18. Banquete celestial
I
Un banquete celestial nos fue regalado,
el Señor con Su bello rostro deslumbrante se ve
lágrimas y aroma de gratitud se lo entrego al Padre.
Huestes celestiales ya se gozan aleluya al Padre.
II
En cada momento que yo alabo al Padre,
la bella Nueva Jerusalén deslumbrante se ve
el aroma de mi gratitud se lo entrego al Padre.
Todos juntos se regocijan y alaban al Padre.
III
Las gracias le doy al Espíritu que me ha guiado,
la esperanza en el Cielo se iba aumentando
me ofrezco hacia el Padre como fruto del Cielo.
Este momento de gran gozo yo lo doy con gratitud.
Final
Nuestro banquete en la Nueva Jerusalén
todo es tan bello allí
las lágrimas ya brotan de mis ojos,
gracias gracias a mi Padre al Señor, al Espíritu.
Aleluya, aleluya.
Rostros sonrientes para el Padre
gracias alabo.