• El 3er Nivel de Fe

    [Romanos 12:3]

    11-05-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • La Medida de Fe(11)

      El 3er Nivel de Fe
      La Escritura: Romanos 12:3
      “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”

      El famoso Premio Nóbel de la paz fue establecido por Alfredo Nóbel, el inventor de la dinamita. Un día, leyendo un artículo en un periódico, se sorprendió mucho. Él estaba sano y vivo, pero el periódico confundió la muerte de otra persona como la suya, y publicó su obituario. Pero la razón por la cual Nóbel estaba sorprendido no era tanto porque el periódico publicara una nota sobre su supuesto deceso. Sino por que artículo en cuestión se titulaba, """"Fallece el Mercader de la muerte."""" Alfredo Nobel pensó que era un gran hombre por haber contribuido al desarrollo de la humanidad con su gran invento: la dinamita. Pero por los titulares del periódico, se dio cuenta que ante la opinión pública sólo lo habían considerado como un traficante de la muerte y como el inventor de un arma de destrucción masiva. Desde ese momento, procuró hacer buenas obras para el progreso de la humanidad. El Premio Nóbel fue una de ellas.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Como en el caso de Alfredo Nobel, lo que usted piensa de sí mismo y lo que piensan los demás de usted puede ser completamente diferente.
      Puede creer que tiene una gran fe y que sincera y fielmente anhela vivir en el espíritu. Pero para otros pudiera parecer que tiene motivos egoístas, o que es una persona con la cual hay que tener cuidado en no provocar o molestar. Quizás aparente estar todavía muy lejos de la santificación. Pero si puede examinarse desde la perspectiva de las otras personas, ello lo beneficiará grandemente si quiere descubrir sus fallas y errores. Además, hay una cosa más importante que la opinión de otras personas, y ésta es la opinión que Dios tiene de nosotros. Tal vez piense que está haciendo bien las cosas, e incluso otros también pudieran pensar lo mismo, pero a los ojos de Dios, quien examina lo profundo del corazón e incluso las cosas más pequeñas e insignificantes, pudiera ser bastante diferente.

      2da de Corintios 10:18 dice, “Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.” Como dije, solamente cuando es aprobado por Dios usted puede experimentar las obras de la fe en esta tierra y entrar a una mejor morada en el Reino de los Cielos. En este sentido, como le expliqué en la última predica, es muy importante derribar todo argumento de auto-justificación o arrogancia y de egocentrismo. Si tiene su propio criterio de justicia y su propia forma de pensar que ha desarrollado al aplicar la verdad en forma equivocada e incorrecta, podría pensar que es una persona correcta y justa, pero la realidad es que no es bien aceptado por los demás, y Dios tampoco lo considera recto delante de Sus ojos. Por consiguiente, debe encontrar estas cosas rápidamente, cambiarlas y llegar a ser verdaderamente justo y recto delante de Dios. Solamente entonces podrá llegar a niveles más altos de fe y entrar rápidamente al reino espiritual. Esta es la prédica número 11 de la medida de fe. Oro en el nombre del Señor para que por medio de este mensaje, se de cuenta pronto de su condición espiritual, cambie completamente, y obtenga una mayor medida de fe.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Si cree en Dios y recibe el Espíritu Santo, entonces obtiene la fe para recibir la salvación. Esta fe para recibir el Espíritu Santo y la salvación es el 1er Nivel de Fe.
      El segundo nivel de fe es donde se esfuerza en escuchar la Palabra de Dios y trata de ponerla en práctica. En otras palabras, los que están procurando obrar por la Palabra están en el Segundo Nivel de Fe. En este nivel, uno trata de practicar la Palabra, y a veces lo logra y otras veces no lo puede hacer. Por ejemplo, Dios nos dice que no odiemos. Él nos dice que amemos incluso a nuestros enemigos. Pero a veces odiamos a personas que ni siquiera son nuestros enemigos. Sin embargo, usted debe poder distinguir esto.
      Este es el sentimiento de odio en la mente. Si sólo odia con su mente, está en el tercer nivel de fe. En el segundo nivel, el odio lo demuestra en acción. Si tiene el hábito de golpear a otras personas, y todavía lo está haciendo, está en el primer nivel de fe, pero ahora se está esforzando por romper ese hábito.
      Supongamos que antes peleaba diez veces en un día. Ahora intenta dejar de hacerlo y lo hace sólo una o dos veces al día. Aún se pelea. Pero también es cierto que lo está haciéndolo cada vez menos. Este es el segundo nivel de fe donde uno trata de practicar la Palabra de Dios que nos dice que no usemos la violencia.
      Se dará cuenta que el número de peleas ha disminuido de casi ocho a solamente una o dos veces al día. También usted mismo podrá discernir hasta que nivel ha llegado en practicar la Palabra, si al 50%, 60%, 70%, o al 80%. Lo mismo sucede con guardar el día del Señor. Sin lugar a dudas trata de guardarlo porque es la voluntad de Dios. Pero si después de guardarlo diez veces, no lo hace por razones personales. Está en el segundo nivel de fe. Trata de practicar la Palabra, pero no la obedece completamente. Si guarda el día del Señor nueve de diez veces, probablemente está en el 80% o en el 90% del segundo nivel de fe. Pero si siempre observa el día del Señor correctamente, entonces estará en el tercer nivel de fe. Aún así, no debería decir simplemente, “Oh, entonces estoy en el tercer nivel fe porque siempre guardo el día del Señor.” Debe vivir la Palabra de Dios en todo aspecto. Si sólo obedece completamente dos mandamientos de la Palabra Dios pero no obedece otros mandatos, todavía está en el segundo nivel de fe. Debe ser capaz de discernir esto muy bien. Así que, en el segundo nivel, a veces practica la Palabra mientras que en otras ocasiones no.
      Pero mientras siga orando y esforzándose, su fe crecerá y logrará una mayor medida de fe para vivir por la Palabra. Por eso, cuando llegue al Tercer Nivel de Fe, podrá actuar de acuerdo a la Palabra de Dios. No puede simplemente entrar, así como así, al tercer nivel de fe. Solamente cuando se esfuerce y se empeñe en practicar la Palabra, Dios le dará la gracia y la fortaleza de lo alto para que tenga la suficiente fe para verdaderamente poner por obra la Palabra. Si sólo sabe que debe practicar la Palabra pero no la pone por obra, todavía está en el segundo nivel fe. Si dice, “Viviré por la Palabra cuando tenga la suficiente fe, pero por ahora no puedo porque todavía no tengo ese nivel de fe,” entonces se quedará en el segundo nivel por 5, 10, o incluso hasta por 20 años. Aunque no tenga la fe necesaria ahora, debe procurar obrar conforme a la Palabra y esforzarse al máximo en ello. Entonces la gracia y fortaleza de Dios vendrán sobre usted, y será transformado para así llegar a vivir la Palabra. Será cambiado en alguien que ahora tiene fe y que puede realmente obrar en la Palabra. Por lo tanto, ahora puede pasar del segundo al tercer nivel. Ahora sabe que es una bendición entender correctamente la Palabra de Dios y practicarla, por eso de buena gana vive conforme a ella. Ahora, ya no obedece a la fuerza o de mala gana, o sólo porque debe de hacerlo, sino que ahora guarda la Palabra de Dios de forma natural. Guardar la Palabra de Dios llega a ser un hábito en su vida. Este es el tercer nivel de fe. En este nivel, ya no obedece sólo algunas partes de la Palabra y desobedece otras, sino que cumple con todos los mandamientos de Dios.
      Después de llegar al Tercer Nivel de Fe en donde puede poner en práctica la Palabra, debe despojarse rápidamente de los deseos de la carne que hay en su corazón. En el primer y segundo nivel de fe, todavía comete las obras de la carne, y debería poder discernir incluso entre esas obras de la carne. Por ejemplo, algunos cristianos tienen aún la costumbre de agarrarse a golpes con otras personas. Algunos de ellos me preguntan, “Pastor, he golpeado a otra persona, ¿Puedo ser salvo todavía?” Piensan que no pueden ser salvos porque aún tienen esa naturaleza carnal que los lleva a golpear a otros. Pero entre las obras de la carne, hay pecados que llevan a la muerte y pecados que no llevan a la muerte. Por eso la Biblia claramente menciona las obras de la carne que nos conducirán a la muerte. Por ejemplo, si en el pasado alguien cometía adulterio, tenía que será apedreado hasta morir. Este es un tipo de pecado carnal que lleva a la muerte. Si uno no pudiera ser salvo solamente por haberse enojado o haber golpeado a alguien una vez en su vida, ¿Quién podría ser salvo en este mundo? Eso no lo lleva necesariamente al infierno. No incidirá en su salvación. Si diligentemente se esfuerza por despojarse de ese pecado y en realidad lo logra hacer, podrá llegar al tercer nivel de fe.
      Imagínese que acaba de tener una reacción violenta contra alguien, y Dios lo llama ahora a su presencia, eso no significa que no será salvo sólo porque en ese momento fue violento. Sino que como aún está en el primer o segundo nivel de fe, únicamente podrá ir a la morada celestial que corresponda a en ese nivel. Usted dice que está en el tercer nivel de fe, y suponga que se molestó y tuvo una reacción violenta. Eso significa que en realidad no está en el tercer nivel de fe. Si llega al tercer nivel y luego retrocede al segundo nivel de fe otra vez, entonces eso si podrá incidir en su salvación. Imagínese que su niño de diez años edad de pronto empiece a actuar como un niño de cinco años, ¿Es esto algo normal? Claro que No. Por eso, hay una gran diferencia entre la violencia de una persona que está en el segundo nivel y otra que haciendo lo mismo está en el tercer nivel. En el segundo nivel, aún está tratando de despojarse de lo que todavía no ha podido echar fuera. Pero en el tercer nivel, habiéndose ya despojado de las obras de la carne, las está volviendo a hacer otra vez. Esto se convertirá en un muro de pecado ante Dios. En el segundo nivel de fe, simplemente se arrepiente, pero en el tercer nivel, tiene que en verdad arrepentirse completamente con lágrimas y llanto hasta derribar ese muro de pecado.
      En este caso, el muro de pecado será más grande. Hay una gran diferencia. Por lo tanto, en el tercer nivel ya no practica el pecado, en este nivel procura deshacerse de la naturaleza pecaminosa que hay en su corazón. Si podríamos categorizar la naturaleza pecaminosa, encontraríamos que también existen los pensamientos carnales. Ahora empieza entonces a despojarse de esos pensamientos carnales. Cuando eche fuera completamente todo esto, entrará al cuarto nivel. En resumen, el tercer nivel es donde se despoja de los pensamientos carnales y de las obras de la carne.
      Por ejemplo, el hecho de simplemente contener la ira y el no tener la naturaleza pecaminosa de la ira en su corazón, son dos cosas completamente diferentes. En el segundo nivel, se esfuerza por practicar la Palabra, por eso puede controlar toda reacción de ira y el enojo. Ahora bien, el hecho de no enfadarse y de no tener el enojo en sí mismo dentro de su corazón, son dos cosas diferentes. Asimismo, aunque ya no actúa con maldad y es la clase de persona que vive por la Palabra de Dios, debe reconocer que todavía tiene dentro de usted una naturaleza pecaminosa que debe de arrancar. Solamente entonces podrá entrar al cuarto nivel, y a partir de ese nivel, podrá ser reconocido como un verdadero hijo de Dios y un hombre de espíritu. Sin embargo, a veces algunos de ustedes han llegado rápidamente al tercer nivel y luego han pasado a la roca de la fe y han llegado a la última etapa del tercer nivel, y en ese momento, su fe dejó de crecer. Por eso, en la última prédica, expliqué dos aspectos que detienen a los que ya están en el tercer nivel de fe para llegar rápidamente al cuarto nivel sin ningún tropiezo espiritual.

      En primer lugar, dije que no debe dejar de luchar contra el pecado tan solo porque su fe ha crecido hasta cierto grado. Hasta que no extirpe completamente esa primera naturaleza pecaminosa por medio de la Palabra y la oración, deberá alcanzar con mucha diligencia y esfuerzo la santificación. Por ejemplo, piense en la mala hierba y el césped de un campo. Ambos mueren en el invierno. Pero no están completamente secos, porque sus raíces están vivas. Las raíces están en la tierra. Entonces cuando llega la primavera, empiezan a crecer otra vez. Aún si podase el césped, este sigue saliendo. ¿Por qué? Porque las raíces están vivas. Si quiere eliminar el césped completamente, tiene que arrancarlo desde la raíz. Algo parecido sucede con nuestra naturaleza pecaminosa. En el segundo nivel de fe, usted solamente se despoja de la práctica del pecado. Eso no quiere decir que ya ha arrancado las raíces del pecado.
      Para despojarse de estas raíces de pecado, tienen que pasar por pruebas difíciles. Tiene que ayunar, orar toda la noche, y hacer pactos con Dios en oración para remover las raíces más profundas del pecado en su corazón. En segundo lugar, puede entrar rápidamente en el nivel espiritual cuando se despoje de los pensamientos carnales, y entre ellos, particularmente debe derribar sus propios conceptos de auto-justificación o arrogancia y de egocentrismo. Lo más difícil para pasar del tercer al cuarto nivel son estas formas de pensamiento. Ha luchado contra el pecado y se ha despojado de él, y es fiel delante de Dios. Pero todavía está en el tercer nivel de fe. Todavía le falta algo para que pueda llegar al cuarto nivel. Debe entender cuál es la razón de esto y derribar su propio YO o EGO. Sus conceptos mentales de auto-justificación y egocentrismo basados en evidentes mentiras pueden ser descubiertos fácilmente por medio de la Palabra de Dios, por eso puede despojarse de ellos rápidamente Sin embargo, de lo que debe tener cuidado es de su propia arrogancia disfrazada de verdad y de la mente egocéntrica que ha creado al aplicar la verdad en forma incorrecta.
      Si tiene esto, entonces le parecerá que está actuando en la verdad, por eso incluso después de mucho tiempo, no podrá entrar en el nivel del espíritu, y tendrá un estancamiento en su crecimiento espiritual. Pero algunas personas se lamentan diciendo, “En verdad deseo encontrar mi ego, y cambiar mi actitud, pero sinceramente no puedo darme cuenta de mi arrogancia y egocentrismo.” No faltan a ningún culto de adoración y escuchan la Palabra de Dios cuidadosamente con corazón sincero, pero no pueden darse cuenta de las cosas malas que hay en ellos.
      Pero algunos que se aferran a su propio concepto de lo que es justo y a sus criterios personales no pueden recibir, ni hacer suyos, ni entender la mayoría de los mensajes, y en realidad no pueden orar muy fervientemente. Le animo a examinarse una vez más.
      Cuando escucha la Palabra de Dios, ¿Qué tanto la anhela en su corazón y que tanto la hace suya? Quizás usted diga, “Siempre he escuchado esta prédica. He escuchado el mismo mensaje varias veces. Ya lo sé de memoria.” En realidad el mensaje es para usted, pero ya que está completamente cerrado a su propio concepto de lo que es verdad y piensa en su arrogancia y egocentrismo que está en lo correcto, entonces dirá que la prédica no es para usted sino para los otros. Tal vez tampoco presta la debida atención a la Palabra porque es el mismo tipo de mensaje que ha escuchado por mucho tiempo o porque piensa que es para la otra persona y no directamente para usted.
      Aunque sabe que esa prédica se aplica a su vida, quizás se de por vencido y ya no se esfuerce más por obedecer la Palabra y diga, “No lo puedo hacer por mí mismo. Tal vez Dios me cambie algún día.” Aun cuando ore por muchas horas al día, ¿Cuántas de ellas clama realmente a Dios con todo su corazón? Usted tan solo tiene que examinarse para ver si en realidad está orando sinceramente de todo corazón, o si sólo está repitiendo la oración que hace todos los días. Incluso puede orar media hora usando las mismas palabras de todos los días en forma mecánica porque lo ha estado haciendo por muchos años. Entonces, puede examinar si sólo está repitiendo su oración o no.
      Por ejemplo cuando ora por el pastor, tan solo puede estar repitiendo lo que ha memorizado. Cuando ora por los siervos de la iglesia, desde el comienzo hasta el final, puede estar haciendo la misma oración una y otra vez porque la hace todos los días. Si tan sólo se examina, podría darse cuenta si está orando así, mecánicamente, o si realmente lo está haciendo con todo su corazón, para recibir respuesta a todas sus peticiones. Debería, de una u otra forma, verificar si Dios Padre está realmente recibiendo su oración con agrado.
      Cuando nuestro Señor Jesús oraba, Su sudor era como grandes gotas de sangre que caían al suelo. Elías oró de rodillas tan intensamente que inclinó su rostro entre sus rodillas. Espero que pueda orar con esta misma intensidad. Si lo hace, se dará cuenta que su rostro se inclinará entre sus rodillas. No estoy diciendo que lo tenga que hacer así, pero si en realidad ora con fervor, esto sucederá. En el año 85 o 86 justo después de la inauguración de la iglesia, el pastor Sung-heon Ahn salió al frente y mostró a la congregación cómo hacer esto. En verdad se esforzó por orar fervientemente y en efecto inclinó su rostro entre sus rodillas. No estoy diciendo que tenga que orar así, pero cuando Elías oró tan intensamente llegó a inclinar su rostro entre sus rodillas y usted también puede hacerlo de esa forma.
      Cuando les recuerdo estas cosas y enfatizo la importancia de la oración en el altar, ustedes oran fervientemente tan sólo por unos días, pero después de algunos días, muchos vuelven a su anterior forma de orar. Cuando ora usando vanas o inútiles repeticiones, su oración no es aceptada delante de Dios, y aunque sea una oración hermosa y elocuente con palabras angelicales, no será recibida como aroma agradable por Dios.
      Solamente cuando su oración es ofrecida a Dios como olor fragante, luchando y clamando con toda su fuerza y con todo su corazón, podrá recibir la llenura e inspiración del Espíritu Santo y podrá ser transformado. Una cosa más en la que debe pensar es con qué clase de actitud escucha el consejo de otros. Aquellas personas que son arrogantes y se auto justifican en todo con criterios personales cerrarán sus oídos al consejo de los demás. Su corazón es altivo y creen que están en lo justo y en lo correcto, así que incluso cuando escuchan el consejo de otros, dirán, “Tengo mis motivos para hacer esto, pero los demás no entienden mi situación. Por eso me dicen esto.” Insisten en que tienen la razón, por eso no se dan cuenta de lo importante que es para ellos oír este consejo. O cuando otros le aconsejan, dicen, “¿Quién se cree? Acaso es mejor que yo.”, y simplemente se olvidan del consejo. O incluso cuando alguien que está en un nivel más alto de fe que el de ellos les dan un consejo, piensan, “Él tampoco es 100% perfecto, así que no siempre tiene la razón. En realidad no tengo que hacerle caso.” Estas personas dicen que solamente confiarán en lo que les digan los que son perfectos y escucharán solamente sus consejos. Pero ¿Puede alguien ser perfecto solamente porque dice que lo es? Alguien es perfecto cuando Dios dice que esa persona es perfecta. Si Dios lo reconoce, habrá evidencias que confirmen esto.
      Pero teniendo esta clase de corazón, no podrá escuchar lo que le digan otros, e incluso si Dios le habla claramente por medio del Espíritu Santo, no podrá escuchar Su voz. Sólo oirá su propia voz. Cuando llega a la mitad del 3er Nivel de Fe y se acerca al 4to nivel, eso significa que ya se ha despojado del pecado y de la maldad que encuentra fácilmente dentro de usted. En esta etapa, para que se de cuenta de su propio concepto de justicia y de su egocentrismo, tiene que recordar con un corazón humilde y sincero su vida pasada. No es difícil hacer esto. ¿Usted presta atención incluso cuando los niños le hablan? Suponga que su superior o su jefe hace algo que es incorrecto mientras habla con usted, aún así ¿Lo escucharía atentamente hasta que terminara de hablar? ¿O simplemente lo ignoraría? O cuando alguien de menos rango o antigüedad le habla o trata de darle un consejo. Pensaría acaso: “Yo oigo la voz del Espíritu Santo mejor que esa persona. Yo soy más antiguo aquí. Soy una líder, un líder. No necesito escuchar eso.” Si hace esto, quiere decir que usted es un arrogante. También, algunas personas, cuando otros les hablan, ni siquiera esperan hasta que termine, sino que interrumpen en la mitad de la conversación, y comienzan a excusarse, diciendo “Lo hice por esta o por aquella otra razón. No lo hice a propósito,” o cosas parecidas. Interrumpen cuando la otra persona les está hablando. Luego, hablan sólo a favor de ellos, tratando de defenderse y de justificarse. Por lo tanto, sus palabras deben ocultar mucha mentira y falsedad. Acostumbran mentir de esta manera. ¿No es usted así? Tiene que anhelar encontrar sus fallas y defectos. Si lo hace, aceptará las palabras incluso de los niños con un corazón humilde en su empeño de querer cambiar su vida.

      Amados Hermanos en Cristo:
      Si uno derriba y renuncia a su propia arrogancia, autosuficiencia y egocentrismo y se despoja de todos los deseos de la carne que hay en su corazón, entrará finalmente al nivel espiritual. Es decir, llegará al 4to Nivel de Fe, y a partir de ahí, será reconocido como un hombre de espíritu.
      Por eso, antes de hablar del 4to nivel, veamos la morada celestial que, en el reino de los cielos, podrá tener estando en el 3er Nivel de Fe. El lugar donde vivirán los que están en el 3er Nivel de Fe es el 2do Reino del Cielo. Si alcanza el 3er Nivel de Fe, permanecerá en la Palabra de Dios y vivirá como un hijo de Dios. Por eso, su morada estará en un nivel más alto que el del paraíso, donde van los del 1er Nivel de Fe\\\; o más arriba del 1er Reino de los Cielos, donde están los del 2do Nivel de Fe. En el paraíso, no hay casas personales. En el 1er reino hay casas personales, pero están agrupadas en condominios. Pero en el 2do Reino del Cielo, a cada uno se le asignan casas independientes y personales. Son edificios de un sólo piso, pero aún así, son mucho más espléndidos y hermosos que las más grandes y hermosas mansiones o casas de campo de esta tierra, y están adornadas con flores perfumadas y bellos árboles. También, en el 2do reino del cielo, no solamente se otorgarán casas, también se dará, con la morada, la instalación que más desee el dueño dentro de la casa. Si quiere un hermoso lago, tendrá un hermoso lago junto a la casa. Si quiere una piscina, podrá tener una hermosa piscina decorada de oro puro y joyas. Debe poder diferenciar entre los diferentes lugares y moradas celestiales. No debe tan solo pensar que el Segundo Reino del Cielo es bueno únicamente porque puede tener lo que más le gusta. Compárelo con el Tercer Reino del cielo. Allí puede tener todo lo que quiere. Es muy diferente a tener únicamente una sola cosa que más quiera.
      Por ejemplo, si le gustan los juguetes, tener solamente un juguete favorito es muy diferente a tener todos los que quiera, incluso si son cientos de ellos. Si llega al 3er Nivel de Fe, permanece en la Palabra de Dios y vive como un hijo de Dios. Por eso, su morada estará en un nivel más alto que el paraíso, donde están los del 1er nivel de fe\\\; o que el 1er Reino del Cielo, donde habitan los que están en el 2do Nivel. Espero que ahora entienda claramente cuál es la diferencia entre el Primer Reino, el Segundo Reino, el Tercer Reino, y la Nueva Jerusalén. En este nivel pueden tener un sendero lleno de hermosas flores y plantas por donde pasean hermosos animales, o incluso un gran salón de recepción. Pero como sólo pueden tener una instalación propia, si lo desean pueden usar también las instalaciones de otros. Sin embargo, aun si visitan las moradas de otras personas y usan sus instalaciones, no se sentirán incómodos. Como el Reino de los Cielos es un lugar perfecto, sólo servirá a los demás y no buscará su propio beneficio. Por eso, aún cuando otras personas vengan a su casa y usen su instalación, no se sentirá incómodo sino por el contrario estará feliz. Deseará dejarlos disfrutar todo lo el tiempo que quieran. Por medio de esto, podrán servirse el uno al otro y compartir su amor, de modo que espontánea y alegremente permitirán que otros usen su propia instalación, y los que la usan podrán hacerlo libre y cómodamente. También en el 2do Reino en los umbrales de las puertas habrá unas placas de identificación. Ahí está escrito no solamente el nombre del dueño sino también el nombre de la iglesia en la cual servía. De modo que, si el dueño asistía a una iglesia que es muy amada y apreciada por Dios, su honor y gloria serán aún mayores.
      La corona dada a los que están 2do Reino del Cielo es la corona de gloria. 1ra de Pedro 5:2-4 menciona, “…Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente\\\; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto. No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” ¿Quién recibe la corona de gloria? Si llega al tercer nivel de fe, puede hacer suyo este versículo. “No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado” Por favor sirva a los demás. No debe mandarlos ni darles órdenes tan sólo porque está a cargo de ellos, sino tiene que ser un ejemplo a la grey. Entonces, """"Cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” Los que están en el segundo nivel de fe y van al Primer Reino del Cielo recibirán la corona incorruptible. Pero, aquí, en el tercer nivel, les será dada una corona de gloria. ¿Por qué? Los que están en el tercer nivel de fe viven para dar gloria de Dios, ya sea que coman, beban o cualquier cosa que hagan. Aun cuando son sanados de una enfermedad, dan gloria a Dios con su testimonio. Si reciben bendiciones, también dan gloria a Dios con su testimonio y se regocijan. La corona incorruptible y la corona de gloria son muy diferentes. La corona incorruptible también podría desaparecer. Están recibiendo una corona que realmente no merecen. Pensemos en una manzana. Hay dos manzanas. Una apenas se puede comer y la otra está muy fresca. Entonces, puede ofrecer esta manzana que ya tiene algunos días a otra persona diciendo. “Esta manzana no está podrida. Puedes comerla.” Eso significa que la puede comer porque no le va a hacer daño, ya que no está podrida. Pero si la manzana esta fresca, no tiene que decir nada. Solamente dirá, “Esta manzana es muy deliciosa. La puedes comer.” La primera manzana no parecía tan apetecible. Por eso, tenía que decir, “Todavía está buena. No está podrida. Puedes comerla.” De esta manera se diferencian la corona incorruptible y la corona de gloria.
      Como dije, las personas en el 3er Nivel de Fe no han alcanzado completamente la santificación, pero aún así guardaron la Palabra de Dios, cumplieron sus obligaciones, y dieron gloria a Dios. Ellos recibirán la corona de gloria. Aquellas almas que vayan al 2do reino del cielo estarán tan agradecidas por vivir en tan hermoso lugar y por haber sido recompensados más abundantemente de lo que jamás hubieran podido hacer. Sin embargo, aun así una sola cosa los entristece. Aun cuando vivieron por la Palabra y cumplieron sus obligaciones, desearían haberse despojado del pecado en su corazón y haberse santificado completamente puesto que la gloria de 2do Reino no puede ser comparada con la gloria del 3er Reino del Cielo ni con la Nueva Jerusalén, lugares donde irán los que alcanzaron la completa santificación.
      Por supuesto, en el cielo no existen los celos ni la envidia, por eso no se ofenderán ni tendrán pena ni angustia por no poder disfrutar de una mayor gloria en el cielo. Incluso si otras personas disfrutan de mayor gloria que ellos, se gozarán como si estuvieran disfrutando ellos mismos de esa gloria. Respetarán y honrarán a esas personas y estarán agradecidos y felices con las moradas y recompensas recibidas. Pero sentirán tristeza por no haberse despojado completamente del pecado aun cuando Dios les mostrara Su inmenso amor y les diera numerosas oportunidades en esta tierra. Siempre estarán tristes y se lamentarán por no haber arrancado esa naturaleza pecaminosa de su corazón y no haberse santificaron totalmente, si bien guardaron la Palabra de Dios y cumplieron sus deberes y obligaciones. Podemos leer en el libro de Job que él era un hombre perfecto. Era perfecto exteriormente. Pero también podemos ver que Dios aceptó las acusaciones de Satanás en contra de Job. Por eso, Job atravesó por pruebas muy difíciles. ¿Por qué tuvo que pasar por todo esto? Usted lo sabe. Es porque si hubiera arrancado la naturaleza pecaminosa de su corazón, podría haberse santificado y entrar a una mejor morada celestial. Por eso, Dios permitió la prueba y dejó que Job pasase por ella. Después de eso, Job arrancó las raíces de maldad de su corazón de las que no se había dado cuenta antes, y lo llevó al Tercer Reino del cielo. Dios también le bendijo como correspondía. Por lo tanto, si tiene verdadera fe, no debe detenerse en el 2do Reino del Cielo, aun cuando sea muy hermoso. Debe esforzarse constantemente sin fallar para llegar a la Nueva Jerusalén. En este mundo la gente se aferra a sus casas o propiedades. Algunos incluso llegan a firmar un contrato antes de casarse. Acuerdan que después del matrimonio, para ahorrar cierta cantidad de dinero cada mes, van a vivir en una casa alquilada. De esa forma no malgastarán su dinero. Hacen planes a muy largo plazo para mudarse a una mejor casa. Después de esto, ahorrarán más dinero para comprarse otra casa. Y mientras ahorran dinero, desearán adquirir mejores casas una y otra vez. Y la próxima vez comprarán una casa más grande y esto se repetirá a muchas veces. Aún cuando son cosas que no tienen importancia y que no podrán llevarlas consigo siempre, aún así se aferran a esas casas. No obstante, el reino celestial es eterno y tiene infinidad de cosas hermosas. Deben tomarlas por la fuerza, pero algunos se olvidan de esto y hay otros que sólo buscan las cosas terrenales, es decir, las que no son eternas.

      Amigos y Hermanos:
      Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. También, quiere que todos los hombres sean transformados en verdaderos hijos suyos y entren a la Nueva Jerusalén. Por eso, en la Biblia Dios dejo claramente escrito en forma detallada el camino de la salvación y también la forma como conseguir una mejor morada en el cielo. Pero la rapidez del crecimiento de la fe de cada persona es muy diferente. Algunos se despojan rápidamente de sus pecados y cambian al escuchar la Palabra de Dios, pero otros cambian muy lentamente a pesar que escuchan las mismas prédicas en la misma iglesia. Algunos de los miembros de nuestra iglesia se esfuerzan mucho por cambiar y han alcanzado un cierto nivel de fe, mientras que otros no cambian sino que se quedan en el mismo nivel, aun cuando escuchan infinidad de sermones. Por lo tanto como dice Mateo 19:30, “Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros,” habrá diferencias entre cada uno. Entonces ¿Por qué las personas reaccionan en forma diferente aun cuando escuchan los mismos mensajes, anhelan la santificación, y se esfuerzan al máximo? Hay muchas razones, pero la razón fundamental es porque cada persona tiene un corazón diferente, el interior de su corazón es diferente y es un vaso o un conducto también diferente. Les hablaré acerca del corazón interno y del vaso que cada hombre tiene en la siguiente prédica.

      Amados Hermanos en Cristo:
      El Salmo 90:10 dice, """" Los días de nuestra edad son setenta años\\\; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.”
      Es muy difícil vivir en este mundo hasta los 100 años, y lo que obtenemos es sólo trabajo y dolor. Sin embargo, hoy vivimos en esta tierra para prepararnos para la vida eterna en el Reino de los Cielos.
      Después de que esta corta vida se acabe y nos reunamos con el Señor, la morada y las recompensas de cada uno serán determinadas y viviremos con el Señor eternamente en el eterno reino de los cielos. Y la morada y las recompensas una vez decididas no podrán jamás ser cambiadas. Incluso ni aún después de una eternidad, los que están en el paraíso podrán entrar al 1er reino ni los del 3er Reino podrán vivir en la nueva Jerusalén. Podrán visitar otros lugares si es que son invitados, pero no podrán quedarse a vivir allí. Como ya lo mencione, el segundo reino y el tercer reino son tan diferentes como el cielo y la tierra. Sin embargo ¿Es el Paraíso muy diferente del Primer Reino? No. Hay una gran diferencia, pero no son tan diferentes como el cielo y la tierra. Pero el Segundo y el Tercer Reino de los cielos, si son muy diferentes, tanto como el cielo y la tierra. Dios también dirá a los que haya alcanzado el cuarto Nivel de Fe y entren al Tercer Reino del Cielo “Ustedes son mis verdaderos hijos e hijas”. La Biblia nos dice que algunas personas no podrán ver al Señor. Es decir, si no tiene paz con todos y santidad no podrá ver al Señor. Todos llaman a Dios ‘Padre’, pero como está escrito en la Biblia esas personas no podrán ver por siempre al Señor. No obstante, los que entren al Tercer Reino del Cielo y a la Nueva Jerusalén podrán ver al Señor Jesús y al Padre y hablar con ellos. ¡La diferencia es infinita! Por eso la belleza de Segundo Reino del Cielo y la del Tercer Reino del Cielo son completamente diferentes, son como el cielo y la tierra
      Por ejemplo, existen casas con techos de estera, algunas pequeñas chozas, y también algunas casas sencillas de ladrillo que se puede construir en 10 días. También hay una espléndida mansión en Seúl que cuesta millones de dólares. Entonces ¿Acaso no diríamos que la casa con techo de estera y la mansión que parece un castillo son completamente diferentes, tan diferentes como lo es el cielo de la tierra?
      Una se ve tan destartalada y en mal estado, y la otra tan espléndida y hermosa. Lo mismo sucede en el reino de los cielos. Por cierto, incluso el Segundo Reino del Cielo es incomparablemente más hermoso que esta tierra, pero aún así, la diferencia entre el Segundo y el Tercer Reino es como la diferencia entre el cielo y la tierra. Por lo tanto, aun si se lamenta mucho por no haberse esforzado lo suficiente para alcanzar una mejor morada celestial mientras vivió en esta tierra, no le servirá de nada. Pero, afortunadamente, todavía tiene una oportunidad antes que el Señor regrese.
      Como está escrito en Efesios 5:16, “Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos,” espero que aproveche bien el tiempo, que rápidamente entre al espíritu y al prefecto espíritu, y que diligentemente arrebate y tome el Reino de los Cielos con violencia.
      Oro en el nombre del Señor para que pueda llegar a morar en la Nueva Jerusalén, la mejor morada en el reino de los cielos sin nada de que lamentarse en su vida celestial.

      AMEN


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