• Mi fe y la fe dada por Dios

    [Marcos 2:3-12]

    22-05-2016 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Marcos 2:3-12]
      «Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. [4] Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. [5] Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. [6] Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: [7] ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?[8] Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? [9] ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? [10] Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): [11] A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. [12] Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa».



      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Las palabras de la Biblia son activas.

      Para los creyentes en la Biblia no son simplemente registros escritos, sino que suceden incluso en la actualidad.

      En Mateo 8:13 leemos: «Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora».

      Pueden experimentar que se hacen las cosas como han creído que se harán.

      Este es el privilegio dado a los creyentes que tienen fe verdadera.

      Sin embargo, algunos de ustedes es posible que se pregunten por qué no reciben la respuesta a pesar de creer sinceramente.

      Para poder recibir respuestas de parte de Dios, el tan solo hecho de decir 'yo creo' no es suficiente.

      Entonces, ¿qué es lo que deben hacer?

      Les voy a decir tres cosas basándome en la lectura bíblica de hoy.

      Es mi anhelo que este mensaje pueda convertirse en vida y fortaleza para que así puedan recibir todo lo que pidan y den gloria a Dios. Esta es mi oración a Dios en el nombre del Señor.



      [Mensaje Principal]

      Amados hermanos y hermanas:

      Examinemos primeramente el pasaje de lectura.

      Cuando Jesús se encontraba en Capernaúm, una multitud de personas se reunieron a Su alrededor porque habían oído noticias sobre Él.

      Además había un hombre paralítico que fue cargado por sus amigos sobre un lecho.

      Este hombre había escuchado que Jesús podía sanar cualquier enfermedad y lo creyó.

      Además tenía la esperanza de que podía ser sanado si se acercaba a Jesús.

      Pero por causa de la multitud, no podía ingresar a la casa donde se encontraba Jesús.

      Fue más difícil para él en particular porque se encontraba en un lecho y las personas tenían que cederle el puesto.

      No obstante, el paralítico junto a sus amigos no se dieron por vencidos y buscaron la forma de entrar.

      Eventualmente, encontraron una manera que nadie más había imaginado.

      Abrieron el techo de la casa donde Jesús se encontraba y lo bajaron en el lecho.

      Esto fue posible porque en ese entonces los techos eran fabricados con barro y paja.

      Hubo muchas razones por las cuales no debían abrir el techo. Podrían haber pensado: «Podemos dañar el techo de otra persona». «¡Sin duda caerá polvo en la casa mientras estamos abriendo el techo!»

      Pero todas las razones se desvanecieron por la fe de poder recibir la respuesta solo estando delante de Jesús.

      Este tipo de personas son aquellas que realmente anhelan recibir la respuesta y quienes confían en Jesús.

      Al hacer esto, eventualmente el hombre paralítico se encontró con Jesús.

      No obstante, aún nada había sucedido.

      Entonces, ¿en qué momento llegó la respuesta a su vida?

      El versículo 5 de la lectura bíblica dice: «Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados». Y luego en el versículo 11 Jesús dijo: «A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa».

      Hermanos y hermanas: estos versículos contienen tres condiciones espirituales mediante las cuales podemos recibir la respuesta.

      Primero: debemos mostrar fe de nuestra parte, que significa establecer un 'pilar de la fe'.

      En este caso 'mostrar fe de nuestra parte' se refiere a nuestra fe en general, es decir la fe como conocimiento.

      Nosotros creemos que Dios creó los Cielos y la Tierra y todo lo que hay en ellos con Su Palabra.

      Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios.

      Creemos que Jesús, el Hijo de Dios, fue concebido dentro de la virgen María mediante el Espíritu Santo y que nació.

      Además, creemos que Él murió en la cruz por nuestros pecados, resucitó al tercer día y ascendió a los Cielos.

      También creemos que el Espíritu Santo vino a nosotros y que mora en nuestras vidas.

      Esta es la fe en general que podemos tener por nuestra parte.

      Es la fe que se obtiene por escuchar los sermones o por leer la Biblia.

      Pero sin esta fe, no vendríamos a la iglesia ni creyéramos en Dios.

      Sin embargo, esta fe general en sí misma no trae respuestas a nuestra vida.

      Simplemente juega el papel de apoyo o pilar que nos permite recibir la fe espiritual que viene de parte de Dios.

      El hombre paralítico y sus cuatro amigos también poseían esta fe general.

      Ellos creían que Jesús podía sanar enfermedades.

      Y mostraron que su fe era verdadera por medio de sus acciones.

      Es decir, ellos fueron donde Jesús incluso rompiendo el techo.

      En otras palabras, se esforzaron, de manera firme, para establecer un 'pilar de fe' por parte de ellos.

      La primera parte del versículo 5 de la lectura bíblica dice: «Al ver Jesús la fe de ellos…».

      Como se menciona, ellos mostraron su fe para que Jesús la pudiera ver en sus acciones.

      Incluso en la actualidad, para que nosotros podamos recibir los deseos de nuestro corazón debemos mostrar nuestra fe.

      Y hacerlo con acciones para que Dios pueda verlas.

      Hay momentos en los que algunas de las personas enfermas están casi obligadas a venir y recibir la oración.

      En esta situación es difícil para ellos recibir respuestas.

      Hay un apoyo mínimo de la fe que debe ser proporcionada por los propios enfermos.

      Deben creer en Dios el Creador, y deben conocer por qué Jesús es nuestro único Salvador, y luego acercarse con fe.

      Por esta razón, siempre les digo que deben al menos aprender El Mensaje de la Cruz para que puedan recibir sanidad divina.

      Ustedes deben escuchar estos mensajes básicos y al menos tener fe como conocimiento. Y ustedes tienen que acercarse mediante la fe como su punto de apoyo para que la sanidad divina pueda suceder.

      Por cierto, hay algunos creyentes que se involucran en accidentes o que contraen enfermedades graves y vienen para recibir oración.

      Luego yo hago la pregunta:

      «¿Ha guardado el día del Señor santo y ha dado los diezmos completos?» Estos son los dos mandamientos más básicos que todos los que creen en Dios deben cumplir.

      Si ustedes no guardan estos dos mandamientos es difícil que reciban la respuesta mediante la fe.

      Es porque, tal como Santiago 2:26 dice, la fe sin obras es muerta.

      Para poder recibir los deseos de su corazón deben «establecer un pilar firme de la fe, mostrando su fe a través de sus acciones».

      No simplemente tienen que orar con fervor, sino que si son instados por el Espíritu, deben ayunar y ofrecer vigilia de oración.

      Dependiendo de la medida de fe de cada uno, deben también realizar buenas obras tales como evangelismo, servicio voluntario u obras de caridad mediante la exhortación del Espíritu.

      Cuando ustedes muestran su fe con acciones, que es establecer un pilar de la fe por su cuenta, pueden recibir la fe de lo alto.

      Amados hermanos y hermanas:

      Para poder recibir sus respuestas con fe, en segundo lugar, «no deben tener ninguna barrera de pecado».

      El versículo 5 de la lectura bíblica dice: «Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados».

      Debido a que Jesús conocía la ley espiritual muy bien, le dio primero el perdón de sus pecados antes de la sanidad.

      Incluso si preparamos el pilar de la fe por nuestra cuenta, no funcionará si poseemos una barrera de pecado entre Dios y nosotros.

      Isaías 59:1-2 dice: «He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír».

      Además, aunque ustedes intenten establecer el pilar de su fe, el muro de pecado sacudirá ese pilar.

      ¿Qué significa esto?

      Satanás puede hacer que las personas tengan pensamientos pecaminosos y otros pensamientos carnales. Entonces el pilar de la fe será sacudido.

      Puede causar dudas al bloquear la posible respuesta, y entonces pueden incluso perder su fe como conocimiento.

      Es posible que consideren el testimonio de otras personas o sus propias experiencias en el pasado como coincidencia.

      Con una barrera de pecado, Satanás puede causar pensamientos negativos y, de esta manera, el pilar de la fe no puede ser establecido con firmeza.

      Eventualmente, será muy difícil poder recibir la respuesta.

      Por consiguiente, para que puedan recibir su respuesta con fe, no deben tener ninguna barrera de pecado.

      Ahora, ¿hay alguien que se desanima pensando que Dios no le dará una respuesta porque cometió pecados?

      ¿Hay alguien en esta Tierra que no tiene ningún defecto ni mancha?

      Nos lavamos las caras, nos bañamos y lavamos nuestra ropa porque nos ensuciamos cada día.

      Lo mismo sucede en lo espiritual.

      Antes de cultivar el corazón del espíritu y espíritu completo, debemos tratar de no cometer pecados, y si caemos en pecado, debemos arrepentirnos.

      1 Juan 1:7 dice: «Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado».

      En 1 Juan 1:9 leemos: «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad».

      De acuerdo con este versículo, si existe un muro de pecado, primeramente debemos confesar nuestros pecados delante de Dios, con honestidad.

      Solo si nos apartamos del pecado y caminamos en la Luz podemos ser limpios de todos los pecados mediante la sangre de Jesús.

      Al no tener pecado de esta manera, si hemos creado un buen pilar de la fe, significa que hemos terminado la preparación para recibir la respuesta.

      Hermanos y hermanas, ahora, la tercera y última condición para recibir la respuesta es recibir «el don de la fe espiritual de parte de Dios».

      No importa lo bien que nos hayamos preparado, no podemos recibir la respuesta hasta que Dios no nos dé fe espiritual.

      En el versículo 11 del pasaje de este día, Jesús le dijo al hombre paralítico que estaba en un lecho y fue bajado desde el techo: «Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa».

      Estas no eran palabras por la fe del paralítico ni la fe de sus amigos. Era una confesión de fe de parte de Jesús.

      El hombre paralítico y sus amigos establecieron el pilar de la fe y Jesús puso la fe espiritual sobre ese pilar.

      Y luego el milagro sucedió.

      El hombre paralítico se levantó por su propia cuenta, tomó su camilla y caminó de regreso a su casa.

      Si la fe espiritual, con la cual podemos creer desde el corazón, desciende de lo alto, el cambio puede darse de manera instantánea.

      Las preocupaciones, problemas, ansiedad, nerviosismo y desesperación se irán.

      Ustedes ganarán la convicción de que los deseos de sus corazones serán respondidos.

      Y tendrán que esperar hasta que reciban esa fe.

      Algunas personas, sin embargo, no comprenden este principio espiritual y actúan presuntuosamente.

      Se trata de un acuerdo de algo que sucedió en la década de 1960.

      Hubo una reunión de sanidad en el Monte Sam Gak y llovió fuertemente durante la reunión.

      El valle rápidamente se llenó con una rápida corriente de agua.

      Dos de los participantes salieron primero pero se quedaron atrapados debido a la corriente.

      Ellos recordaron a Pedro quien había caminado sobre el agua y oraron: «Señor, Pedro caminó sobre el agua, y no hay razón para que no podamos hacer lo mismo. Señor, creemos».

      Obviamente, ellos fueron arrastrados por el torrente y se ahogaron cuando se adentraron hacia el valle.

      Este fue un incidente lamentable causado por la ignorancia espiritual.

      Ellos no mostraron fe verdadera;

      tenían que esperar hasta que Dios les diera fe espiritual, pero no lo hicieron. Ellos actuaron de acuerdo al tipo de fe que creyeron que era verdadera.

      El hecho de que Pedro caminara sobre el agua no sucedió por su propia fe.

      Él creyó que un milagro podía suceder si se encontraba con Jesús.

      Es por ello que él le dijo a Jesús: «Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas».

      Esto significa que él estableció el apoyo de la fe.

      Y no quiere decir que Pedro en ese momento tenía el poder de caminar sobre el agua de forma inmediata.

      Él pudo caminar sobre el agua solo cuando Jesús le dijo que caminara.

      Pedro pudo caminar sobre el agua solo cuando Jesús le dio la fe espiritual para poder caminar sobre el agua.

      Pero entonces, mientras Pedro caminaba sobre el agua, él tuvo miedo del viento y comenzó a hundirse.

      Es decir, cuando el pilar de la fe de Pedro comenzó a tambalear y luego caer, el milagro de caminar sobre el agua también se terminó. Este es un principio espiritual que ustedes deben comprender a cabalidad.

      En su negocio o para la sanidad divina, o cualquier plan en el Señor, se aplica el mismo principio.

      Deben establecer el apoyo de la fe con todas sus fuerzas, y orar para que Dios el Padre pueda darles la fe espiritual de lo alto sobre su propia fe.

      Ustedes no deben actuar con imprudencia o presunción de acuerdo a sus propios caminos y pensamientos que dicen que han orado y ayunado.

      Y cuando las dificultades se crucen por su camino, no deben decir que las cosas no funcionan incluso luego de orar y ayunar.

      Si realmente creen en Dios el Padre con su corazón, deben esperar a que la fe espiritual les sea entregada desde lo alto.

      Es por ello que existen la paciencia y el dominio propio entre los nueve frutos del Espíritu Santo.

      La respuesta es dada en el momento cuando Dios les da el don de la fe espiritual.

      Al igual que la tierra seca se moja por la lluvia, cuando el corazón se llena con la fe dada por Dios, se resolverá cualquier tipo de problema.



      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:

      En este mensaje les hablé acerca de tres condiciones para que puedan recibir respuestas.

      Primero: debemos mostrar fe de nuestra parte, que significa establecer un 'pilar de la fe'.

      En segundo lugar: no deben poseer ninguna barrera de pecado.

      En tercer lugar: la fe espiritual debe provenir de lo alto.

      Aquellos que no poseen ningún muro de pecado pueden omitir el segundo paso, acelerando así la respuesta.

      Cuando establecemos el pilar de la fe, Dios pondrá la fe espiritual. Estas dos cosas combinadas entre sí y las obras de Dios se llevarán a cabo como un rayo.

      Y aquellos que poseen corazones cultivados del espíritu y espíritu completo ya han preparado el apoyo de la fe sin mencionar que no tienen muros de pecado.

      Por lo tanto, en 1 Juan 3:21-22 leemos: «Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él». Este versículo se hace efectivo en sus vidas.

      Ellos ya han preparado el pilar de la fe, y siempre oran por el reino de Dios y son fieles. Por lo tanto, pueden recibir lo que pidan en oración.

      Es como si cada vez que sea necesario, podemos retirar y gastar dinero que hemos ahorrado en un banco.

      Si una persona ha establecido un buen apoyo de la fe y luego ora: «Padre, necesito esto», Él dirá: «está bien», y le dará la respuesta inmediatamente.

      Las oraciones de aquellos que sus almas prosperan serán respondidas por Dios de inmediato según sea necesario.

      No tienen que hacer votos de oración o ayuno para recibir la respuesta, sino que si oran una vez o tan solo al poseer el deseo en su corazón, se les dará la respuesta.

      Por el contrario, recibir grandes respuestas para el reino de Dios no es algo que se puede lograr por el esfuerzo individual de una sola persona.

      Si es para un ministerio, todos los miembros de ese ministerio deben establecer el pilar de la fe juntos.

      Si es para toda la iglesia, toda la iglesia debe establecer el pilar de la fe juntos.

      Ruego en el nombre del Señor que puedan comprender bien este principio espiritual para que puedan recibir respuestas a todas sus oraciones y que den gloria a Dios.


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