• 2do Nivel de Fe

    [Romanos 12: 3]

    26-05-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • La Medida de Fe (6)
      2do Nivel de Fe

      La Escritura: Romanos 12: 3
      “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”


      Amados Hermanos en Cristo:
      Esta es la sexta prédica referida a la medida de fe. Aunque usted haya aceptado al Señor y haya recibido la salvación, la medida de fe de cada uno es diferente. Algunas personas tienen un nivel de fe que les permite solamente ser salvos mientras que otros tienen una mayor fe que les permite manifestar las obras poderosas de Dios.
      En esta serie de sermones sobre la medida de fe, estoy explicando los 5 diferentes niveles de la medida de la fe para que puedan discernir cuánta fe tienen en este momento y, de esa forma, obtener una mayor fe.
      En la última prédica, les hablé acerca del primer nivel de fe. A este primer nivel de fe se le llama la “Fe para Recibir la Salvación” o la “Fe para Recibir el Espíritu Santo”. Es el nivel de fe en el cual uno acepta a Jesucristo como su Salvador y recibe el Espíritu Santo. Su nombre es escrito en el Libro de la Vida en el cielo, y es reconocido como un hijo de Dios.
      Cuando recibimos el Espíritu Santo, obtenemos la seguridad de nuestra salvación. Podemos creer que Jesús fue crucificado, resucitó, y llegó a ser nuestro Salvador. Una vez que aceptamos al Señor y recibimos el Espíritu Santo, enfermedades leves son quemadas y sanadas inmediatamente por el fuego del Espíritu Santo y algunos reciben dones del Espíritu como el hablar en lenguas. Nuestro corazón experimenta un alivio tremendo por la gracia del perdón y nos llenamos de gozo y de felicidad. No paramos de alabar y nos sentimos gozosos asistiendo a la iglesia.
      Los que han recibido el Espíritu Santo ya deben haber experimentado estas cosas. Sin embargo, ¿todavía tienen ese gozo y esa felicidad ahora? Algunos de ustedes pueden decir, “mientras más pasa el tiempo, me siento más gozoso y feliz,” por no mencionar que tienen el mismo gozo y felicidad que tenían en aquel entonces. Estos son los que no se quedan en el 1er nivel de fe después de recibir el Espíritu Santo sino que siguen creciendo hasta llegar al segundo nivel y al tercer nivel de fe. Como llevan una vida cristiana correcta y adecuada, el Espíritu Santo se regocija en su interior y les da ese sentir de llenura y plenitud.
      Sin embargo, si su fe no crece sino que se queda en el mismo nivel, el Espíritu Santo gime en su interior, de modo que pierde la llenura y se siente afligido. Si alguno de ustedes se siente así, debe buscar el motivo en su interior y examinar rápidamente otra vez su fe, de tal modo que pueda esforzarse por tener una mayor medida de fe.
      Por eso, hoy vamos a ver cual es el segundo nivel de fe, y que clase de moradas celestiales podremos obtener en este segundo nivel de fe.

      Amados Hermanos en Cristo:
      El segundo nivel de fe es la “Fe para Tratar de Actuar”. Es decir, si está tratando de vivir por la Palabra, está en el segundo nivel de fe. Cuando las personas aceptan al Señor y reciben el Espíritu Santo, sus corazones se vuelven apasionados por la verdad y se llenan del gozo de la salvación. Este es el comienzo del 1er nivel de fe.
      Pero en este nivel, no viven por la Palabra de Dios. Asisten a la iglesia y creen en el Señor, pero todavía tienen sus viejos hábitos o formas de vivir. Algunas de estas personas no pueden dejar de beber o de fumar, se molestan y hablan groserías, e incluso dicen mentiras para su propio provecho. En realidad no son muy diferentes a la gente del mundo.
      Pero a medida que aprenden la Palabra de Dios en las los cultos y reuniones de la Iglesia, comprenden que deben cambiar su vida. Se dan cuenta la clase de vida que deben de llevar como hijos de Dios. También aprenden a guardar santo el día del Señor y a diezmar como corresponde.
      Asimismo, se dan cuenta que la Palabra de Dios nos manda a: “No enojarnos, no mentir, no juzgar ni condenar, no cometer adulterio, y no buscar su propio beneficio sino el beneficio de los demás,” y también nos instruye a “orar, amar, servir los unos a los otros, estar en paz,” y otras cosas parecidas. Entonces, piensan, “debo cambiar y vivir por la Palabra de Dios.” En ese momento, el Espíritu Santo que habita en el corazón de cada uno les recuerda la Palabra de Dios para ayudarlos a obrar dentro de la verdad.
      Romanos 8:26 dice, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad\\\; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
      Cuando los hijos de Dios no viven por la Palabra de Dios sino que viven desordenadamente, el Espíritu Santo gime y sus corazones se afligen. Cuando pierden la llenura del Espíritu Santo o si su corazón se siente angustiado, deben saber que el Espíritu Santo está gimiendo dentro de usted. Siempre debemos vivir por la Palabra de Dios pero como no lo han hecho, el Espíritu Santo se lamenta en su interior al orar a Dios. Y como el Espíritu Santo se lamenta, su corazón se siente perturbado y pierde la llenura. Cuando los cristianos obedecen la Palabra y actúan en la verdad, el Espíritu Santo se regocija, por eso tienen paz y felicidad en su corazón y están llenos del Espíritu Santo. En este obrar del Espíritu Santo, reciben la fortaleza requerida para darse cuenta de sus pecados y maldad y para actuar de acuerdo a la Palabra de Dios.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Los que están en el 1er nivel de fe usualmente no sienten remordimientos de conciencia incluso cuando pecan. Esto sucede porque no saben que están pecando porque no conocen la Palabra de Dios ni lo que es la verdad. En este nivel, ni siquiera oyen los gemidos del Espíritu Santo.
      Pero llegan a tener el deseo de actuar de acuerdo a la Palabra de Dios a medida que la aprenden, y cuando de hecho empiezan a practicarla, entran al segundo nivel de fe. En el segundo nivel de fe, si uno todavía comete pecados conociendo la Palabra de Dios, sí puede sentir el gemir del Espíritu Santo.
      Piensan para sí, “No debería hacer esto. La verdad no dice que esto se deba hacer,” y sus conciencias los afligen y pierden la llenura del Espíritu. Permítanme explicarles en forma más simple por qué sucede esto. Los bebés recién nacidos no sienten vergüenza incluso cuando están desnudos. Ni siquiera saben el hecho que están desnudos. No conocen ninguna regla o etiqueta social que diga que deberían estar vestidos. Ni siquiera saben lo que es la vergüenza.
      Incluso si hacen sus necesidades, no sienten ninguna vergüenza. Cuando se orinan y mojan sus ropas o la sábana, no saben que eso no es bueno. No conocen ningún sentimiento de vergüenza. ¿Por qué? No saben nada. Pero, ¿Que diría la madre? ¿Acaso diría, “Acabas de ensuciarte y de mojar tu ropa y la sábana, y cómo es posible que no sientas vergüenza?” A medida que los niños pequeños empiezan a crecer un poco más, empiezan a sentir vergüenza al estar desnudos.
      Les voy a dar otro ejemplo. Digamos que un bebé gatea en el suelo y derrama un tazón de agua que había sido dejado en el suelo. Sus padres no deberían regañarlo. Más bien, deberían sentirse culpables por haber dejado el tazón al alcance del niño. Pero si este niño crece y empieza a entender las cosas, debería ser regañado si derrama el agua de esa forma.
      Es lo mismo con la fe. En el primer nivel de fe, las personas ni siquiera tienen idea que no deben ir en contra de la verdad porque no conocen la verdad. Dios no castigará eso tampoco. Por eso los que aceptan al Señor justo antes de morir y confiesan su fe pueden ser salvos. Por supuesto, reciben solamente la salvación. Pero, de todos modos, son salvos.
      Sin embargo, en el segundo nivel de fe, ya conocen la Palabra, de modo que al pecar sí escuchan el gemir del Espíritu Santo. Y a causa de esto, les remuerde la conciencia en su corazón. Pero si continúa pecando aún cuando su corazón está afligido, entonces, su conciencia estará cauterizada, y no podrá sentir su corazón atribulado ni acongojado. Esto significa que está muy lejos de la salvación. Estas personas sienten en su corazón que Dios no se complace con esto.

      Amados Hermanos en Cristo:
      El segundo nivel de fe es “La Fe Para Tratar de Actuar”. ¿Está tratando de poner en práctica la Palabra? Santiago 2:26 dice, “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” Ya que estas personas escucharon la Palabra de Dios y la entendieron, si tienen verdaderamente fe, deberían intentar poner en práctica la Palabra. Sin embargo, todavía no pueden practicar toda la verdad en todo. Tratan, pero no viven por la verdad. No obstante, deben intentar actuar en fe y, si lo hacen, ganarán la batalla espiritual al practicar la verdad. Aún así, en otras ocasiones no podrán hacerlo.
      Estas personas se encuentran en el segundo nivel de fe. Por ejemplo, como Dios nos manda a, “Guardar el Día del Señor santo,” tratan de cumplirlo, pero si hay reuniones familiares o algún trabajo que necesita ser hecho, a veces no pueden guardar el Día del Señor. Procuran obedecer la Palabra y orar sin cesar, pero a veces dejan de orar a causa de su agenda de trabajo. En algunas ocasiones se les escapa alguna queja, y no pueden ser agradecidos cuando enfrentan pruebas. Tratan de echar fuera la ira y de tener paz con los demás, pero a veces, no pueden controlarse, y se enojan y discuten.
      Estas personas deben saber que están sólo en el segundo nivel de fe. Aunque sean ancianos, antiguas diaconisas, o ministros, es lo mismo. A los ojos de Dios están en el segundo nivel de fe. Pero no deben sentirse desanimados o rendirse, sino seguir esforzándose con fe. Aunque no pueden practicar toda la Palabra, Dios reconoce que tienen suficiente fe para recibir la salvación al verlos tratar de vivir de acuerdo a Su voluntad. Además, cuando oran, pidiéndole a Dios Su fortaleza e intentan actuar por la Palabra, ciertamente sentirán que están cambiando.
      Los que antes pecaban diez veces sólo lo harán nueve, ocho veces, y así continuarán hasta disminuir, y finalmente, ya no pecarán más. Los que actúan así se encuentran en el 2do nivel, y los que se esfuerzan por hacer esto y obran completamente de acuerdo a la verdad están en el 3er nivel de fe. Mientras ellos mismos se van transformando de esa manera, se acercan al tercer nivel de fe.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Los que están en el segundo nivel de fe pueden sentir a veces que es difícil llevar una vida de fe. Conocen la Palabra de Dios y han aprendido acerca del pecado, la justicia, y el juicio. Pero todavía aman este mundo y tienen el deseo de practicar la mentira, así que no les es fácil despojarse de su antigua forma de vida. Por eso, algunas veces dicen, “es difícil ser cristiano,” o sienten malestar e inquietud en su corazón y pierden la llenura del Espíritu, y por eso no tratan de llevar una vida de fe.
      En este nivel, algunos abandonan su fe y dejan de aferrarse al reino celestial. Otros prefieren ir a una iglesia que no señala los pecados porque quieren llevar una vida cristiana cómoda. Pero, ¿Cómo podemos decir que estas personas tienen una verdadera fe? ¿Cómo pueden ser salvos?
      Dios Padre, nuestro Señor y los profetas señalaron los pecados tanto en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Les dijeron a las personas que dejarán de pecar. Pero si las iglesias no enfatizan ni mencionan el pecado, se sentirán cómodos allí al vivir una vida de cristianos mediocres.
      Ahora bien, ¿cómo pueden solucionar el problema del pecado y ser salvos?
      Sus pecados deben ser señalados y deben tratar de despojarse de ellos hasta llegar a derramar su sangre. Si no lo hacen, no pueden vivir una verdadera vida cristiana. Es una fe muerta y una vida cristiana muerta. Estas personas cierran sus oídos a la voz del Espíritu Santo que los hace darse cuenta de sus pecados. Quieren vivir igual que las personas del mundo, así que su vida cristiana es solamente pura forma, religiosidad y apariencia.
      Como han pasado del primer al segundo nivel de fe, tienen que seguir madurando en la fe hasta el tercer nivel. De lo contrario retrocederán al primer nivel de fe. Satanás y el diablo no sólo se limitarán a observar a estas personas. Les pondrán malos pensamientos y levantarán dudas hasta quitarles la última pizca de fe\\\; es decir, la fe del tamaño de una semilla de mostaza. El maligno también tratará de despojarlos de la gracia, y los tentará para seducirlos con las cosas del mundo. Por lo tanto, perderán la gracia de Dios y la llenura del Espíritu Santo. Tan sólo asistirán de vez en cuando a la iglesia, y finalmente el Espíritu Santo se apagará, por lo que ni siquiera serán salvos.
      Por eso, 1ra de Pedro 5:8 dice, “Sed sobrios, y velad\\\; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” También en 1ra de Tesalonicenses 5:19 se nos dice, “No apaguéis el Espíritu.” Si verdaderamente tienen fe, no importa lo difícil que sea despojarse de sus pecados, tienen que pasar por este proceso y vencer al adversario. De cualquier forma deben pasar por esta etapa. Como este es el único camino para las bendiciones y para el reino celestial, tenemos que ganar las batallas contra el enemigo y practicar la Palabra de Dios.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Si en verdad aman a Dios y anhelan el reino celestial, no es difícil vivir en la verdad. Una vez les di este ejemplo. Alguien ha escondido un enorme tesoro y le dice que puede ser suyo. Para ello tiene que caminar todo un mes hasta llegar al lugar donde el tesoro está escondido. Una vez que haya andado toda esa distancia, podrá tomar posesión de todo el tesoro que se encuentra allí. Si verdaderamente cree esto, no se quejará no importar lo duro que sea el camino sino que caminará con gozo. Irá allí lo más rápido posible. ¿Quién de ustedes llegaría hasta la mitad del camino y diría que es muy difícil continuar? ¿Quién se quejaría? Además, incluso los no creyentes tratan de hacer algo por aquellos a quienes aman, aunque sea algo difícil.
      Tan sólo procuren recordar cuando estaban saliendo con su actual cónyuge. Deben haber tratado de hacer cualquier cosa que quería su pareja para agradarle. Seguro que intentaron cambiar algunas cosas que a su pareja no le agradaban. Por ejemplo, si a él le gustaba el cabello largo, deben haber pensado en ello para dejárselo crecer. O si le gustaba el cabello corto, deben haber procurado tenerlo así. Deben haber intentado agradar a su compañero.
      Por eso, Dios nos dio Sus mandamientos porque quiere darnos una mejor morada celestial y mayores bendiciones. Entonces, ¿Por qué sería difícil obedecerlos? Si verdaderamente amamos a Dios y anhelamos el reino celestial, no será difícil obedecer la Palabra de Dios. La practicaremos a medida que la escuchemos y la aprendamos de modo que podamos llegar rápidamente al tercer nivel de fe.
      En cuanto a mí, para nada me fue difícil practicar la Palabra. Amaba a Dios y al Señor, así que leía diligentemente la Biblia para entender la voluntad de Dios. Escuchaba la Palabra de Dios en los servicios y fielmente asistía a los las reuniones de avivamiento. Inmediatamente puse en práctica todo lo que aprendía. Llegue a obedecer la mayor parte de la Palabra que escuchaba tan pronto como la entendía. Algunas áreas de la naturaleza pecaminosa en mi corazón tardaron algún tiempo en ser desechadas, pero no me tomó mucho tiempo.
      Mi esposa, la Presidenta del Centro de Oración de Manmin, responde a esto con un fuerte Amen. Después que acepté al Señor, el dueño de la casa donde yo vivía me animó a ir a un culto de avivamiento en su iglesia, así que fui. Ni siquiera sabía que había tal cosa como una reunión de avivamiento. Pero desde el primer día, al escuchar el mensaje del predicador, llegué a conocer quién es Dios y que debemos vivir por Su Palabra.
      Aprendí bastante en una semana. Teníamos oración en la madrugada, en el día, y en la noche. Cuando el predicador dijo que no debíamos beber ni fumar, inmediatamente dejé de beber y de fumar, a pesar que me gustaba mucho. Señaló que debíamos de orar en las madrugadas, así que empecé a hacerlo. Escuché que teníamos que guardar el día del Señor, y eso fue lo que hice. También oí que no debíamos venir delante del Señor con las manos vacías, así que desde entonces, nunca me he presentado con las manos vacías delante del Señor.
      Cuando escuchaba la Palabra de Dios, la cumplía conforme la aprendía. Nunca pensé, “La guardaré en mi mente ahora, y la pondré en práctica después.” La ponía en práctica inmediatamente. Por eso no me tomó mucho tiempo pasar por los diferentes niveles de fe. Pasé del 1er al 2do nivel muy rápidamente, y también del segundo al tercer nivel. La última vez, Dios me explicó que no me tomó mucho tiempo ir del 1er al quinto nivel. No tomó mucho tiempo tampoco llegar del 1er al 4to nivel y entonces alcanzar el espíritu perfecto, y abrir nuestra iglesia.
      Si verdaderamente ama a Dios, cree en la Biblia y en el cielo, y además, si sabe acerca de la Nueva Jerusalén y lo cree, ¿qué clase de vida cristiana debería llevar? Si tan solo obedece lo que oye, podrá llegar al 3er nivel de fe rápidamente aunque sea un nuevo creyente. También al estar en el 3er nivel, rápidamente subirá al 4to nivel.
      Cuando escuchaba los mensajes de un pastor o de cualquier predicador, incluso cuando estaba en el 3er nivel de fe, no lo mezclaba con mis propios pensamientos. Sólo decía ‘Amén’ y creía todo lo que decían. Si era bueno y estaba basado en la Palabra de Dios, obedecía todo. Por eso pude pasar muy rápidamente al 3er nivel. Por eso el tiempo que permanecí en el primer y segundo nivel de fe fue muy corto, y pasé rápidamente el tercer nivel de fe y entré al cuarto nivel.
      Desde el día en que llegué al 4to nivel, las bendiciones vinieron sobre mí. Fue el primer día o el siguiente. Así que pude pagar las numerosas deudas que había acumulado por 7 años mientras estaba postrado en cama enfermo. Desde entonces, pude ayudar a los pobres. Tenemos miembros así en nuestra iglesia también. Si hay algo que a Dios no le gusta, inmediatamente lo dejan de hacer. Si hay algo que a Dios le agrada, toman la firme decisión de hacerlo y lo practican sin cambiar de parecer. Estas personas pueden pasar rápidamente por el segundo nivel de fe y entrar al tercer nivel. Dios se regocijará y estará con usted en todo tiempo de modo que siempre podrá testificar de las obras de Dios con la llenura del Espíritu Santo.
      Mi hermano mayor también está aquí, asistiendo a este servicio. Asimismo mi otro hermano mayor está presenciando al mismo culto en la iglesia Manmin de Kwangju. Como les dije antes, me gustaba mucho beber. No podía vivir un día sin beber. Bebía durante el día también. Finalmente, me volví un alcohólico. Fumaba casi diez cigarros al día. Pero tenía que tomar todos los días. Sin embargo, aun cuando había sido un alcohólico, después que acepté a Dios dejé inmediatamente de beber. Pero, a veces teníamos fiestas o cumpleaños, y mis hermanos y yo nos reuníamos. Allí, ellos empezaban a tomar.
      Entonces, aunque me ofrecían licor, no lo tomaba. Ni siquiera les ofrecía bebidas tampoco. Así que, al comienzo, estaban un poco decepcionados. Al principio me molestaron un poco por eso. Pero de todos modos, dejé de beber cuando escuché la Palabra de Dios. Lo mismo pasó con el día del Señor\\\; es decir con el domingo. No mucho tiempo después que aceptara al Señor, mi madre tan pronto supo que había sido sanado en una iglesia de Dios, se deshizo de todos los ídolos. Estaba tan feliz que inmediatamente empezó a ir a la iglesia, aun cuando estaba bastante lejos de donde vivía y a pesar de sus más de 70 años.
      Un día vino a Seúl por invitación de sus hijos. Mis seis hermanos y hermanas y nuestros hijos se iban a juntar para ir de paseo al parque. Preparaban refrigerios y todo lo demás para un día de campo. Sin embargo, aún me rehusaba a estar con ellos los domingos. Les dije que el domingo tenía que ir a la iglesia de acuerdo a la Palabra de Dios. Les dije que tenían que escoger otro día que no sea domingo porque no podía hacer ninguna otra cosa el domingo. Cuando era un nuevo creyente, no sabía como hablar amablemente, así que sólo me rehusaba. Aun cuando mi amada madre vino de un lugar tan distante y toda mi familia se reunió, me rehusé a reunirme con ellos los domingos.
      Lo mismo pasó con mi esposa. Si sus sobrinos se casaban el domingo, ella no iba al matrimonio. Cuando eso se repitió 2, 3, 4 y más veces, ellos lo aceptaron. Tuvieron que aceptar que mi esposa no podía ir a ningún otro sitio los domingos. Una vez que lo hicieron, no la molestaron más. Más bien, luego, dijeron, “Un creyente debe vivir una vida de esa manera.” A pesar que éramos nuevos creyentes, no nos comprometíamos con ellos. Solamente obedecíamos y seguíamos la Palabra de Dios.
      Por eso pude entrar al 4to nivel de fe rápidamente, e incluso cuando era diácono, las poderosas obras de Dios se manifestaron. En el día de la inauguración de la iglesia, se me otorgó el poder de Dios para levantar a los muertos, para hacer que los ciegos vean y los mudos hablen. Los que estaban en la etapa final del cáncer y aquellos en silla de ruedas fueron sanados y se pusieron en pie y caminaron.
      Las parejas estériles pudieron tener hijos después de recibir la oración. Los huesos rotos en accidentes de tráfico fueron soldados. Estas cosas sucedieron desde la apertura de nuestra iglesia. En esa época durante el invierno, la gente quemaba unos bloques que contenían carbón combustible. Así que en el invierno, mucha gente moría a causa de envenenamiento de gas. Los que respiraban el gas por muchas horas o durante toda la noche eran llevados por otras personas a la iglesia en taxi o en otros medios de transporte, a pesar que había pasado bastante tiempo desde el momento en que perdieron la conciencia. Después que vinieron, oraba por ellos, y observaba cuanto tiempo pasaba para que se recobren. Lo máximo de tiempo era dos minutos. Sus cuerpos habían estado fríos sin conciencia, pero dos minutos después de la oración, volvían a la normalidad.
      Observaba cuánto tiempo tomaba. Después de 2 minutos volvían a la normalidad. No sufrían ningún efecto secundario. Hay muchos en este lugar que regresaron a la vida a través de mi oración. El pastor Cha fue sanado ayer por la oración, y ¿acaso sufrió algún efecto secundario?
      Estuvo a punto de morir pero fue completamente sanado. Así que como agradecimiento por eso, su esposa aún trabaja voluntariamente en mi casa los viernes, solamente por agradecimiento a esa gracia. También, todos ustedes saben que la Diaconisa Principal Eundeuk Kim, sufrió quemaduras de 3er grado por casi todo su cuerpo y fue sanada. El poder de Dios me fue concedido porque entré al nivel del espíritu completo. Abrí esta iglesia después que llegué a este nivel.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Los que son pastores y obreros que cuidan al rebaño siempre deben prestar atención y cuidar a los miembros de la iglesia que están en el primer y segundo nivel de fe. Sin embargo, tienen que ser cuidadosos con algo que les voy a mencionar cuando aconsejen a hermanos con una fe débil.
      La lectura de hoy en el pasaje de Romanos 12:3 dice, “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”
      Como dije, cuando den consejería y realicen servicios de adoración en casa con estos hermanos, tienen que aconsejarles de acuerdo a la medida de su fe. Por ejemplo, suponga que hay un nuevo creyente que asiste sólo a los servicios de los domingos en la mañana y abre su tienda en la tarde. Si usted le dice, “No serás salvó si no guardas todo el día del Señor,” ¿Qué pasará?
      En el mejor de los casos, podría cambiar y guardar todo el día del Señor, pero lo más probable es que se sentirá ofendido y ni siquiera asistirá al culto del domingo en la mañana porque pensará que es muy difícil ser cristiano. Estas personas todavía no tienen la fe para cerrar sus tiendas el domingo y asistir a los servicios. Así que, no se debería obligarlos. Su fe tiene que crecer. Como están sólo en el 1er o 2do nivel de fe, aunque murieran en esa situación, aún serían salvos. Ya que sólo tuvieron la fe de un niño pequeño, aún así serían salvos.
      Pero si una persona en el 3er nivel de fe, quien puede y tiene que guardar todo el día del Señor, infringe el día domingo, Dios no le perdona. Pero en el 1er nivel, Él perdonará a esa persona. En el 2do nivel, Dios le advertirá en diferentes formas, pero los castigos no vendrán sobre esa persona.
      Pero estando en el tercer nivel, si una persona infringe el día del Señor, Dios no le queda otra cosa sino apartar Su rostro de ella. Esto pasa porque está pecando intencionalmente. Si uno está en el 4to o 5to nivel, ni siquiera puede imaginar transgredir el día del Señor, así que no tenemos que preocuparnos por él.
      En 1ra de Corintios 3:2 el apóstol Pablo dice a los creyentes que tienen una fe débil, “Os di a beber leche, y no vianda\\\; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía.” Darles leche significa que son bebés. Los bebés recién nacidos sólo quieren tomar leche. Son los que espiritualmente están en el 1er nivel de fe. Si obligamos a los que están en el 1er nivel de fe a hacer las cosas de los del 3er nivel de fe, no podrán digerirlo y tropezarán.
      A algunas personas, después que los traen a la iglesia y se inscriben como miembros, aún tendrán que seguir trayéndolas los domingos de sus casas. Quizás vendrán por un par de meses, y luego dejaran de venir. Entonces, usted los visitará y sembrará fe en ellos y los traerá nuevamente a la iglesia.
      Después de hacer esto un par de veces, no deben sentirse cansados y darse por vencido. Deben ver como era antes. ¿Cómo era su fe al comienzo? Aunque no haya sido al principio como esa persona, muchos pueden actuar de esa manera, por eso tienen que entenderlos, visitarlos, sembrar fe en ellos, orar por ellos, y ayunar por ellos.
      La última vez, un ministro de una iglesia nuestra me escribió diciendo que había un nuevo creyente en su iglesia. Este hermano asistía a la iglesia por un par de meses y luego dejaba de venir. Así que este pastor lo visitó y volvió de nuevo a la iglesia. Sin embargo, después de algún tiempo, dijo que todo esto era muy difícil y dejó la iglesia.
      Este pastor estaba tan desalentado y pensó en abandonar a esta persona. Pero cuando reflexionó en lo que es un pastor, pensó, “Mi pastor principal nunca se da por vencido con ningún alma. ¿Qué habría hecho en este caso?” Entonces, cambió de parecer y visitó otra vez a este nuevo creyente.
      Por cierto, como esto es en el campo, la casa queda bastante lejos. Cuando llegó, este hermano recibió muy bien al pastor. Antes, decía que la iglesia estaba muy lejos y que por eso no le gustaba. Dejó de ir a la iglesia por eso. Pero ahora, cuando el pastor llegó a verlo, se puso muy feliz de poder recibirle. Dijo que se dio cuenta de algo muy importante. Sí, no es fácil formar a un creyente que está tomando leche para lograr que coma alimento suave y luego alimento sólido. Sino que tiene que cultivarlo espiritualmente con paciencia, amor, y fe. Uno educa a sus hijos de esta forma.
      ¿Qué pasaría se le diéramos carne y arroz a un bebé que sólo puede tomar leche? Aunque pudiéramos pensar que le estamos dando un buen alimento, pare ese bebé, su vida estaría en peligro. Pero esto no significa que tiene que ignorar y abandonar a un nuevo creyente que no guarda día del Señor apropiadamente. Necesita darle tiempo y oportunidad para que entienda cual es la voluntad de Dios.
      Puede decirles cuanto se deleita Dios cuando guardamos correctamente el día domingo para el Señor, y cómo recibiremos bendiciones materiales y espirituales si vamos al culto el domingo, contándole testimonios reales. De esta forma, puede sembrar fe en ellos y darles la fortaleza necesaria para que puedan actuar con su propia fe. Lo mismo pasa con las enfermedades. Cuando los nuevos creyentes que no tienen mucha fe se enferman, no se les puede simplemente impedir que vayan al doctor diciéndoles, “Puedes ser sanado de cualquier enfermedad con la oración.”
      Tenemos casos comprobados y muchos testimonios en esta iglesia, por eso pueden implantar fe en ellos usando estos testimonios, y pueden también ayudarlos a venir delante de Dios con su propia fe, pero si no muestran su propia fe, no deberán obligarlos. Además de esto, cuando lleve a cabo cultos de adoración en el hogar, dé consejería, o haga trabajo misionero, no deben hacer todo de acuerdo a su propia fe, sino también deben considerar la medida de fe de las otras personas. Por lo tanto, deberán ayudar a los que son débiles en la fe a sentir el amor de Dios y anhelar el reino celestial, de modo que subirán rápidamente al tercer nivel con la llenura del Espíritu.
      Pero, ¿qué clase de morada celestial está preparada para los que están en el segundo nivel de fe? Hablaré de esto en la siguiente prédica.

      Amados Hermanos en Cristo:
      El primer y segundo nivel de fe son los más básicos niveles en la fe. Si es salvo teniendo estas medidas de fe, recibe lo que se considera una vergonzosa o modesta salvación\\\; es decir, una salvación sin recompensas. Estando en el 1er nivel de fe, usted recibirá esta clase de salvación. En el 2do nivel, irá al 1er Reino. Apenas pudo superar la salvación del primer nivel. Los que están en esta condición, aun conociendo la Palabra de Dios, no se han despojado del pecado que todavía cometen de acción de obra por eso ¡qué avergonzados se sentirán cuando estén frente a Dios!
      Hebreos 12:14 dice, """"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Ahora han aprendido acerca del espíritu. Conocen del cielo y del infierno, por eso saben porque este versículo dice esto. Han aprendido por qué no podrán ver siempre al Señor aun cuando vayan al cielo. La Palabra de Dios es la verdad absoluta tal como está escrita. Estas personas ni siquiera se han despojado de sus pecados que cometen de obra, sin mencionar la paz con todos los hombres y la santificación. Por lo tanto, no podrán ver el rostro del Señor.
      Además, cuando vean a otros creyentes que se esforzaron por echar fuera diligentemente el pecado, mientras ellos fueron indolentes y apáticos en sus vidas de fe, se sentirán avergonzados y confundidos. Aunque no entiendan lo deshonroso y lamentable que es en esta tierra, una vez que su espíritu deje su cuerpo y vayan al reino espiritual, entonces lo sabrán claramente. Se darán cuenta de la vergonzosa vida cristiana que llevaron en este mundo. Además, lo sabrán simplemente al ver el brillo que cada uno irradia.
      No podrán ver a los creyentes que tienen luces tan brillantes. Aunque sean sus propios hijos o sus propios padres, no podrán mirarlos porque estará demasiado avergonzado.
      Dios no mira las apariencias sino que ve lo más profundo del corazón, y la fe sin obras es una fe muerta. Incluso los que empezaron sus vidas cristianas hace sólo dos meses, o hace dos años, pueden crecer rápidamente hasta el tercer nivel de fe si escuchan diligentemente la Palabra de Dios y la practican. Los que llevan diligentemente una vida cristiana de esta manera serán llenos del Espíritu Santo, recibirán respuestas a sus oraciones, y serán prósperos en todo. No dejarán de dar testimonios. Los que no se despojan de sus pecados, aun cuando hayan aceptado al Señor hace tiempo, no tienen muchos testimonios que dar y no pueden escuchar bien la voz del Espíritu Santo.
      Sin embargo, incluso los que no han sido cristianos por mucho tiempo pueden escuchar la voz y recibir la dirección del Espíritu Santo si obedecen lo que escuchan, y experimentarán muchas cosas espirituales.
      Con mi experiencia, en el 1er nivel de fe, no sabía nada, así que no pude oír ninguna voz del Espíritu Santo. Pero desde el 2do nivel, empecé a oír la voz del Espíritu Santo. Dios también me capacitó para saber como escuchar la voz del Espíritu Santo. Fue durante el tiempo en que todavía era un nuevo creyente.
      Los que obedecen la Palabra de Dios pueden escuchar la voz del Espíritu Santo. Los que obedecen escucharán la Palabra de Dios como es y la aceptarán con un “Amén” ya sea que el predicador sea un pastor, un líder de célula, o un alumno de seminario. No mezcle sus propios pensamientos con la Palabra y trate de escoger lo que más le conviene. Los que obedecen podrán escuchar la voz del Espíritu más y más cada vez. Incluso en el plano natural, si un niño pequeño obedece y agrada a sus padres como si fuese un niño mayor, será muy amado por sus padres.
      De esta manera, a pesar que el nivel de fe de uno sea bajo, si muestra obras de fidelidad que van más allá del nivel de su propia fe, Dios estará complacido con él y le mostrará en una forma más clara la evidencia de Su amor.
      Por eso, escucha muchos testimonios de nuevos creyentes. Son nuevos en la iglesia, pero son sanados de algunas enfermedades o reciben respuestas a sus oraciones. Ellos dicen que siempre reciben respuesta a todo lo que piden. Son nuevos creyentes, pero dicen que reciben respuestas a todas sus oraciones. Están llenos del Espíritu Santo. Es un gozo asistir a todos los cultos y ver el compañerismo entre creyentes. Se sienten gozosos de asistir al servicio en la célula y de alabar a Dios.
      Procuran escuchar diligentemente la Palabra de Dios. Hacen las cosas de los que están en el 4to nivel de fe. De modo que reciben respuestas a sus oraciones. Pero no reciben las respuestas todo el tiempo. Si uno los observa después de dos o tres meses, dejan de dar testimonios. ¿Por qué sucede esto?
      Sería mejor mantener esa llenura todo tiempo, pero en los momentos difíciles o en las pruebas, o cuando no guardan la Palabra de Dios por algún motivo, empiezan a perder la gracia. Ya no hacen las cosas del 4to nivel de fe. Regresan al 1er nivel de fe. Por lo tanto, desde ese momento, no sus oraciones no son respondidas.
      Espero que diligentemente escuchen y aprendan la Palabra y la pongan en práctica en su corazón y en obras concretos.
      Oro en el nombre del Señor que haciendo esto, su fe pueda avanzar hasta alcanzar el nivel que agrada a Dios, y asimismo, puede disfrutar de las evidencias del amor de Dios en esta tierra y en el reino celestial.

      Amen


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