• La iglesia que el Padre ama

    [Efesios 5:9]

    20-12-2015 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      Efesios 5:9 (LBLA)
      «... porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad».

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Hoy quiero hablarles acerca del primer título de oración para el 2016: «La iglesia que el Padreama».

      Los padres aman a sus hijos por instinto.

      A pesar de que ellos sean inmaduros, si los hijos dicen: «te amo», los padres sienten que su arduo trabajo en su crianza no es nada.

      Pero a medida que sus hijos crecen en madurez, el nivel del amor entre los padres y los hijos cambia.

      En la medida en que los hijos sientan y se den cuenta qué tipo de dolores y sentimientos tienen sus padres, el amor hacia ellos se profundizará.

      Si los hijos se sienten de esta manera con sus padres, ellos también tendrán un amor más profundo hacia sus hijos.

      Lo mismo sucede entre Dios el Padre y nosotros.

      Aunque su fe sea grande o pequeña, o sea un nuevo creyente o un líder, todos son preciosos y amados por el Padre.

      Pero a medida que atravesamos por las pruebas, experimentamos la relatividad de las cosas y nos asemejamos al corazón del Padre, nos volvemos más amorosos y agradables a los ojos del Padre.

      Dios el Padre es Luz.

      1 Juan 1:5 nos enseña: «Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él».

      Para poder llegar a ser verdaderos hijos de Dios, quien es Luz, debemos dejar las tinieblas y entrar a la luz.

      La iglesia que el Padre ama es aquella que está llena con este tipo de hijos que son en espíritu y espíritu completo.

      Dios cumplirá con Su providencia en los tiempos finales por medio de estos hijos.

      Los hijos de la luz producirán los frutos de la luz.

      El pasaje de hoy de Efesios 5:9 dice: «...el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad ».

      Ruego en el nombre del Señor que ustedes siempre tengan presente este mensaje y lleguen a ser hijos verdaderos de Dios que caminan con Él.

      Amados hermanos y hermanas:

      El primer fruto de la luz es 'la toda bondad'.

      Es un corazón hermoso; bueno y que está libre de malas intenciones.

      Si ustedes cultivan este tipo de corazón, no tendrán ningún rencor ni tampoco harán nada malo a nadie.

      En sus hogares o lugares de trabajo, ustedes cumplen con sus responsabilidades. No buscan su propio beneficio y tampoco se envanecen.

      Serán misericordiosos con los pobres y ayudarán a los demás, incluso si eso significa sacrificarse a sí mismo.

      En Mateo 5:39-42 dice: «Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra, y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses».

      La verdadera bondad es actuar tal como se indica en el pasaje bíblico, no solo con los que son buenos con ustedes, sino también con aquellos que actúan con maldad.

      Ya que ustedes poseen anhelo por esta verdadera bondad, han orado y ayunado diligentemente.

      Ahora, es posible que tengan una gran sonrisa en sus rostros al mirar hacia atrás y darse cuenta que han cambiado.

      Se regocijan porque saben que han cortado la maldad y la falsedad de su corazón, que anteriormente disfrutaron.

      Por ejemplo, es posible que a algunos de los hombres les gustaba el boxeo o algún tipo de deporte de lucha.

      Algunas de las personas disfrutan ver a alguno de los competidores ser golpeado y sangrar, o quizás maldicen a otro de los boxeadores por no ser lo suficientemente buen luchador.

      Mientras más maldad tengan en su corazón, más les gustarán las cosas malas. De igual manera, mientras más cosas malas disfruten, su corazón se volverá más malo.

      Sin embargo, si ustedes realmente anhelan la bondad, yo creo que ya no disfrutarán de tales cosas.

      Cuando ven violencia y crueldad, ya no se sentirán bien al respecto. Quizás pueden incluso sentirse mal por ello y acabar con este tipo de cosas.

      Lo mismo se aplica para las mujeres.

      En el pasado, muchas de ustedes veían horas de novelas y programas de entretenimiento en la televisión.

      Solían ver y disfrutar de las cosas que satisfacen y dan un impulso al engaño, la envidia y los celos, las peleas, el adulterio, los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida.

      Pero mientras más bondad tienen en su corazón, más se mantienen alejadas de estas cosas.

      No es que no intentan verlas porque quieren llegar a ser santificadas.

      A ustedes ya no les gusta y lo rechazan en su corazón.

      Por supuesto, para alcanzar el fruto de la bondad, no simplemente deben aborrecer la maldad, sino que también deben practicar la bondad y sacrificarse a sí mismas.

      Lo más importante en este caso es que ustedes no simplemente deben hacer cosas buenas en lo externo, sino que deben cultivar la bondad en sus corazones.

      Por ejemplo, conocen que Rut sirvió a su suegra solo con bondad y amor.

      Entonces, ¿qué tipo de corazón tuvo Rut cuando ella sirvió a su suegra?

      Ella no dibujó ninguna frase pensando, ¿cuánto tengo que sacrificarme antes que los demás digan que soy buena?

      Ella no fue obligada a hacerlo. De hecho, ella no esperó conseguir ninguna recompensa o bendición por su servicio.

      Con su amor por su suegra ella de manera voluntaria se sacrificó a sí misma para cumplir con su responsabilidad.

      ¿Qué tipo de corazón tienen cuando actúan en bondad?

      ¿En realidad anhelan la bondad? ¿O practican la bondad porque aprendieron de ella y tienen que entrar al espíritu?Ustedes deben discernir sus motivaciones.

      Pueden dar verdaderamente el fruto de la luz cuando anhelan realmente la bondad de corazón.

      Amados hermanos y hermanas:

      El segundo fruto de la Luz es la justicia.

      Por lo general, la justicia es estar dispuesto a sacrificarse a uno mismo por una buena causa. Es incluso darse a sí mismo en sacrificio.

      El justo será vertical, y no abandona la lealtad e integridad.

      Y no se comprometen con la injusticia ni están de acuerdo con personas injustas por su propio beneficio.

      Los justos en el Señor también pueden crecer rápidamente en la fe.

      Simplemente obedecen todos los mandamientos de Dios que nos decían qué hacer, no hacer, qué guardar o de qué cosas abstenernos.

      Toman sus responsabilidades de manera seria y fielmente las cumplen.

      No se comprometen con la injusticia, sino que mantienen la verdad.

      Aquellos que mantienen su justicia tendrán la evidencia que Dios está con ellos.

      Cuando Daniel fue arrojado al foso de los leones por rehusarse a dejar de orar, Dios cerró la boca de los leones para proteger a Daniel.

      Además, Dios estuvo complacido con él cuando decidió comer solo vegetales por abstenerse de comer cosas prohibidas por la Ley.

      Él era más saludable y de mejor apariencia que los que se alimentaban de los manjares y, encima de eso, Dios le dio increíble sabiduría e inspiración.

      No obstante, en este caso deben tener cuidado de una cosa.

      Es bueno seguir la verdad, pero no deben crear sus propias formas de justicia y criterios.

      Aunque Daniel era un cautivo, él guardó los mandamientos con su propia vida.

      Sin embargo, él no miró con desprecio ni condenó a su pueblo que no guardó los mandamientos como él hizo.Daniel no los obligó a que siguieran su ejemplo.

      A pesar que ustedes mantengan la justicia con sus vidas, si se vuelven arrogantes y condenan a otros, no podrán hacer brillar la luz de vida sobre otros sino que al contrario en su lugar se convierten en una carga para ellos.

      Con el fin de obtener el fruto de la justicia, desde su punto de vista no deberían tener su justicia, sino la justicia de Dios.

      Amados hermanos y hermanas:

      Cuando intentan producir el fruto de la justicia, deben recordar una cosa más.

      Es que la justicia en la verdad está basada en la fe más que en ninguna otra cosa.

      No importa cuán diligentemente ustedes vayan tras lo que consideren que es correcto en su propio criterio, no podrán cultivar justicia con ello.

      Sus acciones se convierten en su justicia cuando obedecen la palabra de Dios con confianza en Él.

      Se dice de Abraham, el padre de la fe, que fue justificado por su fe en Dios.

      Abraham aprendió acerca de Dios por parte de sus antepasados desde su niñez.

      Así, aun cuando él no tenía mucha experiencia con Dios, inmediatamente obedeció Su mandato de salir de su casa, es decir, la casa de su padre.

      A partir de entonces, la confianza de Abraham en Dios se profundizó a medida que experimentó las obras de Dios.

      Cuando Dios dijo que le daría un hijo, incluso cuando él era demasiado viejo para tener un hijo, él simplemente creyó en Dios.

      Después que engendró la semilla de la promesa, Dios le dijo que lo ofreciera en holocausto, pero él confió y obedeció.

      En Hebreos 11:17-19 explica esto de la siguiente manera:

      «Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir».

      Dios no le explicó por qué le había dicho a Abraham que ofreciera a Isaac.

      La confianza y la obediencia de Abraham en Dios no era porque ya había oído hablar del plan de Dios y comprendido la situación.

      Él solo confió en Dios y creía que era el plan de Dios, por lo que estaba dispuesto a obedecer cualquier orden.

      Como él creyó y obedeció de esa manera, pudo darse cuenta de la voluntad de Dios al ordenarle que ofreciera a Isaac de corazón.

      ¡Cuán amado debe haber sido Abraham a los ojos de Dios!

      Por supuesto, dicha confianza no se estableció de la noche a la mañana.

      Cada vez que él experimentaba las obras de Dios, Abraham las guardaba en su corazón.

      Él siguió obedeciendo basado en dicha verdad, y se dio cuenta de la voluntad de Dios de manera más profunda. De esta manera él pudo ingresar a un nivel espiritual más profundo.

      Con el tiempo, él mostraría su fe en una situación que no podía ser entendida en absoluto por los pensamientos humanos.

      A través de esta justicia de la fe, Abraham recibió la bendición de convertirse en el padre de la fe.

      Si ustedes piensan acerca de la justicia de Abraham, yo creo que pueden entender por qué la confianza y el amor es tan importante en el fluir espiritual de esta iglesia.

      Ruego en el nombre de nuestro Señor que ustedes puedan comprender la profunda voluntad de Dios por medio de la completa fe y obediencia como tuvo Abraham, y que también practiquen la verdad con toda su vida.

      Amados hermanos y hermanas:

      El tercer fruto de la Luz es la verdad.

      Ser veraz significa no poseer falsedad o variación.

      No quebrantar sus promesas. Una vez que se determinan a hacer algo, jamás deben cambiar de parecer.

      A pesar que no ven los resultados rápidamente, siguen marchando hacia la meta.

      Solo este tipo de personas veraces pueden ser reconocidas tanto por Dios como por los demás por ser dignos de confianza.

      Ahora, ¿cuánto del fruto de la verdad han estado produciendo?

      Si miran hacia el pasado, en ocasiones fueron bendecidos en gran medida por los mensajes, se dieron cuenta de cosas importantes y tomaron una decisión para hacer ciertas cosas.

      Si ustedes siguen guardando la gracia que han recibido y su determinación, podrán estar parados sobre la roca y entrar al espíritu y espíritu completo con mayor rapidez.

      Pero incluso si no han guardado la gracia que han recibido no tienen que sentirse desanimados.

      Si tan solo se deciden una vez más y producen el fruto de la verdad, sin duda pueden llegar a convertirse en un fruto del espíritu.

      Hermanos y hermanas: para que realmente puedan producir el fruto de la luz, deben tener bondad, justicia y verdad; todos ellos.

      Si son buenos pero les falta justicia, es posible que se vean como alguien necio e indeciso.

      Ustedes no serían capaces de arrojar la luz de la verdad sobre los incrédulos, sino que podrían ser ignorados o incluso utilizados.

      En la fe sucede lo mismo, por causa de la falta de justicia ustedes no pueden guiar a otros al espíritu o dar a luz a la vida, por esto no es bondad espiritual.

      Por otra parte, si están en lo correcto pero carecen de la bondad, no es virtuoso, y realmente no pueden arrojar la luz de la verdad.

      Así que ahora, a pesar de que tienen la armonía de la bondad y la justicia, también deben tener la verdad en ustedes.

      A pesar que en un momento desechan el mal con un corazón sincero y practican la justicia en completa obediencia, si se toma el mal de nuevo y deciden desobedecer, después de todo no pueden cosechar buenos frutos.

      Adán era un espíritu viviente. Él era libre de la maldad y tan solo fue obediente. No obstante, cuando él escogió la desobediencia por su libre albedrío, fue corrompido y se convirtió en carnal.

      Con el fin de obtener el fruto completo de la luz, tenemos que cultivar la verdad, para que podamos seguir en la elección de la bondad y la justicia con nuestro libre albedrío.



      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas:

      En Sofonías 3:17 leemos: «Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos».

      ¡Qué palabras tan hermosas!

      Si Jehová está en medio de uds., también Él se gozará sobre uds. con alegría y callará de amor, y se regocijará sobre uds., ¡cuán honrados serán ustedes!

      Las tinieblas ni siquiera se acercarán a sus vidas, y serán bendecidos cuando entran y cuando salen.

      También, al igual que Abraham, reflejarán la luz a los que ustedes conozcan y serán una fuente de bendición.

      Les ruego que oren fervientemente en el 2016 para que puedan producir el fruto de toda bondad, justicia y verdad.

      Al hacer esto, que Dios pueda llenar toda su providencia en los tiempos finales por medio de ustedes que son la luz, y que eventualmente los dirija hacia la Nueva Jerusalén.

      [¡Amén!]


    • Language
    • x