• Verdadero Valor - Devocional de 4 Misiones

    [Filipenses 2: 5]

    06-08-2017 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Filipenses 2: 5]
      "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús"



      [Introducción]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Este es el servicio devocional de la Misión de Jóvenes adultos, Misión Canaán, Estudiantes de la Escuela Dominical y Misión Luz y Sal

      Demos todo el agradecimiento y la gloria a Dios Padre quien nos ha bendecido para realizar este servicio devocional.

      También le doy las gracias a todos los devotos que se han preparado para este servicio con todo su corazón.

      Amados estudiantes, y miembros de la Misión de jóvenes adultos, Misión Canaán, y Misión Luz y Sal,

      En Lucas 12:16-21 Jesús nos dio la parábola del hombre rico.

      Esta dice, "También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. (17) Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? (18) Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; (19) y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. (20) Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? (21) Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios".

      Este hombre rico, cuando estaba a punto de morir, tuvo que haberse lamentado mucho.

      Y ¿A qué grado están ustedes entendiendo la lección de esta parábola?

      Para las Misiones Canaán y Luz y Sal, me gustaría considerar el siguiente caso:

      Supongan que han trabajado arduamente día y noche, y que durante 20 años han apartado de sus gastos para comida y ropa, el dinero para comprar una casa.

      Finalmente, mañana se trasladarán a esa casa.

      Simplemente, ¿cuán felices estarían y cuánto orgullo sentirían de haberlo logrado?

      Pero entonces, enfrentan un infortunado accidente hoy, y su vida ha llegado a su fin.

      (Por supuesto, algo como eso no sucederá los miembros de nuestra iglesia; esto es solamente una suposición).

      Entonces, ¿qué pensarían en el momento de la muerte?

      ¿Acaso dirían, "Al menos habría tenido una casa en esta tierra, y por eso no tengo remordimientos"?

      Probablemente no. Ustedes probablemente resentirán el hecho que gastaron toda su vida por una casa en la que no han podido quedarse ni siquiera una noche.

      Es más, supongan que los estudiantes y jóvenes adultos se han esforzado y han obtenido un bueno trabajo.

      Digamos que ustedes visten ropa de diseñador, conducen autos lujosos y que son populares entres sus amistades del sexo opuesto.

      Cenan en restaurants famosos y lujosos, y viajan al extranjero para sus vacaciones.

      Pero supongan que su vida llega a su fin esta noche, entonces ¿cuál de las cosas que han estado disfrutando se llevarían con ustedes?

      Cuando estén frente al juicio de Dios, ¿serían capaces de decir orgullosamente, "me he esforzado arduamente día y noche para tener éxito y poder disfrutar de muchas cosas antes de llegar aquí"?

      Yo no estoy diciendo que adquirir buenas destrezas ni vivir una vida estable en esta tierra sea algo malo.

      Sino más bien, que los hijos de Dios deberían mostrar fidelidad y sabiduría para convertirse en luz y sal del mundo, para que puedan ser reconocidos por las personas que les rodean.

      Si los estudiantes no son aplicados y si ellos no pueden cuidar de sus propias vidas incluso después de haber crecido, ellos no pueden darle gloria a Dios.

      Pero sobre todo, deseo que comprendan en lo profundo de su corazón qué es lo más importante en la vida.

      En resumen, nuestras vidas tienen que ser orientadas a prepararnos para la vida eterna en el cielo.

      Hebreos 9:27 dice, "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio".

      Cada persona eventualmente morirá y estará en la encrucijada entre el cielo y el infierno.

      Entonces, en esta vida, ¿qué es lo que deben apreciar más y qué es lo que deben perseguir?

      La lectura de este día en Filipenses 2:5 dice, "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús"

      Como se ha dicho, su meta tiene que ser tener este sentir que hubo en el Señor.

      Así que, en este mensaje les hablaré sobre lo que deben hacer para tener el sentir que hubo en Cristo.

      Oro en el nombre del Señor para que, por medio de este mensaje, ustedes hagan su vida, la cual solo pueden vivirla una vez, lo más valiosa que puedan.



      [Mensaje Principal]

      Amados devotos, y otros miembros,

      A fin de que tengan el sentir que hubo en Cristo, en primer lugar, tienen que amar a Dios en primer lugar.
      El corazón de Jesús estaba lleno solamente con Dios Padre. El vivió solamente para cumplir la providencia de Dios.

      Él es Dios en origen y podía disfrutar de toda la gloria. Pero, no buscó ninguna autoridad ni honor.

      Incluso cuando fue despreciado mientras cargaba la cruz, Él solamente quería cumplir la voluntad del Padre.

      Esto se debe a que Él amaba muchísimo al Padre.

      Si ustedes realmente aman a alguien, desean hacer lo que a esa persona le agrada.

      Este fue mi caso también.

      El Dios con el que me encontré era un Dios tan bueno.

      Todo el mundo se apartó de mí cuando me volví desvalido, pero incluso cuando no tenía esperanza de evadir la muerte, Dios aún así se encontró conmigo y me revivió.

      Los 7 años de sufrimiento en los profundos pozos de la vida fueron brutales, sin embargo al grado en el que yo había sufrido, sentí el amor de Dios aún más inmensamente por salvarme de ese sufrimiento y dolor.

      Es más, me doy cuenta que yo no habría tenido otra opción más que caer en el infierno como un pecador, pero Dios salvó mi alma también.

      Llegué a entender qué clase de sufrimientos Jesús tuvo que pasar para salvarme.

      ¡Y cuánto lloré a causa de ese amor!

      Miembros de las Misiones de Jóvenes Adultos, Canaán, Luz y Sal, y Estudiantes--

      ¿Pueden entregar su vida por alguien más?

      Por la persona a la que más aman, si tuvieran que ser azotados hasta que todo su cuerpo fuera desgarrado y si tuvieran que ser clavados de sus manos y de sus pies, y morir en una cruz derramando su sangre, ¿lo harían sin vacilar?

      Además, ¿hay alguno en este mundo que pudiera hacer tal cosa por ustedes?

      Aún cuando no conocíamos a Dios Padre, Dios y el Señor hicieron tal cosa por nosotros.

      Cuando yo comprendí este amor, no pude evitar amar a Dios en retorno.

      Amé a Dios más que a mi familia e incluso que a mi propia vida.

      Entonces, incondicionalmente obedecí la voluntad de Dios, y traté de hacer cualquier cosa que fuera agradable para el Señor.

      Amados devotos,

      Les insto a que amen a Dios con toda su vida.
      Entonces, Dios también derramará ilimitado amor sobre ustedes.

      Si ustedes aman a Dios por sobre todas las cosas, también amarán y confiarán en el pastor que les transmite el corazón del Padre y que les enseña la verdad.

      Además, para convertirse en gozo para el Padre y en fortaleza para el pastor, ustedes desecharán los pecados y renunciarán a las cosas mundanas.

      Tratarán de convertirse en los mejores guerreros espirituales para participar en el evangelismo mundial con el pastor.

      No vivirían por la palabra de Dios solamente porque enfrentarían desastres si pecan. Simplemente querrán convertirse en verdaderos hijos así como Dios desea que lo sean.

      Cuando vayan al trabajo o al estudio, no lo harán por ustedes mismos sino que pensarán sobre las formas de darle gloria a Dios adquiriendo más experiencia y mayores habilidades.

      Entonces, el Padre también les guiará a los mejores caminos a Su manera.

      De esta forma, cuando amen a Dios por sobre todo, podrán hacer de su vida, la cual nos es dada una sola vez, la más valiosa.

      Amados devotos y otros miembros,

      A fin que tengan el sentir que hubo en Cristo, en segundo lugar, tienen que amar las almas.

      Nuestro Señor desea otorgar solamente cosas buenas a las almas aún cuando esto signifique que Él tenga que sacrificar Su vida.

      Él estuvo intercediendo por las almas aún en el momento que estaba muriendo en la cruz.

      Aquellos que tienen este sentir que hubo en el Señor amarán y servirán a las almas más que sus propios cuerpos.

      Filipenses 1:23-24 dice, "Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros".

      Pablo predicó el evangelio a pesar de innumerables persecuciones, y eventualmente estuvo en confinamiento en Roma.

      Él no consideró el confinamiento como algo difícil, ni estuvo temeroso de la muerte. Sino más bien quería estar con el Señor inmediatamente. Sin embargo, vivía cada día de su vida por las almas que le habían sido confiadas.

      Esto es lo mismo conmigo. Yo anhelo estar con el Señor incluso este día.

      No tengo ningún deseo por nada de este mundo.

      Sino más bien vivo cada día de mi vida de la mejor forma que puedo por las almas que el Señor me confió.

      En una ocasión, el Padre me mostró el infierno.

      Entonces me confió la tarea de predicar el evangelio por todo el mundo para que más almas pudieran ser ganadas.

      Además, Él me está diciendo que cambie a las almas con la verdad y que llene la Nueva Jerusalén.

      Esta es la razón por la cual yo estoy viviendo en esta tierra.


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