• ¿CÓMO TENER FE ESPIRITUAL?

    [Hebreos 11:1-3]

    26-05-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • MEDIDA DE FE 2
      ¿CÓMO TENER FE ESPIRITUAL?
      Escritura: Hebreos 11:1-3
      “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”

      Amados Hermanos en Cristo:
      Esta es la 2da. Prédica de La Medida de Fe. La primera y esta segunda prédica servirán como introducción a todos los demás sermones de esta serie sobre “La Medida de la Fe”. Mi intención es explicarles qué cosa es realmente la fe, antes de entrar de lleno a exponerles sobre La Medida de Fe.
      Por fe es que somos salvos, por fe podemos entrar al reino de los cielos\\\; también es por fe que podemos orar a Dios y recibir respuesta a nuestra oración.
      Sin embargo, esta fe tiene que ser fe espiritual\\\; la única fe que Dios acepta y aprueba. Aunque confesemos y declaremos, “Yo creo”, a menos que sea fe espiritual reconocida y aceptada por Dios, no podremos recibir salvación ni respuesta a nuestras oraciones.
      Por eso, en la última reunión les compartí sobre la fe carnal y la fe espiritual para ayudarlos a entender cuál es la fe espiritual que Dios aprueba. Con esta fe espiritual, podrá creer incluso las cosas que no están de acuerdo a su propia forma de pensar y a sus creencias. Esta clase de fe nunca cambiará bajo ninguna circunstancia y no permanecerá como simple teoría, sino que será acompañada de hechos.
      Si tenemos fe espiritual, podremos ordenarle a una montaña que se mueva de aquí allá y podremos también recibir respuesta a las cosas que son imposibles de realizar por la capacidad humana.
      No obstante, el hombre no puede tener este tipo de fe espiritual tan sólo deseándolo.
      Romanos 12:3 cita, “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”
      Digamos que hay alguien con una fe débil. Está en una situación en la cual debe ser sometido a una operación quirúrgica inmediatamente. Pero supongamos que usted le está diciendo, “Puedes sanar si recibes con fe la oración de sanidad. ¿Por qué quieres operarte? Puedes esperar al culto y recibir con fe la oración de sanidad.” Sin embargo, usted NO DEBE decir esto.
      La otra persona debe actuar de acuerdo a su fe. Si tiene fe, recibirá la oración por su propia fe. Si no tiene fe, no podrá sino confiar en el mundo y en sus métodos, debido precisamente a que no tiene fe. Pero, aún a pesar de eso podrá plantar la semilla de fe en esa persona. Y si logra tener fe, actuará con su propia fe.
      Los siguientes dos casos que mencionaré son diferentes: El primero, puede recibir la oración de sanidad con fe, creyendo que será sanado al recibirla\\\; y el segundo, puede recibir la oración porque usted lo obliga a pesar que no tiene fe para creer. No debe obligar ni forzar a la persona. Será hecho de acuerdo a la fe de cada uno. Por eso Dios nos dice que cada uno debe pensar de sí mismo con cordura. Tal como se indica, podemos tener fe espiritual de acuerdo a la medida de fe que Dios ha repartido a cada uno.
      Los que andan en el espíritu nunca se comprometerán con el mundo ni confiarán en sus métodos. Recibirán respuestas de Dios. Pero si no tienen fe, incluso si son Ancianos en la Iglesia o Diáconos titulares, dependerán del mundo\\\; y si eso no funciona, sólo entonces vendrán para que se ore por ellos. Primero confían en el mundo y en sus métodos.
      O, como no reciben respuesta a sus oraciones, entonces van y confían en el mundo. Sin embargo, eso es justamente mostrarle a Dios que no tienen fe. Y es por eso que Dios nos dice que debemos actuar conforme a la medida de nuestra fe.
      Si el hombre pudiera tener fe espiritual tan sólo deseándola, habría muchos problemas en este mundo. Por ejemplo, si el dueño de una tienda pidiera, “Señor, haz que ningún cliente vaya a la tienda del costado, sino que vengan todos a la mía.” O si alguien que odia mucho a su vecino, ora diciendo, “Haz que ese hombre tenga un accidente de tránsito.”
      Si esas personas tuviesen por sí mismas fe espiritual con la cual pudieran recibir respuesta a sus oraciones, el mundo sería un caos. Por eso, el Dios de justicia da la fe que es respondida, sólo a los que reúnen las condiciones para ello.
      Por cierto, aquellos que tienen esta clase de fe espiritual no van a orar pidiendo algo malo. Si usted pudiera tener por sí mismo fe espiritual y orara pidiendo bendiciones, todos recibirían bendiciones. Orarían, “Padre, por favor te ruego que me permitas darte mil o mejor 10 mil dólares de diezmo cada mes,” y si fuera respondida la oración. ¿Qué haría?
      Hoy, les voy a hablar de cómo lograr tener la fe espiritual que Dios da. Oro en el nombre del Señor para que, a través de este mensaje, reciban respuesta a todo lo que pidan y sean bendecidos logrando tener una gran fe espiritual y así den la gloria a Dios en todo.

      Amados Hermanos en Cristo:
      En Marcos 9:22, un padre que tenía a su hijo endemoniado vino a Jesús y le dijo\\\; “Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua para matarle\\\; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.”
      Aquí, la declaración del padre, “…pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos” no es una confesión de fe. No estaba afirmando con fe que Dios es todopoderoso, sino estaba esperando algo de suerte
      Hay muchos de ustedes que vienen a recibir la oración, esperando algo mágico o tan deseando tener suerte. Algunos oyen a los pastores predicar y pasan para recibir la oración deseando tener suerte, a pesar que no tienen fe. Si tuvieran fe como un grano de mostaza, recibirían respuesta, pero no la tienen.
      Por eso, Jesús le dijo, “Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” Inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo, “Creo\\\; ayuda mi incredulidad.”
      Noten que primero dijo, “Creo”\\\; pero luego añadió, “…ayuda mi incredulidad.” Pareciera que esto no tuviera sentido. Sin embargo, en verdad si lo tiene. Es tan sólo que el significado espiritual de cada expresión es diferente.
      Cuando el hombre dijo\\\; “Creo” fue una confesión hecha carnalmente\\\; esto es, con una fe carnal. Es decir, el hombre había escuchado de Jesús y sabía de Él y de sus milagros como conocimiento. De hecho, había oído muchas cosas de Jesús.
      Había escuchado que Jesús echaba fuera demonios, hacía que los ciegos volvieran a ver, los sordos pudieran oír y los mudos hablar\\\; es decir manifestaciones asombrosas de obras poderosas.
      Como había escuchado estas noticias y estaba al tanto de lo que sucedía, dijo que creía con su mente. Incluso con una fe mental, primero tiene que venir ante el Señor.
      A continuación, declaró, “ayuda mi incredulidad”. Al decir esto, el hombre pidió que se le diera fe espiritual para recibir respuesta a su petición, porque se había dado cuenta que no poseía la fe espiritual para recibir la respuesta, a pesar que tenía fe mental, como conocimiento, por haber escuchado de Jesús.
      Cuando Jesús vio al hombre pidiendo de esta manera con un corazón humilde, reprendió al espíritu inmundo, ordenándole, “Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.” Así, el demonio salió y el muchacho fue sano.
      Pueden ver que los demonios pueden volver a personas mudas y sordas. Entonces, si es sordo o mudo, ¿Acaso eso significa que tiene un demonio? No necesariamente. Tal vez su tímpano se haya roto o tenga alguna infección en su oído. O, tenga parálisis cerebral o apoplejía y no pueda hablar.
      Sin embargo, hay casos en los que las personas son mudas o sordas debido a demonios. Debe poder discernir entre estas cosas. No debe tan sólo decir, “Espíritu mudo y sordo, sal” porque hay algo así escrito en la Biblia. Sólo debe hacerlo cuando es realmente una obra de un demonio. Únicamente entonces podrán ser liberados de los demonios y volverán a hablar y a oír otra vez.
      No deben decir que alguien está endemoniado tan sólo por que está enfermo. La Biblia hace una clara distinción entre los demonios y la enfermedad. Cuando la suegra de Pedro tenía una fiebre muy alta, nuestro Señor le ordenó a la fiebre que saliera.
      En este punto, deben entender una cosa más. Jesús le ordenó al demonio que saliera del muchacho y que no volviera a entrar más en él. Cuando echa fuera demonios, deben hacerlo de tal manera que no vuelvan a entrar. No deben limitarse a echarlos fuera y ahí terminar. Deben orar para que nunca más vuelvan a entrar.
      Además, deben saber que, en algunos casos, incluso si un siervo poderoso de Dios echa fuera demonios, éstos pueden regresar. Aun si un hombre con mucho poder ordena a los demonios que no regresen, éstos pueden volver. ¿Por qué sucede esto? Es cuando el endemoniado blasfema contra el Espíritu Santo o cuando voluntariamente hace las obras de la carne que conducen a la muerte y el muro de pecado que lo separa de Dios no se ha derribado.
      En este caso, cuando el hombre con el poder de Dios manda salir al demonio, éste sale\\\; pero luego que se retira, el demonio regresa. ¿Por qué? El siervo de Dios tiene esta clase de autoridad, porque el endemoniado no tiene nada que ver con Dios. Primero, los demonios salen por la orden del hombre de Dios, pero si se va, vuelven otra vez.
      Entonces, ¿Qué debe hacer? En este caso, la persona poseída debe arrepentirse completamente y, de esa forma, derribar el muro de pecado que lo separa de Dios y, entonces, el hombre de Dios echará fuera al demonio. Si el problema del pecado no se resuelve, todo esfuerzo fracasará y será en vano. Jesús ordenó al demonio que nunca más volviera y el muchacho sanó.
      Primero, el padre de este muchacho sólo tenía fe mental, es decir, pensaba que creía porque sabía de Jesús, pero pidiéndole a Jesús, llegó a tener fe espiritual. Y con esa fe espiritual, su hijo fue completamente sano por el obrar de Dios.

      Amados Hermanos en Cristo:
      A fin que ustedes encuentren y experimenten a Dios, deben tener fe espiritual. Sin embargo, no todos tienen desde el principio una gran fe espiritual.
      Comienza con una fe como del tamaño de una semilla de mostaza. Esto es, primero oyen el evangelio y aceptan al Señor para recibir el Espíritu Santo, y tener la fe para ser salvos.
      Desde ese momento, su fe comienza a crecer en la misma medida que escuchan la Palabra de Dios y la hacen su pan espiritual\\\; es decir, su alimento diario. Entonces, ¿Cómo pueden tener fe espiritual?
      Primero, deben derribar todo pensamiento y teoría que impida que tengan esta fe espiritual.
      ¿No desean todos eso? Todos quieren cambiar su fe carnal, a una fe espiritual y andar en el espíritu. Sin embargo, el mayor de todos los obstáculos para andar en el espíritu son los pensamientos y teorías que hemos aprendido.
      Como se menciona en 2 Corintios 10:5, “…derribando argumentos…” Si, debemos derribar todo tipo de argumentos y teorías. “…y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.” ¿Qué es toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios? Son sus argumentos y teorías. Cuando un nuevo creyente viene y escucha el mensaje, lo juzga al decir, “Eso no es cierto o eso no está bien.”
      Debido a que no concuerda con sus pensamientos, estas personas dicen, “Eso no está bien. ¿Por qué tiene que predicar sobre eso?” Pero el hombre espiritual recibe el mensaje sólo con un “Amén”. El hombre carnal tiene sus propios pensamientos y teorías y procura que todo se adapte a ellas. Por eso, no está de acuerdo con la Palabra de Dios.
      Así, esta altivez que se levanta contra Dios es la arrogancia y el orgullo. Como las personas tienen sus propios criterios y pensamientos, piensan que la Palabra de Dios, que es la verdad, no es cierta ni correcta.
      Piensan que sólo las cosas que van de acuerdo a su forma de pensar y a sus criterios son las únicas correctas. Esto es ir en contra de Dios\\\; y es orgullo.
      Este orgullo de sí mismos hace que se opongan a Dios.
      Y el versículo añade, “…y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” No sólo este o aquel pensamiento, sino todo pensamiento.
      Nuestro Señor nos dice que Él es el camino y la verdad y la vida. Debemos hacer que nuestros pensamientos obedezcan a esta verdad. Sólo la Palabra de Dios es la absoluta verdad. Debemos obedecerla y responder con sólo un “Si” a esta Palabra.
      Como ya les explique en la última prédica, no todo su conocimiento, teorías, formas de pensar y valores son ciertos. Sólo la Palabra de Dios es la única y eterna verdad.
      Las personas tienen diferentes clases de conocimiento. Por cierto, también hay ciertas cosas que tienen en común. Por ejemplo, 1 más 2 es 3. Esto es cierto. Nunca cambia. Sin embargo, de acuerdo a sus pensamientos y educación, usted tendrá un diferente conocimiento. Todos tienen diferentes valores. Por eso, cuando intentan que otras personas se adapten o se ajusten a sus valores y pensamientos, ahí se presentan los problemas y las dificultades.
      Sucede lo mismo entre los esposos. Si ambos fueran flexibles el uno con el otro, pensaran antes de hablar, y procuraran entender el corazón y el punto de vista del otro, podrían llegar a un acuerdo y unirse y ser uno.
      Podrían llegar a tener una bella y espiritual familia con sus corazones y pensamientos unidos. Pero si uno trata de imponerse al otro y hacer que le sirva, o si uno de ellos siempre quiere tener la razón y comienzan a discutir sobre sus familias y su educación, su relación se vendrá abajo.
      El respeto de la esposa hacia su esposo desaparecerá y su amor se enfriará. Por eso, hay cosas que entre los esposos nunca se deben decir. No deben JAMAS pronunciar palabras que hieran los sentimientos del otro. Deben siempre decir palabras respetuosas porque vivirán con esa persona.
      Si insistimos en que nuestro punto de vista, conocimiento y teorías son siempre los correctos, nuca podremos aceptar la Palabra de Dios ni tampoco llegar a tener fe espiritual.
      Si lo que han aprendido en el mundo no está de acuerdo con la Palabra de Dios, deberá negarlas y desecharlas y confiar sólo en la Palabra. Pero debido a que no hacen esto, no pueden tener fe espiritual.
      Al respecto, ustedes que son miembros de la Iglesia Manmin tienen más oportunidades que cualquier otra persona para derribar sus argumentos, teorías, formas de pensar, pensamientos y opiniones.
      Muchos de ustedes han recibido un nivel superior de educación en el mundo, pero ¿Por qué reciben el mensaje con un “amén” y llevan una entusiasta y alegre vida cristiana?
      Es porque han experimentado las obras de Dios que van más allá del conocimiento y de las teorías del mundo. Si están asistiendo a esta Iglesia por tan sólo un mes, habrán visto y oído de las muchas señales y maravillas que se producen cada semana.
      En especial, muchas enfermedades y dolencias incurables que han sido sanadas por el poder de Dios, tantas que ni siquiera podemos contar el número de milagros de sanidad que se han producido. Más aún, tenemos los reportes e informes médicos que prueban que estas sanidades realmente se produjeron y que van más allá del poder del hombre.
      Actualmente, muchos doctores alrededor del mundo están respaldando estas sanidades con informes médicos oficiales. Hay numerosas evidencias que podemos mostrar a la gente interesada.
      Debido a que han experimentado esta infinidad de obras de Dios cada semana, no pueden persistir en sus opiniones, conocimientos y teorías ante la Palabra de Dios.
      Romanos 8:7 dice, “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios\\\; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden\\\;” Espero que ustedes, aquellos que están escuchando este mensaje, derriben y echen fuera todo pensamiento, opinión o teoría que impiden que crean en la Palabra de Dios, aun viendo las obras que Dios nos está mostrando aquí.
      Es mi deseo que puedan recibir toda la Palabra de Dios con un “Amén”.
      Desde que fui un nuevo creyente, nunca jamás use ninguna teoría ni pensamiento para tratar de explicar la Palabra de Dios. Ahora estoy muy agradecido por eso. Cuando leí que Josué detuvo el sol y la luna, que Moisés abrió el Mar Rojo en dos, que los muros de la ciudad de Jericó se cayeron, y que el río Jordán detuvo su caudal apenas los levitas pusieron sus pies sobre el agua, yo contestaba llorando con un “Amén”.
      Sólo respondía con un “Amén”. No use mis pensamientos o conocimientos. Creía incondicionalmente diciendo “Amén”. Si usa su raciocinio, ¿Cómo podrá explicarse que el sol y la luna se detuvieron sólo por una oración? El sol y la luna se mueven porque la tierra tiene un movimiento de rotación y de traslación, y si la tierra detiene ese movimiento de rotación y de traslación, ¿Cómo pudieron todas las cosas quedarse en su lugar? Si tira algo como esto, se caerá por la ley de la gravedad.
      Si está más cerca de la gravedad del sol, se caerá hacia el sol. Entonces, ¿Cómo pudieron todas las cosas permanecer en sus respectivos lugares? Si comienza a usar sus pensamientos, empezará a pensar en todas estas cosas. Por eso, no podrá creer y tendrá dudas.
      Tendrá dudas aun cuando la Palabra de Dios sea con toda seguridad la verdad. Porque estas grandes manifestaciones de Dios están teniendo lugar en esta Iglesia, muchos otros creyentes en Corea no las quieren creer. Las cosas están sucediendo más allá del tiempo y del espacio.
      Cuando oro desde aquí, en un lugar muy distante el agua salada se transforma en agua dulce. Aun cuando muchos milagros de sanidad tienen lugar por medio del agua dulce\\\; y a pesar que hemos dado testimonio de las poderosas obras de Dios alrededor del mundo por medio de los pañuelos sobre los que he orado, otros intentan más bien estorbar a los creyentes que deciden venir a nuestra Iglesia por miedo a perder a su rebaño. No obstante, espero que acepten toda Palabra de Dios solamente con un “Amén”.

      Amados Hermanos en Cristo:
      A fin de tener fe espiritual, en segundo lugar, tenemos que oír y aprender diligentemente la Palabra de Dios y llevarla a la práctica en nuestras vidas.
      Romanos 10:17 cita, “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” ¿Qué es lo que oye? Oímos la Palabra de Dios y la Palabra de Cristo. Obtenemos fe por el oír. Como se menciona, primero tenemos que oír y aprender la Palabra de Dios y llenar nuestro corazón con la verdad.
      Si llena su corazón con la verdad, lo que opuesto a la verdad, que es la falsedad, saldrá de usted. Hicimos un experimento con el agua. Si vertimos agua limpia dentro de agua sucia, entonces el agua sucia flotará y saldrá. Al final toda el agua sucia se sacará y el recipiente se quedará sólo con agua limpia. Funciona de la misma manera.
      Si escucha la palabra de verdad y actúa en la verdad, lo opuesto, la falsedad y la mentira serán removidas poco a poco. Si alguien tiene una fuerte determinación y fuerza de voluntad, podrá sacar toda la falsedad de una sola vez.
      Si deciden echar fuera el “odio”, lo harán. Si desean amar, amarán. De cualquier forma, no les conviene tener ira o enojo. Por tener eso, pueden golpear a su esposa o a sus niños. Si deciden echar fuera la “ira”, entonces lo podrán hacer. ¿Qué hay de difícil en eso?
      Si contara todas las veces que le ha pegado a su esposa- Lo siento, pero no quiero decir con esto que todos los esposos aquí presentes golpean a sus esposas- Sin embargo, podemos leer estas cosas en las noticias de los diarios. Algunas esposas en nuestra Iglesia también son golpeadas por sus esposos, y sólo después que sus esposos son transformados por la verdad, logran tener paz en la familia.
      Entonces, ya han contado cuantas veces le pegaron a sus esposas. Si la han golpeado 10 veces en un mes, y si ahora se proponen reducir a 5 veces, entonces se pueden controlar a sí mismos. Incluso, cuando su mano se levante para pegarle, podrán controlarse tan sólo pensando, “No debo hacer esto”
      Si continúan tratando de esta manera, podrán disminuir las peleas a 5 veces, cuatro, y finalmente, ya no habrá más golpes. Si tienen una firme determinación y deciden no golpear a su esposa nunca más, entonces, dejarán de hacerlo inmediatamente. Esta clase de personas pueden rápidamente entrar en el espíritu. Así, lo que es opuesto a la verdad, es decir, la falsedad, saldrá y tendrán un corazón limpio.
      En la medida en que corazón esté limpio, Dios le dará una mayor fe espiritual.
      1 Juan 3:21-22 cita, “Amados,” Este debería ser uno de sus versículos favoritos. Lo oyen muy a menudo. Si la Biblia dice, “Amado” significa que lo que sigue es una palabra de bendición. Continuo “Amados, si nuestro corazón no nos reprende, Es decir, si cada uno de ustedes no tiene nada que lo condene a sí mismo. Prosigue la cita. “Confianza tenemos en Dios\\\; y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.”
      Esto es, cuando hacen las cosas que agradan los ojos de Dios. ¿Qué significa esto en términos de fe? Es el 5to. Nivel de fe, que es el espíritu perfecto o total. Aquellos que agradan a Dios están en el 5to. Nivel de fe, el espíritu perfecto o completo. Además, en la Biblia, hay muchas promesas de este tipo de parte de Dios.
      Dios ciertamente cumple Sus promesas. Por eso, da fe espiritual a Sus hijos quienes llenan su corazón con la verdad y viven de acuerdo a la Palabra\\\; y cuando le piden con fe, Dios ciertamente les responderá.
      Si el campo de su corazón es muy bueno, podrá creer tanto como escuche y aprenda la Palabra, y así su fe espiritual crecerá muy rápidamente.
      Sin embargo, en la mayoría de los casos, cuando oye la Palabra, primero la guarda como conocimiento y luego empieza a cambiarla a fe espiritual.
      Para que la Palabra de Dios, que ha sido guardada como conocimiento llene nuestro corazón como fe espiritual, se requiere de un proceso. Esto es, debe haber un acto o acción de obediencia a la Palabra de Dios tal como es.
      Algunas personas vienen para recibir mi oración de bendición. Me piden que ore para que Dios los bendiga. Entonces, yo tan solo oro como ellos me lo piden. Sin embargo, esa bendición puede o no venir sobre ellos. Si se han preparado como un vaso aprobado para recibir la bendición, entonces, la recibirán. Pero algunos piden la oración de bendición y ni siquiera ofrecen sus diezmos a Dios.
      Por tanto, ¿Cuándo oro para bendecirlos, esa bendición podrá llegar o no? Como están resistiendo y yendo en contra de Dios, no pueden recibir ninguna bendición de Dios. Si realmente creyeran en la Biblia y en Dios, guardarían sus mandamientos. En especial, cumplirían con los más importantes.
      Guardarían el día del Señor, es decir el domingo yendo al culto y dando sus diezmos completos. Pero como no creen, no pueden cumplir con esos mandamientos. No creen en la Palabra de Dios ni en el Mismo Dios. Si no creen en la Biblia, eso quiere decir que no creen en Dios ni en nuestro Señor.
      La Biblia claramente nos lo indica. Dios dice que nos bendecirá. Sin embargo, ¿Cuál es la condición para recibir esas bendiciones? Debemos ofrecer nuestros respectivos diezmos. Un diez por ciento le pertenece a Dios incondicionalmente. Si no se lo damos a Dios, quiere decir que le estamos robando. Y ¿Qué dice Dios al respecto?
      Nos dice que lo probemos en esto a ver si no abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendiciones hasta que sobreabunde. Esta forma de probar a Dios no es un pecado. Nos dice todo esto, pero porque no creen, no pueden dar.
      Entonces, si reciben la oración de bendición, ¿Cómo podrán las bendiciones venir sobre ellos? ¿Cómo podrán ser bendecidos si ni siquiera creen en la Palabra de Dios? Por eso, podremos andar en el espíritu sólo cuando hagamos de la obediencia a la Palabra de Dios un diario accionar en nuestras vidas.
      Por ejemplo, aun cuando usted memorice las notas musicales de una pieza de piano, eso no significa que toca bien el piano. A pesar que lea libros de texto de golf, no quiere decir que sabe jugar al golf.
      Si aprende de memoria todos los libros que hablan de cómo jugar al fútbol y aprende a jugarlo en el Internet\\\; ¿Podrá acaso jugarlo bien? Claro que NO. Ni siquiera podrá hacer un buen pase. Ni podrá patear bien un simple penal. De hecho deberá practicar sea tocando el piano o jugando al fútbol de acuerdo a sus reglas.
      Pasa lo mismo con la Palabra de Dios. No importa lo mucho que pueda leer y oír la Palabra, si no la pone en práctica y actúa de acuerdo a ella, entonces no le será de ninguna utilidad.
      Para los que no actúan por la Palabra, ésta será para ellos simplemente un fragmento de conocimiento, tal como son las letras escritas en la Biblia. Sin embargo, cuando las ponen en práctica, se vuelven vivas y activas, y producen hermosos frutos en forma de respuestas y bendiciones.
      Hay algunas personas que se supone deben tener fe y se dice que son fieles a Dios, pero no sanan de sus enfermedades. Entonces, deben preguntarse a sí mismos. Si cualquier milagro sucede aquí, e incluso si los nuevos creyentes son sanados de enfermedades mucho más serias sólo por una oración. Sin embargo, ¿Por qué los otros no son sanados?
      Deben pensar por qué Dios no los ha sanado. Ni lo saben ellos mismos. Viven en bondad y no pecan. No hacen ningún tipo de maldad. Además, oran sin cesar. Asisten a la oración diaria y a todos los cultos. También son fieles y cumplen con todas sus obligaciones y servicio.
      No obstante, hace mucho tiempo que no sanan de sus enfermedades y no saben por qué. ¿Por qué es esto? Es porque aún tienen pensamientos y teorías carnales que permanecen en ellos. Por eso no pueden entender la causa o el por qué de ello. Ni siquiera se dan cuenta que tienen maldad en ellos. No se dan cuenta por que en realidad no hacen nada malo. Sin embargo, a los ojos de Dios, deben cambiar.
      No podrán ir a una buena morada en el cielo si permanecen así. Son buenos vasos de honra que pueden ir a la Nueva Jerusalén, pero aún no se conocen a sí mismos. Por eso, si el Señor los llamara ahora, podrían ir a lo más al 2do reino del cielo.
      Entonces, ¿Qué es lo que debería hacer Dios que es amor? Más bien permite que sean tocados por una enfermedad para que tengan tiempo para recapacitar sobre sí mismos. Dios les está diciendo que no deben quedarse así. Por favor, abra su entendimiento si usted es uno de ellos. Les ruego que se den cuenta exactamente dónde se encuentra su fe. Su fe debe continuar creciendo. No hay límite ni fin en el reino espiritual.
      Deben continuar avanzando en el reino espiritual. Si se examinan a sí mismos, se darían cuenta si están andando en el espíritu o no. Su fe es la misma ahora comparada a la que tenía hace un año o incluso antes de eso.
      ¿Por qué? Como no se descubren a sí mismos, no pueden derribar ni echar fuera su ego. ¿Por qué? Porque los esquemas y parámetros de sus creencias y razonamientos no han sido derribados. La Palabra de Dios permanentemente les habla, pero no la pueden hacer suya. Por eso, tampoco reciben respuesta a sus problemas.
      Si ellos fuesen nuevos creyentes, podrían haber recibido respuesta, pero no son nuevos creyentes. Dios los ama mucho, por eso desea que derriben su “YO” y así poder llevarlos a una mejor morada celestial. Pero, ellos no se conocen a sí mismos.
      Es porque Dios les da fe espiritual observando sus obras, hechos y acciones de obediencia a la Palabra. Por cierto, incluso si tratan de obedecer, hay algunas veces cuando no podrán obedecer inmediatamente.
      Procurarán amar a otros como manda la Palabra de Dios, pero no podrán echar fuera el odio de su corazón y a veces se enojarán aun no queriendo hacerlo.
      Ahí, tendrán que orar intensamente y recibirán la fuerza necesaria para obedecer. Si no pueden obedecer, incluso orando, podrán ofrecer votos de oración, vigilias de oración o aún ayunos a fin de recibir la fortaleza necesaria para echar fuera la maldad de su corazón. También deberán esforzarse para conocerse a sí mismos.
      Si cualquier ministro o siervo de la Iglesia está hablando, deberán guardar esa palabra en su mente, pero si tan sólo dicen, “Eso no es para mí”, entonces, no podrán descubrirse a sí mismos no importa cuanto oigan la Palabra de Dios. Si buscan la gracia y el poder de Dios con un corazón verdadero, definitivamente Dios les dará la fortaleza necesaria que les permitirá obedecer.
      Pueden tener fe espiritual solamente si en forma continua obedecen la Palabra. Una vez que han logrado tener fe espiritual al poner en práctica la Palabra, las bendiciones vendrán sobre usted tal como Dios lo ha prometido. Su alma prosperará, gozará de salud, y se le concederán los deseos de su corazón.
      Luego que experimenten estas bendiciones, podrán obedecer aún en cosas mayores\\\; y a través de ese proceso, su fe crecerá aún más.
      Romanos 1:17 dice, “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA.”
      Como se menciona, “por fe y para fe” podemos ir de una fe como simple conocimiento a una fe espiritual y crecer de una fe pequeña a una fe mayor cuando obedecemos al oír la Palabra de Dios.
      Permítanme darles un ejemplo para una mejor comprensión. ¿Cómo calman su sed? Tan solo tienen que beber agua.
      La afirmación diciendo, “Usted puede calmar su sed si bebe agua”, es como tener una fe sólo de conocimiento.
      ¿Creen esto de verdad? Buscan agua cuando tienen sed porque lo creen de verdad.
      Sin embargo, supongamos que hay una persona que sabe- tan sólo como teoría- que su sed se calmará bebiendo agua, pero no lo hace porque duda si en realidad el agua calmará su sed.
      Entonces, ¿Podríamos decir que en verdad cree? Sabe en teoría, pero no lo cree en el fondo de su corazón. Si realmente lo creyera, su acción de beber agua de hecho lo demostraría.
      El dato que la sed de uno se calma bebiendo agua era sólo fe como teoría
      al principio. Ahora, ha accionado de acuerdo a su conocimiento. Y entonces su sed en verdad se ha calmado. Ya sabe que su sed se aplacará si bebe agua. No obstante, especialmente en verano, cuando hace mucho calor y uno transpira bastante, ¿Con que ganas se tomaría un vaso de agua súper helada? Se sentiría muy bien
      O, cuando come algo salado, ¿No le da sed también? Entonces, tiene que beber bastante agua para atenuar lo salado y así su sed se calmará.
      Ahora bien, ha obrado de acuerdo a su conocimiento. Y su sed realmente se ha calmado. Esto se vuelve una experiencia para usted y después, si en realidad tiene sed, en forma natural buscará agua.
      Por medio de esta acción, usted llega a creer de todo corazón, y así la siguiente vez, su accionar será automático.
      Sucede lo mismo con Dios. Cuando oye las palabras de la Biblia, si obedece, incluso con una fe tan pequeña como del tamaño de una semilla de mostaza, obtendrá una experiencia de fe mientras accione. A través de esta experiencia, logrará obtener fe espiritual.
      Entonces, en la medida en que la fe espiritual le sea dada de lo alto, podrá más fácilmente actuar de acuerdo a la Palabra en la siguiente oportunidad.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Si su fe espiritual crece y llega a la medida completa, podrán obedecer todo aun cuando Dios le ordene hacer algo imposible.
      Por ejemplo, Abraham obedeció la orden de Dios que le pedía que le ofreciera a su único hijo Isaac, a quien tuvo a la edad de 100 años, como ofrenda.
      Para una persona común, hubiera sido imposible ni siquiera imaginar tal cosa, pero él obedeció inmediatamente sin ninguna vacilación ni duda. Abraham tenía la completa seguridad que Dios es todopoderoso y creía que Dios podía resucitar a su hijo aún si lo ofrecía como sacrificio. Como obedeció con fe algo imposible como esto, recibió inmensas bendiciones. Fue constituido como padre de la fe y fuente de toda bendición y también se le llamó amigo de Dios.
      Espero que ustedes puedan obedecer todas las palabras que oigan, como Abraham lo hizo, y demostrar la evidencia de su fe con sus obras. De este modo, los animo a que agraden a Dios y logren continuamente una mayor medida de fe, y así experimenten el poder del Todopoderoso Dios en cada instante de sus vidas.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Hoy les he explicado dos formas para lograr tener fe espiritual.
      Primero.- Les dije que debemos derribar todo argumento y teoría humanos que nos impidan creer en la Palabra de Dios.
      Debido a esto, no pueden tener fe espiritual e incluso si oyen la Palabra de Dios, la oirán en forma selectiva y tratarán de aceptar sólo lo que es bueno a su opinión o criterio. ¿Qué es bueno a su criterio? ¿Sólo algo de moral? Sin embargo, a algunos ni siquiera les gusta la moral. Luego, no aceptan ni creen en las señales ni prodigios por que les resultan increíbles. Por eso, creo que no aceptan nada. Tal vez puedan aceptar los versículos que empiezan con la palabra “Amados”. Debemos derribar todos nuestros argumentos, teorías y pensamientos.
      Luego, en segundo lugar.- Debemos obedecer la Palabra de Dios porque la fe espiritual va acompañada con obras y hechos. Si llena su corazón guardando y cumpliendo la Palabra de Dios, podrá obtener una mayor fe espiritual en la medida que llene su corazón de la verdad.
      Después de todo, la medida de fe de cada uno se determina de acuerdo a lo mucho que uno llene su corazón con la verdad y a su grado de santificación.
      Después de escuchar esto, algunos se preguntaran, “No estoy viviendo completamente por la Palabra y tengo una fe pequeña, así que eso quiere decir que no voy a recibir respuesta a mis oraciones.”
      No es del todo cierto. Sin importar la medida de fe de cada uno, sólo si su vaso esta preparado para recibir la respuesta a un determinado problema, Dios le dará la fe espiritual sobre ese asunto en particular.
      Por ejemplo, cuando alguien desea sanar de una enfermedad, no sólo debe confesar con su boca que cree, sino debe mostrar la evidencia de su fe y preparar su vaso y su corazón para recibir la respuesta.
      Es decir, tiene que orar, ayunar, ir a vigilias, dar ofrendas y diligentemente hacer las cosas que agradan a Dios.
      Una vez que el vaso para recibir la respuesta esté listo al acumular obras de fe, Dios le dará verdadera fe en su corazón y a través de esa fe será sanado. En este proceso, aquellos que tienen una mayor medida de fe pueden preparar el vaso para la respuesta mas fácilmente que los que tienen una poca medida de fe.
      Por ejemplo, cuando oran para recibir una cierta respuesta, el aroma de la oración de los que tienen una mayor medida de fe será mucho más fuerte y más hermoso que el de los que tienen una menor medida de fe.
      Esa es la razón por la que algunos al orar por una misma petición o asunto, reciben la respuesta sólo orando 1 día y otros por más de 1 semana. De esa manera, aun los que tienen poca fe pueden recibir respuesta a sus oraciones, pero es mucho mejor si se tiene más fe.
      Pero la razón más importante para que ustedes tengan una mayor medida de fe es que su morada en el cielo será diferente de acuerdo a la medida de su fe. Su medida de fe es la norma para decidir la magnitud de la belleza de su morada celestial y de la gloria que va a recibir en el cielo
      Les explicare sobre la medida de fe en la próxima prédica y espero que, a través de estos mensajes, puedan alcanzar una mayor fe espiritual.
      Oro en el nombre del Señor que reciban respuesta a todo lo que pidan para gloria de Dios y entren al más glorioso lugar en el cielo.

      AMEN


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