[Mateo 22: 37-40]
20-03-2016 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
Mateo 22: 37-40
"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas."
[Introducción]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Demos las gracias y la gloria a Dios Padre quien nos ha bendecido para realizar este servicio devocional de la Misión de hombres y mujeres, y de los devotos oración.
También doy gracias a los que se han preparado para este servicio con todo su corazón para hacer de este un servicio aceptable al Señor.
Amados devotos y otros miembros, la lectura de este día es la respuesta de Jesús a la pregunta de un abogado.
El abogado le preguntó cuál era el mayor mandamiento entre todos los mandamientos del Antiguo Testamento.
Elegir el mayor entre tantos mandamientos, es una pregunta muy difícil.
Pero para Jesús, quien entiende los fundamentos de la ley, no era difícil.
El primero es amar a Dios, y el segundo es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
A pesar de que hay cientos de mandamientos, el fundamental de toda la ley es el amor.
Amados devotos y otros miembros, algunos dicen que aman al Señor y que Dios es todo para ellos mientras que están en la iglesia, pero se convierten en personas totalmente diferentes en su vida diaria.
No siguen la voluntad de Dios ni hacen las cosas que Dios quiere. Solamente viven de acuerdo a su conveniencia, siguiendo los deseos de la carne, la lujuria de los ojos y la vanagloria de esta vida.
A menos que llenemos nuestro corazón con el Padre completamente, la parte vacía de nuestro corazón será llenada por el mundo.
Por esta razón, algunas personas profesan su amor por el Señor con lágrimas, pero un poco más tarde regresan al mundo.
También había esta clase de personas en los tiempos del apóstol Pablo.
Por ejemplo, una persona llamada Demas fue mencionada en la epístola a los Colosenses y a Filemón, cuando Pablo estaba saludando a los creyentes.
Colosenses 4:14 dice, "Os saluda Lucas el médico amado, y Demas".
Pablo había sido arrestado y encarcelado cuando estaba escribiendo esta carta.
Incluso en medio de estas dificultades Lucas y Demas estuvieron con él.
Pero en 2 Timoteo, que fue escrito en un momento posterior, dice: "porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica".
Una vez Demas amó al Señor y permaneció con Pablo incluso cuando el apóstol estaba en dificultades. Pero más tarde, cuando Pabloestaba encarcelado en Roma, Demas mudó su corazón.
Estos casos están también presentes en la actualidad.
Cuando ellos están llenos del Espíritu piensan que han desechado las cosas seculares, pero cuando se enfría su fervor, esas cosas vuelven a ellos.
Mientras están corriendo diligentemente la carrera de la fe, en cierto momento ellos piensan, "¿realmente tengo que hacer esto? Esta vida es difícil".
En el pasado, habían dicho 'Amén' incluso a los mensajes que no entendían, pero ahora tienen pensamientos carnales.
En estos momentos, si otros los tentaran con palabras agradables para los oídos, ellos prestarían atención.
Olvidan las palabras de la verdad que escucharon y las obras de Dios que experimentaron. Ahora son esas tentadoras palabras las que suenan bien.
En lugar de tratar de entender la voluntad de Dios, solamente buscan lo que es más cómodo y beneficioso para ellos.
Y sin embargo, solamente dicen: "Dios es amor. Él me entenderá". Incluso se comprometen con el mundo y aún se justifican a sí mismos pensando que es la voluntad de Dios.
Pero lo que Dios quiere de nosotros no es esa clase de amor cambiante.
Él quiere el amor que nunca cambia sino que solamente se vuelve más profundo con el paso del tiempo.
Por medio del mensaje de este día, espero que su corazón se llene solamente del Padre y del Señor, y que ustedes puedan ofrecer a Él el verdadero aroma del amor.
[Mensaje Principal]
Amados devotos,
Ahora, con el fin de llenar su corazón sólo de Dios y del Señor, en primer lugar, necesitan armarse con las palabras de Dios.
Aquellos que aman a Dios por naturaleza anhelarán oír Sus palabras.
Si aman a alguien, ¿no desean saber acerca de ellos?
El corazón y la voluntad de Dios están en los 66 libros de la Biblia.
Además, el evangelio de santidad predicado en esta iglesia les da respuestas claras incluso a los pasajes difíciles de la Biblia que no podemos entender si se interpretan literalmente.
Así que, aquellos creyentes que tenían anhelo por palabras espirituales y vinieron a esta iglesia generalmente sienten que las palabras de Dios son más dulces que la miel y la miel del panal.
Algunas personas escuchan cientos de sermones en un corto periodo de tiempo, y otros leen todos los libros.
Sin embargo, escuchar tantos mensajes y sentirse bendecido no significa necesariamente que están armados con palabras de Dios.
Una vez en el inicio de esta iglesia el Señor me explicó algo.
"Si vas a predicar sobre 'la fe' podrías hacerlo incluso durante diez horas.
Pero después que los miembros han escuchado ese sermón, ¿cuánto de este serían capaces de explicar?
Ellos piensan que entienden los sermones cuando los oyen, pero el nivel de obtener realmente pan espiritual de él es totalmente diferente".
Por ejemplo, cuando a los estudiantes se les enseña alguna fórmula matemática en la escuela, algunos de ellos tienen poca comprensión de la misma.
Algunos otros piensan que la han entendido en clase, pero realmente no pueden resolver los problemas con esas fórmulas.
Pero los otros la entienden bien y resuelven con facilidad los problemas usando las fórmulas.
Pueden incluso ayudar a otros estudiantes también.
De la misma manera, ustedes primero tienen que escuchar la palabra de Dios y tenerla como conocimiento. Entonces, tienen que obtener realmente el pan espiritual de la misma cultivándola en su corazón.
Ustedes creen que han escuchado y conocen sobre el Mensaje de la Cruz, el Capítulo del Amor, las Bienaventuranzas y los Frutos del Espíritu Santo, pero si se les pide que los expliquen, ¿cuánto serían capaces de explicar?
Además, ¿cuánta autoridad espiritual tendrían para poder cambiar al oyente?
El armamento espiritual de la palabra de Dios es aplicar la palabra de Dios a sus palabras, pensamientos y acciones en su vida cotidiana.
Cuando ustedes no eran creyentes, podrán haber hecho rabietas, hablar en lenguaje vulgar, o decir palabras negativas cuando las cosas estaban mal.
Cuando escuchaban sobre las faltas de otros, con facilidad juzgaban y condenaban, calumniaban o incluso maldecían.
Pero si se arman con las palabras de Dios, las cosas cambian.
Aplicarán la palabra cada momento pensando, "Yo soy un hijo de Dios y no puedo hacer las cosas que le agradan al enemigo el diablo y Satanás. La ley espiritual dice que lo que tú declares será cumplido, por consiguiente voy a hablar palabras de fe y esperanza. Voy a intentar comprender desde los puntos de vista de los demás y pensar en bondad".
Cuando sus hijos en repetidas ocasiones no les escuchan, se sienten enojados. Pero se recuerdan las palabras de Dios y piensan, "No, el amor no se irrita".
Si están desanimados porque su arduo trabajo no es reconocido, la palabra de Dios vive y trabaja en ustedes para que puedan pensar, "el Padre lo sabe todo y yo sólo debo seguir sirviendo más".
En las oraciones también, si oran aferrándose a las palabras que han comprendido, no balbucearán con repeticiones sin sentido sino que orarán con la inspiración del Espíritu Santo.
Por supuesto, si están completamente armados con la palabra de Dios, esto significa que su corazón es cultivado con la verdad. Por lo tanto, incluso si ustedes no tratan de recordar la Palabra, de forma natural vivirán por ella.
Por el contrario, los que guardan la palabra solamente como conocimiento son propensos a convertirse en arrogantes.
Piensan que conocen la palabra, pero en lugar de cambiar ellos mismos con esa palabra, señalan los errores de los demás o juzgan y condenan.
Así, a pesar que han sido creyentes durante mucho tiempo, cambian lentamente, y aun no pueden discernir la voluntad de Dios.
Espero que ustedes devotos, diligentemente hagan el pan espiritual de la palabra de Dios y no solamente la pongan en su cabeza sinográbenla en su corazón, así mismo ármense con ella espiritualmente.
Amados devotos y otros miembros,
Para llenar nuestro corazón con Dios y el Señor, en segundo lugar, debe haber oraciones fervientes.
Como expliqué hace un momento, tenemos que aprender la palabra de Dios con el corazón, y esto no puede hacerse sólo con nuestro propio poder.
Debe haber la gracia y la fortaleza de Dios y la ayuda del Espíritu Santo.
Y es la oración ferviente la que hará descender esta gracia, fortaleza y ayuda.
Solamente cuando oramos por cada elemento de la palabra de Dios, esta palabra será aplicada y obrará en nuestra vida cotidiana por medio del obrar del Espíritu Santo.
Además, sólo cuando oramos fervientemente puede ser quemada la naturaleza pecaminosa del corazón y nos santificamos, para que podamos amar a Dios en primer lugar.
Asimismo, la oración es la respiración espiritual.
Sin oración, no podemos sentir el amor del Padre ni la gracia del Señor profundamente.
Laesperanza celestial y la fe también disminuirán.
A pesar que una vez fueron muy diligentes y fervientes en la fe, la plenitud del espíritu se enfría mientras dejan de orar solo una o dos veces.
Ustedes solían estar satisfechos sólo con el Señor, pero desde un cierto punto en el tiempo se sienten vacíos y miran atrás hacia el mundo.
Sienten que las cosas que solían disfrutar eran buenas, y que otros están disfrutando de un montón de cosas. Ahora, aceptan de nuevo las cosas carnales en su corazón que una vez desecharon.
Incluso si cortan las malas hierbas una y otra vez, estas crecerán de nuevo a menos que sean cortadas de raíz.
De la misma manera, si dejan de orar, esto significa que han dejado circuncidar tu corazón. Entonces, las falsedades empiezan a entrar de nuevo en su corazón, el cual solía estar lleno de la verdad.
Es por eso que 1 Tesalonicenses 5:17-18 dice que es la voluntad de Dios que oremos sin cesar, y Colosenses 4:2 dice, "Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias"
En este momento, me gustaría revisar sus oraciones una vez más.
A pesar que ustedesasisten a la reunión de oración de Daniel cada noche, piensen en qué clase de aroma tienen sus oraciones delante el Padre.
Elevar su voz no significa necesariamente que es una oración ferviente.
Tienen que entregar todo su corazón como un aroma, tal como si estuvieran hablando con Él mirándole a los ojos delante de Su trono.
No deben hacer repeticiones sin sentido, ni tener somnolencia o pensamientos ociosos. Tiene que ser una conversación sincera con el Padre.
Además, tienen que pedir las cosas apropiadas basándose en las palabras de Dios Padre.
En primer lugar, tienen que buscar primeramente Su reino y Su justicia.
Les pido en nombre del Señor que oren sin cesar con un aroma denso y hermoso, para que sean llenados totalmente con el Padre y la verdad.
Amados devotos y otros miembros,
Para llenar nuestro corazón con Dios y el Señor, en tercer lugar, tenemos que tener amor espiritual.
El amor espiritual acompaña al sacrificio.
El pasaje bíblico de este día dice que tenemos que amar a Dios con todo nuestro corazón, nuestra alma y nuestra mente.
Los que aman con todo su corazón no dan solamente una porción de su corazón a Dios y dan el resto del mundo.
Debido a que confían en Dios completamente, obedecen incluso las cosas que no son beneficiosas para ellos o las cosas que no comprenden.
Los que aman con toda su alma cumplen la voluntad del Señor sin escatimar sus vidas, justo como lo hicieron los apóstoles y los profetas.
Los que aman con toda su mente guardan su corazón sinceramente sin cambiar su pensamiento acerca de Dios.
Estas personas mantienen su integridad ante Dios bajo cualquier y todas las amenazas y persecuciones, así como los tres amigos de Daniel no se inclinaron ante un ídolo aún cuando iban a ser arrojados en el horno de fuego.
Este es el amor espiritual.
Aquellos que aman a Dios de esta manera también amarán las almas como a sí mismos, así como se dice que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Por lo tanto, quieren llevar a las almas el amor que recibieron del Padre y del Señor.
Desde que conocí a Dios, yo no escatimo nada para el Señor.
Si fuera solamente para alcanzar el Reino de Dios, podría saltar al agua o al fuego con gozo y sin resistencia.
Fui cuando Dios dijo 've', y me detuve cuando Él dijo 'alto'.
Cuando el Espíritu Santo movió mi corazón, obedecí e hice innumerables ayunos y vigilias.
Si sólo un alma más podía salvarse, si sólo un alma más podía ser conducida a la Nueva Jerusalén, hice cualquier clase de sacrificio necesario por ellos.
Si ustedes cultivan ese amor espiritual, también serán amados por Dios al grado máximo.
Además, Juan 6:29 dice, "Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado".
Juan 7:17 dice, "El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta".
Los que aman y veneran a Dios con su corazón, son capaces de reconocer a un hombre de Dios que enseña y hace la voluntad de Dios.
En la medida en que ellos aman al Padre, también con sinceridad aman y confían en un hombre de Dios.
Esto está en consonancia con la razón por la cual el Padre ha estado haciendo hincapié en cuanto a la confianza y el amor hacia el pastor, en cuanto a cultivar el espíritu y el espíritu completo.
[Conclusión]
Estimados devotos y otros miembros,
Proverbios 8:17 dice, "Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan".
Entrar en la nueva Jerusalén no es algo que sea muy difícil.
Cualquier persona puede entrar en la nueva Jerusalén si solamente están dispuestos a deshacerse de las cosas mundanas una por una y a llenarse solamente con el Padre.
Además, no se trata que solamente ustedes vayan, sino también que puedan fortalecer a otros para ir juntos.
Para ello, en primer lugar, ustedes deben armarse con la palabra de Dios.
En la medida en que hagan el pan espiritual de la Palabra y se armen con ella, Dios que es la Palabra misma, pueden estar plenamente en ustedes.
En segundo lugar, tienen que orar fervientemente, y en tercer lugar, hay que tener amor espiritual.
Por supuesto, ustedes han estado orando y tratando de armarse con la palabra de Dios.
También han estado tratando de cultivar el amor espiritual.
Pero ahora, espero que se examinen una vez más con sinceridad y que se llenen realmente sólo con el Padre y el Señor.
Al hacerlo, puedanagradar al Padre al grado máximo así como lo hizo Enoc y puedan estar en posiciones honorables delantedel Padre tanto en la tierra y como en el Cielo, ¡Oro en nombre del Señor!