interior en la magnitud que haga pan de la palabra de Dios que es luz y camine en ella.

Así, les insto a verificar que clase de luces espirituales están resplandeciendo ustedes desde el interior.

¿Ustedes están resplandeciendo las luces, los brillos de una pequeña estrella en el cielo oscuro, la luna y el sol de mediodía?

Lo que es importante es que ustedes resplandezcan luces diferentes según la medida de espíritu que hayan logrado en la tierra, y vivan con el cuerpo celestial con aquella medida de luz.

Pueda cada uno de ustedes cultivar su corazón en espíritu, resplandecer su luz al mundo y glorificar a Dios, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo yo oro!