• Si crees, verás la gloria de Dios

    [Juan 11:39-44]

    02-10-2016 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Juan 11:39-44]
      [39] Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. [40] Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? [41] Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. [42] Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. [43] Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! [44] Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.




      Amados hermanos en Cristo,

      En Juan 11, leemos que Jesús revive a Lázaro, quien había estado muerto por cuatro días, y su cuerpo ya estaba en descomposición.

      Esta fue una señal que Jesús realizó públicamente antes de Su crucifixión, para revelar que Él es la resurrección y la vida.

      Por medio de esto, Jesús glorificó a Dios en gran manera, al mismo tiempo que lo fue Él mismo.

      Y la razón por la cual esta señal sucedió, fue por el poder de Jesús y porque la familia de Lázaro mostraron sus obras de fe.

      Por favor, repitan el título de este mensaje después de mí.

      «Si crees, verás la gloria de Dios».

      La familia de Lázaro recibió la resolución del problema de la muerte y glorificó a Dios debido a que creyeron y amaron a Jesús.

      Entonces, entre los problemas de nuestra vida, ¿hay algo que sería imposible de resolver?

      Si ustedes le piden al Señor con fe, pueden recibir la respuesta y glorificar a Dios.

      En Juan 11:40 de la lectura de hoy, Jesús dijo: «¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?».

      Especialmente, ahora es el punto de comienzo a gran escala de la tercera etapa de crecimiento.

      Ruego en el nombre del Señor que en este tiempo de bendición, todos ustedes puedan cultivar la verdadera fe, el amor y que solo le den la gloria a Dios.



      [Mensaje Principal]

      Amados hermanos:

      Lázaro tenía dos hermanas. Se llamaban María y Marta. Ellos vivían en un pueblo llamado Betania cerca de Jerusalén.

      En Juan 11:1-2 se los presenta de la siguiente manera:

      «Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos)».

      María fue la mujer que ungió al Señor con perfume.

      Lo que deben entender es que esta María es diferente a María Magdalena en Lucas 7.

      No eran profetas famosos o discípulos de Jesús, por lo que ¿cómo podían glorificar a Dios siendo testigos del gran poder de Jesús?

      Primero, ellos creyeron en el Dios Todopoderoso y en Jesús, con quien Dios estaba.

      Jesús dijo en Juan 14:1: «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí».

      Cuando Jesús escuchó las noticias y llegó, Marta le dijo lo siguiente:

      «Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará» (Juan 11:21-22).

      Vemos que ella estaba apenada por la muerte de Lázaro, sin embargo, confiaba absolutamente en Jesús.

      Por supuesto, Marta no dijo lo que dijo porque pensaba que Lázaro podía ser resucitado.

      Podemos ver esto en sus palabras: «Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero», en respuesta a la declaración de Jesús: «Tu hermano resucitará».

      Marta nunca había escuchado que un hombre muerto en descomposición haya resucitado.

      Debido a que no tenía conocimiento o experiencia de ello, no podía pensar que Lázaro podría volver a la vida.

      No obstante, Marta creyó en Jesús de corazón.

      Ella creyó de corazón y confió en el Señor Dios Todopoderoso quien responde las oraciones, y en Jesús, con quien Dios estaba.

      Si Marta hubiera tenido conocimiento de este tipo de milagros, le habría pedido que reviviera a Lázaro, y aún más.

      ¿Alguno de ustedes cree que es difícil hacer este tipo de profesión?

      Entonces, ¿por qué no aplica esta situación en su propia vida?

      Podría haber situaciones sin esperanza, donde uno de los miembros de su familia tenga una enfermedad terminal o no puede escapar de la bancarrota.

      Incluso en este tipo de circunstancia, ¿podría hacer una declaración de fe de corazón de que el miembro de su familia que está enfermo podrá recuperarse por completo?


      Por supuesto, muchos de ustedes podrán realizar este declaración de fe porque han visto, oído y experimentado las obras de Dios en varias ocasiones.

      Lo importante es que pueden recibir una respuesta solo cuando convierten ese conocimiento de fe en fe espiritual.

      Marta pudo hacer una confesión de fe dentro de su conocimiento, ya que había visto y oído acerca de las señales y milagros que Jesús había manifestado.

      Por lo tanto, a pesar de que solo era fe como conocimiento, Jesús la guio a tener fe verdadera porque conocía el corazón bondadoso de Marta.

      Es decir, le expresó en Juan 11:25-27 lo siguiente: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
      26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
      27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo».

      Fue este tipo de confesión de fe la que le permitió recibir esta respuesta.

      Además, a través de esta experiencia de Lázaro, de salir con vida de la tumba, Marta llegó a tener una fe firme en Jesús, el Hijo de Dios, que es la resurrección y la vida.

      Hermanos: nuestro Señor les ha guiado de manera constante para que posean este tipo de fe.

      ¿Cómo los ha estado guiando?

      Les ha mostrado señales, prodigios y otras obras de poder constantemente dentro de esta iglesia.

      Juan el Bautista envió a sus discípulos donde Jesús estaba para preguntarle si realmente era el Mesías. Jesús no dijo: «Yo soy».

      Jesús, en Lucas 7:22, dice: «Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio».

      ¿Qué han visto, escuchado y experimentado en esta iglesia hasta ahora?

      Ustedes pudieron recordar el ministerio de Jesús solo al pensar en el pasado Retiro de Verano.

      Muchas enfermedades y dolencias fueron sanadas y, especialmente, sucedieron señales asombrosas donde los ciegos llegaron a ver.

      Dios fue de gran manera glorificado por medio de estas señales.

      En especial en las sesiones de sanidad luego del mensaje, Dios abrió el espacio original y permitió que sintiéramos la energía espiritual.

      Pudimos sentir la inspiración y la emoción que produjo esto.

      En Éxodo 40:35 leemos que la nube estaba sobre el tabernáculo de reunión, y la gloria del Jehová lo llenaba. Pudimos sentir esto tal como está escrito.

      No solo se trata del retiro de verano.

      Él nos ha mostrado un sinfín y un sinnúmero de obras de poder para que todos podamos tener fe, como si Él estuviera compitiendo contra nuestra incredulidad.

      Yo también me he esforzado por sembrar fe en ustedes.

      Oré a Dios diciendo: «Padre celestial, ¿cómo pueden los miembros de la iglesia tener más fe? Quise mostrarles las obras de Dios en la Biblia para así poder sembrar fe en sus vidas».

      El poder de Dios que ustedes pueden experimentar hoy, es el fruto de la constante oración ofrecida por más de cuarenta años.

      Jamás les he reprochado diciendo: «¿Por qué no pueden tener fe después de haberles mostrado tantas cosas?».

      Yo solo quise sembrar fe en sus vidas al mostrar dimensiones cada vez mayores y más altas del poder.

      Y debido a que el nivel de poder cada vez va en aumento, muchas personas reciben respuestas a sus problemas y glorifican a Dios.

      Hermanos en Cristo: todos, no simplemente algunas 'personas especiales', pueden ver la gloria de Dios si simplemente creen.

      En especial después del 2010, el año de comienzo de la gran escala de la tercera etapa de crecimiento, Dios nos entregó el fluir del espíritu y espíritu completo. Esto significa que el camino angosto de la fe se ha ampliado.

      ¿Creen en el Dios Todopoderoso?

      Aunque al momento pueda ser que la fe de ustedes es pequeña, es mi esperanza que puedan creer en Dios, quien está con el pastor, al considerar las cosas que suceden por medio del pastor.

      Al hacer esto, confíe en el 99% de la medida de justicia que el pastor ha alcanzado.

      Al igual que la familia de Lázaro creyeron en Dios y en Jesús, enviado por Dios, es mi oración que puedan creer y recibir las respuestas a los problemas, y que glorifiquen a Dios.

      Amados hermanos y televidentes:

      La segunda razón por la que la familia común y corriente de Lázaro fueron testigos del gran poder de Dios, fue porque amaron a un hombre enviado por Dios y quien amaba a Dios.

      En Juan 11:3 encontramos a las hermanas de Lázaro que enviaron mensajes a Jesús.

      Ellas dijeron: «Señor, he aquí el que amas está enfermo».

      Considerando este corto mensaje, podemos ver lo cerca que se tejen a través del amor entre Jesús y esta familia. Jesús era como un miembro de la familia para ellos.

      Las dos hermanas no explicaron el mensaje, la situación actual o cual era su pedido en realidad.

      Mientras más cercanos sean los amigos y mientras más profunda sea nuestra confianza con las personas, podemos comprender al otro de maneras más profundas sin tener que dar muchas explicaciones.

      Además, a pesar que sea un favor muy grande o un pedido, ninguna de las partes se sentirá incómoda al respecto.

      La familia de Lázaro tenía este tipo de relación con Jesús.

      Y la base de esta confianza era el amor.

      Es decir, el amor que ellos acumularon se convirtió en los fundamentos básicos, y gracias a este amor y confianza, pudieron obtener una respuesta incluso a la muerte.

      Entonces, ¿de qué manera Lázaro y su familia amaron a Jesús en sus vidas?

      Uno de los grandes ejemplos fue la hermana de Lázaro, María, cuando ungió a Jesús con perfume.

      Al colocar perfume sobre la cabeza y los pies de Jesús, y secar sus pies con su cabello, fue un acto conmovedor, y al mismo tiempo, una gran expresión de amor.

      Y este acto no surgió de la noche a la mañana.

      Se llevó a cabo porque lo amaba apasionadamente y le sirvió con todo su ser en todo momento.

      María y su familia querían hacer todo lo posible por Jesús luego de haber sido bendecidos por Él.

      Jesús no podía alimentarse o dormir bien durante Su ministerio. Incluso por la noche iba a lugares solitarios para tener un tiempo de oración a solas.

      Con respecto a Su vida, en Mateo 8:20 leemos: «Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza». Era una vida que demandaba mucho desgaste físico.

      Al conocer esto, María y su familia siempre, y de manera desesperada, pensaban en la manera de proveer para Él con comodidad y buscar Su agrado.

      Cada vez que Jesús se encontraba cerca de su casa, lo invitaban y lo servían.

      En Lucas 10:38 leemos: «Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa».

      Ellos nunca lo hicieron pensando recibir algo a cambio.

      Simplemente servían a Jesús porque lo amaban en gran manera.

      Ellos creían que Jesús era un hombre enviado por Dios, y al mismo tiempo, lo servían con fraterno amor como si fuera en realidad parte de su familia.

      Este gentil aroma del corazón de María y de su familia era entregado a Jesús, y Él también amaba a esa familia.

      Amados hermanos: incluso las personas carnales querrán hacer lo que fuera necesario para alguien a quien amaban entrañablemente.

      Además, poseemos un ejemplo bíblico. Cuando la hija de Herodías danzó y agradó a Herodes, él le dijo que le entregaría la mitad del reino.

      En el libro de Ester, el rey Asuero también dijo que entregaría la mitad de su reino cuando la reina Ester, ante los ojos de rey, se vio tan encantadora.

      A pesar que fue solo una emoción momentánea y palabras a la ligera, al menos en ese momento estas personas quisieron dar todo lo que tenían.

      Ahora, ¿qué hay de Dios, quien es en sí amor? ¿Cuánto quiere darle a los que le aman?

      En muchas partes de la Biblia Dios le dice a aquellos que se han vuelto uno en Su amor: «Pidan lo que quieran».

      Solo puedo testificar de una sola cosa.

      Es que he recibido muchas respuestas y tantas bendiciones al poseer una estrecha relación de amor con Dios y comunicarnos de corazón con Él.

      Por ejemplo: ¿qué creen que yo oro delante de Dios?

      Solo oro por Su reino y la salvación de las almas, y no oro por nada que sea personal.

      Mis únicas oraciones personales son: «Padre, te amo. Anhelo verte. Quiero estar en Tu regazo lo más rápido posible».

      A medida que mi corazón se hizo uno con Dios el Padre en el amor, veo todo el tiempo que Él me da todo lo que necesito, aunque no pido, o incluso si solo lo guardo en mi corazón, o aunque ni siquiera sepa que lo necesito.

      Cuán hermoso sería que ustedes puedan ser uno con Dios el Padre en amor.

      En Salmos 37:4 leemos: «Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón». Ruego en el nombre del Señor que estos versículos puedan materializarse en su vida.



      [Conclusión]

      Amados hermanos:

      ¿Ustedes aman a Dios el Padre? ¿Amán al Señor quien ha sido enviado por Dios el Padre?

      ¿Por qué lo aman?

      Es porque Él los salvó, los liberó del pesado castigo del pecado y les dio esperanza por el cielo y amor verdadero.

      Si ustedes no se olvidan sino que tienen siempre presente la gracia que recibieron, entonces su amor y fe no se apagarán.

      Solo se harán más profundos día tras día.

      Incluso en la situación donde un miembro de su familia había muerto, el amor y la fe de María y Marta en Dios y Jesús, quien fue enviado por Dios, no sucumbió.

      Fue porque no se olvidaron ni perdieron la gracia y el amor que recibieron de parte de Jesús aún en situaciones de dificultad.

      María, Marta y Lázaro siguieron almacenando tales corazones hermosos, y por esta razón glorificaron a Dios en una situación tan grave.

      Además, ellos guiaron a muchos judíos a saber que Jesús era la resurrección y la vida.

      Además, este evento fue escrito en la Biblia y se sabe que las personas de generaciones posteriores, glorificando a Dios por ello en gran medida.

      En cuanto a ustedes que han sido bendecidos por el pastor en esta iglesia, el amor y la confianza no vacilarán si siempre recuerdan lo que han recibido.

      Si siempre los recuerdan, recibirán respuestas y bendiciones y glorificarán a Dios en el espacio del pastor.

      Además, de la mano con el pastor, irán a donde están el Padre y el Señor, es decir, a la Nueva Jerusalén.

      Si ustedes aman y confían en Dios el Padre y el Señor, no dejarán de aborrecer el pecado, y simplemente se despojarán de él.

      Amados hermanos: la gloria de la tercera etapa de crecimiento de Manmin será más de lo que podemos imaginar.

      Ruego en el nombre de nuestro Señor que la fe de ustedes basada en el amor sea más fuerte, y que realmente puedan creer para que así vean la gloria de Dios.

      ¡Amén!


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