• El corazón de Dios

    [Mateo 6: 31-33]

    02-08-2015 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Mateo 6: 31-33]
      «No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas».



      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Cuando los hijos que viven fuera de la casa de sus padres los llaman por teléfono, lo primero que los padres preguntan es cómo les está yendo a sus hijos en vez de hablar de ellos mismos.

      Intentan averiguar si ellos tienen algún tipo de problema en su salud o financiero. Esto es amor de padres.

      El amor de nuestro Padre celestial es aún mayor que este.

      Él sinceramente espera que Sus hijos vivan en paz y sin ningún tipo de preocupaciones o inquietudes.

      El pasaje bíblico de hoy contiene en claridad este amor del Padre.

      Dice lo siguiente: «No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas».

      Dios alimenta a los pájaros en el aire y viste a la hierba que está en el campo. No solo conoce nuestras necesidades sino que también las satisface.

      He conocido y experimentado a tal Dios.

      Fui sanado de varias enfermedades y la carga pesada de la deuda fue llevada.

      Durante los últimos 40 años desde que acepté al Señor, jamás he enfrentado ningún desastre sino que he vivido en paz.

      Y de esta manera, yo siempre oro para que ustedes los creyentes puedan vivir sin ningún tipo de preocupaciones o problemas.

      Con este deseo en mente, quiero hablarles acerca del secreto de llevar tales vidas, y ruego en el nombre del Señor que todos ustedes puedan vivir vidas bendecidas.



      [Mensaje]

      Amados hermanos y hermanas, no es fácil no tener ninguna preocupación o problema en su propia vida.

      Es debido a que desde la caída de Adán, la tierra fue maldecida y la vida misma se convirtió en un sufrimiento.

      Tal como Génesis 3:18 dice en la primera parte: «Espinos y cardos te producirá...», se hizo difícil ganarse la vida al principio.

      Además, puesto que la tierra fue maldita, se crearon muchos gérmenes o virus dañinos. En la actualidad las personas deben vivir con el miedo a las enfermedades.

      Por otra parte, la gente tiene que vivir en el temor de los desastres naturales o accidentes constantemente.

      La pobreza, las enfermedades y los desastres son los tres temas más destacados de preocupaciones y problemas.

      Un antiguo dicho coreano dice que incluso el rey no puede ayudar con la pobreza.

      Significa que es extremadamente difícil acabar con la pobreza.

      Por supuesto, el gobierno hace diferentes políticas, pero no hay casi ningún país donde todo el mundo es absolutamente libre de preocupaciones financieras.

      Pero eso sí es posible en el reino de Dios.

      Pronto les diré ese secreto.

      ¿Qué hay de las enfermedades? Vienen incluso si no les dan la bienvenida o aunque estén muy cautelosos.

      Si ustedes o los miembros de su familia están enfermos, tienen que sufrir de dolor físico y mental.

      Según las estadísticas en Corea en el 2012, si una persona vive el promedio de vida, dos de cada cinco hombres y una de cada tres mujeres contraen cáncer.

      Si incluye otras enfermedades que el cáncer, por supuesto, la probabilidad de enfermarse es mucho mayor.

      Muchas personas sufren de enfermedades no solo causadas por los gérmenes o virus, sino también por «flaquezas».

      El sentido bíblico de «flaqueza» es un estado donde no se puede llevar a cabo actividades físicas normales debido a una o más partes del cuerpo que se paralizan o se degeneran.

      En Mateo 8:17 (LBLA) se hace la diferencia entre flaquezas y enfermedades diciendo: «Para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: Él mismo tomó nuestras flaquezas y llevó nuestras enfermedades».

      La enfermedad en sí plantea algunos riesgos financieros y es dolorosa, pero los miembros de la familia también sufren dolores mentales.

      Ustedes no pueden trabajar si están enfermos y posiblemente esto causa altas cuentas por pagar en el hospital.

      Por supuesto, son afortunados si pueden curar su enfermedad, incluso a muy buen precio.

      Si tienen una enfermedad incurable o terminal, deben vivir como una persona enferma por el resto de su vida o pueden morir pronto.

      Recientemente hubo un brote de MERS-CoV (Síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio) en Corea del Sur.

      Tales virus pequeños causaron tanto miedo en todo el mundo.

      Hermanos y hermanas, también hay desastres que nos llegan sin previo aviso.

      Por ejemplo: es difícil evitar este tipo de desastres naturales, como son los tifones, terremotos, maremotos y accidentes de tránsito causados por otros conductores.

      Recientemente ha habido muchos accidentes de aviones, hundimientos de barcos o accidentes de autobuses o del metro que causan muchas muertes.

      A veces los autos chocan misteriosamente con otros autos o peatones.

      En febrero de este año, hubo densa niebla en el puente Yeong Jong que causó que 106 autos se choquen y algunas decenas de víctimas.

      Por lo tanto, las personas viven preocupadas cuando sus miembros de la familia van a trabajar o a sus estudios.

      Como he explicado, la pobreza, las enfermedades y los desastres, son la principal causa de las preocupaciones de la gente.

      Sin embargo, ustedes que son creyentes en Dios y el Señor son diferentes a las personas de este mundo.

      Pueden vivir una vida libre de cualquier problema o preocupación.

      Ahora, voy a hablarles acerca de los secretos de ser capaz de vivir una vida libre de pobreza, enfermedades y desastres.

      Primero, es creer en la Palabra de Dios y obedecer.

      Proverbios 1:33 dice: «Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal».

      Si tan solo obedecen los dos mandamientos más básicos; es decir, guardar el Día del Señor santo y dar los diezmos completos, la mayor parte de su pobreza, enfermedades y desastres desaparecerán.

      Cuando las Diez Plagas fueron infligidas a Egipto, Dios protegió a Su pueblo Israel.

      Es lo mismo hoy en día, si su identidad se diferencia por ser uno de los hijos de Dios, no se enfrentarán a la pobreza, las enfermedades y los desastres tan fácilmente como los incrédulos.

      La más mínima evidencia con la que se puede demostrar que son hijos de Dios que creen en Él, es que guarden el Día del Señor santo y que den el diezmo completo.

      Si usted acaba de tomar una decisión, es muy fácil de mantener el Día del Señor santo y dar el diezmo completo.

      Si acaban de mostrar la más mínima fe, ustedes no tienen que preocuparse por la pobreza, las enfermedades y los desastres. ¡Cuán grandioso es el amor de Dios!

      Aquellos de ustedes que han creído la Palabra de Dios y obedecido, deben haber experimentado que la pobreza se ha ido en pocos años.

      Por ejemplo: incluso las cosas más difíciles se resuelven y obtienen más pedidos de los clientes.

      Además, no tienen que perder dinero, ya que no les roban ni son estafados, no se enferman y no se enfrentan a desastres.

      Pueden mantener todos sus ingresos e incluso ser capaces de ahorrar, por lo que no tendrían que preocuparse de sus gastos de vida.

      Desde que fui un nuevo creyente, yo creí en las palabras de la Biblia y las puse en práctica.

      Incluso cuando tuve esa gran deuda y luché para pagar solo los intereses, siempre di más diezmos.

      Además, solo para guardar el Día del Señor santo, elegí un trabajo simple en obras de construcción en lugar de un trabajo bien remunerado.

      Como resultado, he sido muy afortunado, por lo cual con confianza puedo decir que doy la mayor cantidad de diezmos y ayudo a los más necesitados entre todos los pastores en el mundo.

      En Malaquías 3:10 leemos:«Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde».

      Yo había sufrido de varias enfermedades, pero desde que conocí al Señor y llegué a vivir por la Palabra, nunca he estado en un hospital ni he tomado ningún medicamento. Tampoco he tenido que enfrentar algún desastre.

      Lo mismo se aplica para mi familia.

      Por supuesto, antes y justo después de la apertura de la iglesia, en la providencia de Dios a veces mis hijas resultaron heridas o se enfermaron, pero cuando confiamos en Dios por completo con fe, Dios las sanó totalmente.

      En cierto momento estaban muriendo de envenenamiento por monóxido de carbono, pero fueron revividas por la oración.

      Hermanos y hermanas: Si ustedes guardan el Día del Señor santo y dan los diezmos completos, Dios apartará de sus vidas la pobreza y los protegerá de los desastres y las enfermedades.

      Sin embargo, en ciertas ocasiones, algunas personas se enfrentan a una enfermedad o un desastre a pesar de que mantienen estos dos mandamientos.

      Entonces, tiene que haber una razón para ello.

      La Palabra de Dios siempre es precisa y correcta. No hay manera de que Él no los bendiga o proteja aunque obedezcan Su Palabra.

      Si no lo hace, es porque ustedes van en contra de la voluntad de Dios.

      Por ejemplo: en caso de enfermedad grave como el cáncer, en muchos casos, ellos o sus familiares cometen pecados que conducen a la muerte.

      Por supuesto, hay otros casos en que estas enfermedades son permitidas por Dios en providencia especial.

      Más detalles sobre esto se explican en Dios el Sanadoru otros sermones.

      En ciertas ocasiones las personas enfrentan situaciones difíciles como lo es la bancarrota de sus negocios o ser despedidos de sus trabajos.

      Si ustedes buscan razones espirituales, en muchos casos, cometieron obras evidentes de la carne que despojan de la salvación.

      En tales casos, aunque mantienen el Día del Señor santo o dan los diezmos completos, Dios no puede protegerlos.

      Por consiguiente, ellos deben arrepentirse por completo y apartarse de los pecados.

      Debido a que Dios el Padre es amor, Él nos ha dado en esta iglesia varias oportunidades de arrepentirnos, como lo hizo el 25 de diciembre de 2010 y el 31 de marzo de 2013.

      Los pecados que conducen a la muerte son pecados sumamente graves.

      Una vez cometidos, es muy difícil que pueda arrepentirse por su propia cuenta.

      Y para perdonar tales pecados, Dios ha permitido que yo, su pastor, pueda completar la medida de justicia por medio del sacrificio.

      Amados hermanos y hermanas:

      Dios siempre quiere bendecir a Sus hijos y cuidarlos.

      Ahora, es mi anhelo que puedan entender este amor de Dios.

      Les insto en el nombre del Señor, que no causen preocupaciones e inquietudes sobre ustedes mismos al desobedecer la Palabra de Dios y habitar en el pecado.

      Hermanos y hermanas: el segundo secreto de vivir una vida libre de pobreza, enfermedades o desastres, es buscar primero el reino de Dios y su justicia.

      Algunas personas guardan el Día del Señor santo y dan los diezmos completos e incluso no comenten pecados graves, pero siguen viviendo en sus preocupaciones y problemas.

      Es debido a que su crecimiento de la fe está en un estancamiento.

      Es decir, su fe no está madurando para ser capaces de buscar primero el reino de Dios y su justicia.

      Si los niños han crecido hasta convertirse en adultos jóvenes, y sin embargo, solo les piden a sus padres que les den a ellos y no les devuelven nada a sus padres, significa que aún son niños pequeños.

      De la misma manera, si usted ha sido un creyente por un período significativo de tiempo y si todavía busca solo las cosas físicas, es algo vergonzoso.

      A tales personas Jesús les dice lo siguiente: «No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas».

      Y luego dice: «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas».

      Él prometió que, si lo hacemos, Dios añadiría todas estas cosas, es decir, alimentación, vestido y vivienda, por lo que no nos faltará nada.

      Yo creía en esta promesa desde que era un nuevo creyente, así que me esforcé de la mejor manera para dar para el reino de Dios y para ayudar a los creyentes en necesidad.

      Una de las mayores alegrías desde que fui un nuevo creyente era dar a Dios.

      Como resultado, yo era el que más cantidad de ofrendas daba en mi iglesia.

      Esto no era porque yo tenía un gran ingreso económico.

      Simplemente creía en la Palabra de Dios y le daba a Él con fe.

      Como resultado de dicha fe, sigo siendo el que más ofrendas da. Pero sinceramente espero que pronto alguien más logre superarme.

      Además ha pasado un largo tiempo desde que me preocupaba u oraba acerca de los miembros de mi familia o de necesidades físicas.

      La primera vez que di mi corazón, mente y alma, mi dinero y el tiempo para el reino de Dios y por las almas, Él llenó todas mis necesidades, incluso para los miembros de mi familia.

      Él protegió y levantó a mis hijas.

      No solo me ha dado bendiciones financieras sino que también me ha protegido de enfermedades o desastres.

      Es mi anhelo que todos ustedes puedan tener este tipo de fe y puedan buscar primero el reino de Dios y su justicia.

      Al hacerlo, espero que ustedes reciban las bendiciones de Dios, llenando sus necesidades en abundancia.

      Por supuesto, hay algunas personas que están en circunstancias físicas muy difíciles para poder liberarse de la pobreza.

      Por ejemplo, hay niños que son cabeza de familia o personas mayores que están enfermos y no pueden trabajar.

      En tales casos, la iglesia y yo vamos a proveer para ellos.

      Nuestros miembros de la iglesia ya están tratando de ayudar a los necesitados, como lo hacía la iglesia primitiva.

      Estoy agradecido de que la cantidad de diezmo aumenta a medida que la fe de ustedes, los miembros, está creciendo.

      Ustedes están recibiendo las bendiciones que han sembrado.



      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas:

      En esta iglesia tenemos el poder de la recreación que puede sanar todas las enfermedades y hacer que todo sea posible.

      En otras palabras, ¡no hay nada imposible!

      Por lo tanto, si ustedes creen en la Palabra, son obedientes a la misma y la ponen en práctica, al menos pueden vivir una vida pacífica libre de preocupaciones y problemas sobre la pobreza, las enfermedades y los desastres.

      Éxodo 15:26 dice: «Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador».

      Por supuesto, algunos de ustedes aún poseen una fe débil o muchos pensamientos que traen preocupaciones como: «¿Cuándo puedo llegar a ser más perfecto? Debería estar parado sobre la roca e ir al espíritu rápidamente».

      En 2 Corintios 7:10 leemos: «Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte».

      En resumen, entreguen todas las preocupaciones y problemas mundanos ante el Señor ypreocúpense solamente por las falsedades que aún no han abandonado y clamen por las almas.

      Al hacer esto, ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan asirse de la Nueva Jerusalén por la fuerza que posee la mayor felicidad y paz.


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